Ese desgraciado de Parker cree que me quedaré de brazos cruzados, ya la vio y sé que la quiere para él, lo noté en sus malditos ojos. Pero primero lo mato antes de que la toque. Ésta vez no sucederá igual que con Nannette, Leila es joven, frágil, se nota que bajo esa coraza de agresividad se encuentra un ser afable y con mucha dulzura. Sé que no debo acercarme a ella pero; en vista de éste peligro me siento con la responsabilidad de protegerla. Jamás me he creído un héroe pero considerando que ya tuve una mala experiencia con ese malnacido, no voy a esperar la próxima.
Llego a mi apartamento directo a la ducha y me aseo a conciencia tengo hambre y recuerdo que no ingiero alimento desde la mañana, voy a tener que vigilar eso porque últimamente estoy haciendo una sola comida y mi estómago se resiente y eso, aunado al malestar que tengo por lo arbitrario del encuentro con esas chicas, Mila y por supuesto: Parker está causándome una acidez terrible, siento que la bilis quema mi esófago.
A Mila le advertí e hizo caso omiso. Creo que voy a tener que hacerla entender de un modo más cáustico. No sé qué me hizo esa enana pero, no puedo dejar que la lastimen y ni siquiera soy un tipo sentimental ni muy emotivo pero, ella y su "no sé qué" me atraen como una polilla a la luz. No quiero acercarme porque temo que mi m****a la arrope, no deseo dañarla pero, ella insiste en ponerse en peligro porque, en el caso de Mila Brockovitch, una mujer celosa es letal. Observo la vibración del teléfono sobre la mesa.
— ¿Qué quieres? - digo al receptor que se perfectamente quien es.
— ¿Qué qué quiero? ¿Qué pasa contigo Jonás? ¡Me humillaste frente a esas estúpidas! - aprieto los dientes, mi acidez amenaza con romper las paredes de mi estómago y esta maldita mujer continúa creyendo que le pertenezco.
Ya le he recalcado mil veces que no tengo dueña pero al parecer su inteligencia es nula. No tengo intención de dejarme dominar, las chicas son una especie rara. Los hombres normalmente hacemos las cosas de manera instintiva, mi intención no es justificarme y con eso a todos los hombres pero, lo calculadoras que son y lo crueles que llegan a ser con las otras personas además de exclusivas, en serio da miedo.
— ¡Oh, sí claro! ¿Y qué pretendes que diga: lo siento? ¿Aun cuando ya te había advertido que la dejaras en paz? - su respiración rápida y sonora me indica que está furiosa.
— ¿Sabes qué Jonás Serrano? ¡Vete a la m****a! - y ella misma colgó.
Bueno, pensé que sería más difícil deshacerme de ella. Por ahora voy a comer algo o mejor mucho porque estoy famélico. La tarde pasó muy rápido ¿Y cómo no? si comí como cerdo, tuve que recostarme porque no podía caminar de la hartada que me di.
A las siete y media salgo en mi bebé rumbo al gimnasio ¡si, en la moto! no me voy a ir a pie y menos trotando, eso solo lo hacía Rocky Balboa. Llego, estaciono e ingreso directamente a las máquinas luego de cambiarme, voy a la cinta y me dispongo a correr cuarenta minutos, el entrenador no ha llegado, es raro pero lo dejo pasar porque correr me gusta. Ajusto mi iPod y comienzo. Cierro los ojos para concentrarme, son las semifinales de lucha y debo entrenar duro para eso aunque soy favorito. Por ahora me mantengo ya que el verdadero, estresante y asfixiante entrenamiento comienza en diez días exactos, los chicos ni siquiera se ven por fuera de la universidad en los clubes, se encuentran encerrados comiendo como cerdos para que al momento del entrenamiento forzado la grasa que se queme, acondicione los músculos y evite la deshidratación.
— ¡Serrano! - el entrenador se acerca casi corriendo y no tiene buena cara — ¡Serrano, maldita sea! – bajo de la cinta preguntándome por qué se encuentra tan cabreado.
— ¿Sí Sr. Lewis? – me observa de frente y bastante enfadado.
— ¡Sé perfectamente que eres la estrella! – me señala con el índice a la cara — Pero no puedo permitir el desorden que tienen tus chicas enfrente del gimnasio - ¿mis chicas? — ¡Haz algo por Dios, nos van a cerrar! – corro a la salida y entonces me doy cuenta.
"Las chicas pasan por mi cama, yo no me quedo con ellas". Jonás S.
