Subí la vista y mi boca se curvó en una sonrisa amistosa, lo que hizo que él también sonriera. Un chico más o menos de veinticinco años y ¡atractivísimo! sus ojos de color chocolate sonríen con junto a sus labios gruesos y carnosos que me hicieron la boca agua ¡Dios, es hermoso! ¿Quién será? Estira su mano para ayudarme a levantar y ladea la cabeza en actitud cariñosa.
— ¡Gracias! - dije sin titubeos.
— ¡Disculpa, no te vi! - volvió a sonreír y sus ojos se achinaron.
— ¿Y cómo la verías George, no ves su tamaño? - no supe cómo actuar. Si insulto a la perra de Georgia frente a él se llevará una mala impresión de mi ¿verdad? Pues ¿saben qué? ¡Me importa un pito!
— ¿Tamaño? Georgia ¡tú! - la señalé con mi pequeño índice — ¡Eres un puto Bonsái! y es mejor que no te metas conmigo porque te arrancaré las extensiones - el chico rió a carcajadas y la puta de Georgia llevó su mano al pecho ofendida. Pero como soy una persona horrible hice amago de saltar hacia ella y grito huyendo despavorida.
El Adonis continuó riendo.
— Es para mí un placer pequeña...
— Leila - y tomé la mano que me ofrecía y a la cual le dio un apretón amistoso.
— Mi nombre es George Parker... - y mi puta vida terminó, es hermano de la hidra de Lerna y la acabo de amenazar.
"¡Eres una tonta!" y ya sé de donde salió la voz que me habló en el Salón de clases, es mi pobre conciencia cansada de que cometa estupideces ¡Necesito terapia!
— ¡Yo, lo siento! - tapé mi rostro rojo de la vergüenza
— ¡Descuida cariño, mi hermanita puede ser algo molesta a veces! - ¿en serio, sólo a veces?
— ¡Lo sé pero... - abrí los ojos por mi torpeza, aun así él sonreía.
— ¿Nos vemos luego? - asentí, me rehúso a hablar delante de chicos buenorros con ojos de color chocolate.
Me despedí agitando la mano y sin mirarlo para evitar continuar diciendo estupideces y proseguí mi camino hacia el estacionamiento de la Universidad para verificar si "mi hermanita " se condolió de mí y pasó a recogerme. Pero como mi suerte es la misma que la de un gato negro al bajar la escalera me encuentro a una Georgia hecha una furia junto a sus cabezas y a nada menos que Mila Brockovitch franqueadas en mi camino ¡me lleva la m****a!
— ¿No que ibas a arrancarme las extensiones? - hubo un coro diciendo ¡ooooohh!
— ¿En serio tienes extensiones, ami? – pregunta Loli tonta y ésta la fulminó con la mirada haciéndole malos ojos.
— Ella no te tocará si sabe lo que le conviene - lo que me faltaba, todas las arpías reunidas en consenso ¡Perfecto! hoy si moriré.
Mila caminó hacia mí y suspiré profundo porque venía a golpearme.
— ¡Si la tocas, yo mismo te llevo a la oficina del director! - salvada por la campana — ¡A todas quiero decir! Leila sube al auto - levantó la vista y sus ojos se veían oscuros, está furioso.
No se por qué lo sé pero su cara denota furia y maldad en una sola expresión ¡y se ve sexy!
— ¡Eh yo... mi hermana viene a recogerme! - su mandíbula esta tan apretada que sus dientes deben estar sufriendo.
— ¡Leila, al auto! - yo sólo caminé ante su voz ronca, que llevaba una advertencia implícita — ¡Por favor! - obedecí al instante — Y ustedes... ¡déjenla en paz! - esperó a que llegara hasta el auto. Sentía sus pasos tras de mí.
— ¡No tienes que molestarte! yo pued... - levantó el rostro y se encontraba iracundo ¡y era conmigo! ¿Que hice?
— Sube y no hables hasta que te pida la dirección de tu casa - ¿qué? ¿Qué se cree?
— ¿Qué no hable? - entró al auto y lo encendió — ¿Qué sucede? - el motor rugió y brinqué del susto, abrí la puerta y me senté en el puesto del copiloto con los brazos cruzados.
