Miguel se sentia disgustado, nunca planeo pasar mas de unos cuantos dias aqui. Ahora Valentino ponia ante el una nueva opcion y como no había resuelto las cosas con su trabajo ni nada. Heredar una fortuna de cientos de millones no ocurre todo los dias asi que dejar la seguridad de su trabajo antes de que todo fuera concretado despues de los funerales de Roman nunca le parecio razonable.

Todavía no estaba seguro si esto era real. Por lo que sabía,se había caído y se había golpeado la cabeza y estaba en algún tipo de coma inducido por la medicina donde los sueños eran realmente fantásticos. Cosas como esta realmente no le sucedían a la gente.

—Estamos casi allí, Miguel. —Valentino hizo un gesto con la mano—. Puedes ver las luces a través de los árboles allí, Ivan nos debe de estar esperando.

— Ok ... — sabia que su respuesta habias ido escueta pero no tenia animos para hablar, continuaba pensando como solucionar todo.

Miguel podría. Cuanto más se acercaban, a donde estaba la caravan