¿Recuerdan lo que les dije de las chicas?Ahí lo tienen, una enorme pancarta que pone “Jonás, nos hace feliz con su gran polla” y otra “eres un orgasmo con pies” y muchas otras que se refieren a sexo y promiscuidad ¿lindo eh? Esto es obra de la loca Mila ¿no sé por qué pensé que me había librado de ella? Ya entiendo la bronca del entrenador, las chicas – diecisiete en total – se encuentran en ropa interior de encajes y algunas no llevan sujetador, sino unas estrellitas adhesivas en los pezones. Una rubia pecho gigante se acerca a mí.—¡Hola Jonás! – levanto las cejas entorno a sus prominentes pechos y ¡uf! Mi cuerpo responde de inmediato —¿Podríamos? – se restregó un poco.—¡Por supuesto que sí cariño! –
—¿Leila? – Avanzo hacia ella —¿Qué coño haces aquí? – No responde, solo mira mi cuerpo y aunque no me siento incómodo, mi hombría despierta —¡Leila! – trueno los dedos frente a su rostro.—¿Ah, hola? – baja a mi torso y me recorre ¡Dios! Coloco mis dedos índice y corazón debajo de su barbilla y la subo —¡Yo… eh… eh… ya vine… si, vine… a! – prácticamente está babeando. Tengo una maldita leche de perros.—¿Desconcentrada muñeca? – Me burlo para que se enoje —¡Me agrada que te guste lo que ves cielo, pero me retrasas y me esperan arriba! ¿Qué necesitas? – sus parpados están caídos y su respiración es muy rápida, está e
Me separo de ella abruptamente, no debo acercarme más de lo debido porque es menor de edad aun o por lo menos hasta el viernes, según su amiga la que se enrolla con Robert. Sonrío para bajar el color de su rostro y arranco el coche de nuevo, estoy segurísimo de que Mila vio cuando le di el beso fingido a esta muñequita que no quiero ni mirar en este momento. Su boca sabe dulce, eso quiere decir que su sexo también debe saber así. Suspiro y me concentro en el par de Nenazas que se enrollan en la habitación que estoy usando en casa de Jonathan, para alejar cualquier pensamiento lujurioso con Leila, observo el retrovisor y el descapotable viene detrás; apenas diviso algunos mechones color rosa del cabello de Mila.Ya hemos llegado a casa de la muñeca y ella me da las gracias, pero como tengo público y yo soy un artista, me bajo del auto para abrir la puerta y atraer hacia mí a Leila
¡Ok, eso fue raro! Jonás Serrano siendo dulce y tierno, además de agradable… no me lo creo.Subo la escalera rápidamente y cuando ingreso a mi habitación cambio mi ropa y entro a la cama, mañana tengo un examen de literatura y debo concentrarme, claro que es difícil cuando la boca me hormiguea de este modo, luego de que cierto buenorro me haya mordisqueado el labio inferior y… ¡ay Dios, estoy asustada! No soy una chica tan romántica aunque Henry Cavill me haya cortejado de vez en cuando en algún sueño, pero esta noche Jonás estuvo muy atento y lindo conmigo ¡y eso sí que es romántico! Me permitió tocar sus tatuajes y los ojos le brillaban. Tiene los ojos más bellos que he visto y la boca… los labios, son una pequeña almohadilla, gruesos, deliciosos y suaves, muy suaves y hoy no fue tosco conmigo, no lo fue y… eso
Salgo de mi alcoba y mi madre se despide de Louis en la puerta. Mi hermana tiene un contrato como modelo de pasarela y se va de gira – ella si es la perfecta – es elegante y sofisticada como él. En cambio yo soy tan normal que a ellos no les cabe en la cabeza. Soy la fea y gorda, torpe y corriente. No me arrepiento de ser como soy y me da igual lo que piensen total ¡alguien tiene que pisar firme en esta casa de locos! ¿No?—¡Me voy hermanita, estudia mucho! – sonríe radiante mientras ni siquiera me mira a mí sino a James.—¡Sí lo que sea! – levanto la mano y digo adiós.—Creo que necesitas entrenamiento privado de modales en lugar de estudios – pincha como siempre, venenosa.—¡Búscate una vida y deja la mía en paz! – respondo acida y James
¡El juego de soccer amistoso resultó una mierda!Ver abrazada a Leila con ese sujeto me hizo tambalear el día y mi humor está de perros, fui sancionado dos veces y hasta que me suspendieron en el segundo tiempo. Los chicos están furiosos conmigo y sé que tienen razón, pero el más impresionado soy yo al sentirme de este modo.Salgo de las ducha con la toalla en la cintura y Oliver resopla cuando me enfrenta.—¡Me alegra saber que tu humor es tan voluble, amigo! – Agudizo la vista en una advertencia clara “no te metas conmigo” —¡Vamos Jonás! Todos nos estamos preguntando que te pasó ahí fuera – hace aspavientos con las manos —tu noche fue genial, te tiraste a tu ex buenorra en los aseos de la universidad y sin embargo… - bufa enojado —¡Le pateaste el cu
El chico se percata de mi presencia y abre mucho los ojos, la rubia continúa con el morreo y él se nota nervioso, sin embargo no la aparta; tiene las manos en la cintura de la chica, sube a la espalda y luego las baja hasta alcanzar las caderas. Recuesto el hombro derecho a la pared y cruzo la pierna esperando que terminen de hacerse cariños. Lo veo incómodo y le hago un guiño, me observa apartándola sin que se percate de mí.—¿Jonás? – Miro al chico que me habla y le sonrío —¿Qué te trae por aquí? – la rubia se adelanta como si lo estuviese protegiendo ¡Que adorable!—¡Charles, amigo mío! ¿Qué tal estas? – Saludo y nos damos un apretón de manos —¡Hola rubia! – hace una mueca con los labios.Yo no soy el mejor sujet
Mi padre llegó a las cuatro de la tarde a Seattle y salió con mi madre. Aun me encuentro encerrada en mi habitación tratando de idear un buen plan para no buscar que me abofeteen como la última vez. James ya está en casa con su familia y una novia ¡una novia, el muy idiota no me dijo nada!Hago el máximo esfuerzo para no pensar en Jonás y evitar llorar, el volvió con su ex y yo no tengo oportunidad porque ella es perfecta. Es altísima, bellísima y todas las ísimas que yo no soy, además está también Mila y el hecho de que le gustan todas las demás ¡Dios mío el tipo es un mujeriego en toda regla! Y yo he caído en su juego, esta tarde cuando me observaba quedé sin aliento al mirarlo de reojo, sin que él lo notara por supuesto porque me muero de vergüenza al solo pensar que descubra mi obsesión por él. Y