— ¡El cinturón, póntelo! - rodé los ojos y acomodé el cinturón hundiéndome en el asiento de piel — ¡Te prohíbo acercarte a George Parker! - ¿qué?
— ¿Qué dijiste?
— ¡Lo que escuchaste! ese tipo es peligroso y le gustan las niñas como tú - su grito me hizo saltar en el asiento, los ojos me arden.
— ¡No me grites! ¿No sé qué te hizo? pero me pareció muy agradable - apretó la mandíbula.
— ¡Aléjate de él! no voy a repetirlo - entonces quien se enfureció fui yo.
— ¿Quién te crees imbécil? ¡Detén el auto! - no me hizo caso — ¡Qué detengas el auto! - grité y presionó un botón que ajustó el cinturón de tal manera que no me podía mover — ¡Suéltame, estás secuestrándome! ¡Auxiliooo! - sonrió ¡ese desgraciado sonrió! y yo casi muero de un infarto. Detuvo el auto frente a mi casa y giró para quitar el cinturón. El roce de sus manos en mi piel y su calor corporal me agitaron.
— Ya estás en casa muñequita - lo miré raro, ahora sus ojos eran claros y su mirada casi tierna — Solo voy a decirlo ésta vez Leila - mi nombre se escucha sexy en su boca — No te acerques a Parker porque lo acabo - abrí los ojos como platos — ¡Mírame muñequita! no me agrada que se metan con lo mío - y la puerta se abrió, mi respiración se volvió trabajosa aunque no era miedo lo que sentía.
Era algo más que al parecer descubriría pronto...
"Serás mía, dijiste... y yo solo pude temblar como respuesta". Leila M.
Ese desgraciado de Parker cree que me quedaré de brazos cruzados, ya la vio y sé que la quiere para él, lo noté en sus malditos ojos. Pero primero lo mato antes de que la toque. Ésta vez no sucederá igual que con Nannette, Leila es joven, frágil, se nota que bajo esa coraza de agresividad se encuentra un ser afable y con mucha dulzura. Sé que no debo acercarme a ella pero; en vista de éste peligro me siento con la responsabilidad de protegerla. Jamás me he creído un héroe pero considerando que ya tuve una mala experiencia con ese malnacido, no voy a esperar la próxima.Llego a mi apartamento directo a la ducha y me aseo a conciencia tengo hambre y recuerdo que no ingiero alimento desde la mañana, voy a tener que vigilar eso porque últimamente estoy haciendo una sola comida y mi estómago se resiente y eso, aunado al malestar que tengo por lo arbitrario
¿Recuerdan lo que les dije de las chicas?Ahí lo tienen, una enorme pancarta que pone “Jonás, nos hace feliz con su gran polla” y otra “eres un orgasmo con pies” y muchas otras que se refieren a sexo y promiscuidad ¿lindo eh? Esto es obra de la loca Mila ¿no sé por qué pensé que me había librado de ella? Ya entiendo la bronca del entrenador, las chicas – diecisiete en total – se encuentran en ropa interior de encajes y algunas no llevan sujetador, sino unas estrellitas adhesivas en los pezones. Una rubia pecho gigante se acerca a mí.—¡Hola Jonás! – levanto las cejas entorno a sus prominentes pechos y ¡uf! Mi cuerpo responde de inmediato —¿Podríamos? – se restregó un poco.—¡Por supuesto que sí cariño! –
—¿Leila? – Avanzo hacia ella —¿Qué coño haces aquí? – No responde, solo mira mi cuerpo y aunque no me siento incómodo, mi hombría despierta —¡Leila! – trueno los dedos frente a su rostro.—¿Ah, hola? – baja a mi torso y me recorre ¡Dios! Coloco mis dedos índice y corazón debajo de su barbilla y la subo —¡Yo… eh… eh… ya vine… si, vine… a! – prácticamente está babeando. Tengo una maldita leche de perros.—¿Desconcentrada muñeca? – Me burlo para que se enoje —¡Me agrada que te guste lo que ves cielo, pero me retrasas y me esperan arriba! ¿Qué necesitas? – sus parpados están caídos y su respiración es muy rápida, está e
Me separo de ella abruptamente, no debo acercarme más de lo debido porque es menor de edad aun o por lo menos hasta el viernes, según su amiga la que se enrolla con Robert. Sonrío para bajar el color de su rostro y arranco el coche de nuevo, estoy segurísimo de que Mila vio cuando le di el beso fingido a esta muñequita que no quiero ni mirar en este momento. Su boca sabe dulce, eso quiere decir que su sexo también debe saber así. Suspiro y me concentro en el par de Nenazas que se enrollan en la habitación que estoy usando en casa de Jonathan, para alejar cualquier pensamiento lujurioso con Leila, observo el retrovisor y el descapotable viene detrás; apenas diviso algunos mechones color rosa del cabello de Mila.Ya hemos llegado a casa de la muñeca y ella me da las gracias, pero como tengo público y yo soy un artista, me bajo del auto para abrir la puerta y atraer hacia mí a Leila
¡Ok, eso fue raro! Jonás Serrano siendo dulce y tierno, además de agradable… no me lo creo.Subo la escalera rápidamente y cuando ingreso a mi habitación cambio mi ropa y entro a la cama, mañana tengo un examen de literatura y debo concentrarme, claro que es difícil cuando la boca me hormiguea de este modo, luego de que cierto buenorro me haya mordisqueado el labio inferior y… ¡ay Dios, estoy asustada! No soy una chica tan romántica aunque Henry Cavill me haya cortejado de vez en cuando en algún sueño, pero esta noche Jonás estuvo muy atento y lindo conmigo ¡y eso sí que es romántico! Me permitió tocar sus tatuajes y los ojos le brillaban. Tiene los ojos más bellos que he visto y la boca… los labios, son una pequeña almohadilla, gruesos, deliciosos y suaves, muy suaves y hoy no fue tosco conmigo, no lo fue y… eso
Salgo de mi alcoba y mi madre se despide de Louis en la puerta. Mi hermana tiene un contrato como modelo de pasarela y se va de gira – ella si es la perfecta – es elegante y sofisticada como él. En cambio yo soy tan normal que a ellos no les cabe en la cabeza. Soy la fea y gorda, torpe y corriente. No me arrepiento de ser como soy y me da igual lo que piensen total ¡alguien tiene que pisar firme en esta casa de locos! ¿No?—¡Me voy hermanita, estudia mucho! – sonríe radiante mientras ni siquiera me mira a mí sino a James.—¡Sí lo que sea! – levanto la mano y digo adiós.—Creo que necesitas entrenamiento privado de modales en lugar de estudios – pincha como siempre, venenosa.—¡Búscate una vida y deja la mía en paz! – respondo acida y James
¡El juego de soccer amistoso resultó una mierda!Ver abrazada a Leila con ese sujeto me hizo tambalear el día y mi humor está de perros, fui sancionado dos veces y hasta que me suspendieron en el segundo tiempo. Los chicos están furiosos conmigo y sé que tienen razón, pero el más impresionado soy yo al sentirme de este modo.Salgo de las ducha con la toalla en la cintura y Oliver resopla cuando me enfrenta.—¡Me alegra saber que tu humor es tan voluble, amigo! – Agudizo la vista en una advertencia clara “no te metas conmigo” —¡Vamos Jonás! Todos nos estamos preguntando que te pasó ahí fuera – hace aspavientos con las manos —tu noche fue genial, te tiraste a tu ex buenorra en los aseos de la universidad y sin embargo… - bufa enojado —¡Le pateaste el cu
El chico se percata de mi presencia y abre mucho los ojos, la rubia continúa con el morreo y él se nota nervioso, sin embargo no la aparta; tiene las manos en la cintura de la chica, sube a la espalda y luego las baja hasta alcanzar las caderas. Recuesto el hombro derecho a la pared y cruzo la pierna esperando que terminen de hacerse cariños. Lo veo incómodo y le hago un guiño, me observa apartándola sin que se percate de mí.—¿Jonás? – Miro al chico que me habla y le sonrío —¿Qué te trae por aquí? – la rubia se adelanta como si lo estuviese protegiendo ¡Que adorable!—¡Charles, amigo mío! ¿Qué tal estas? – Saludo y nos damos un apretón de manos —¡Hola rubia! – hace una mueca con los labios.Yo no soy el mejor sujet