La sinceridad podía jugar una mala pasada si no es expuesta correctamente, las acciones duras siempre tienen dos casas de la moneda y muchas veces las víctimas son aquellas que creen victimarios.Auba estaba en el punto en el que era ella quien había rechazado a su familia, estos la habían hecho ver así, la enemiga de su propia sangre, estaba claro que era todo lo contrario, pues aquella familia le había dañado de la manera más terrible.— Estaba esperando poder hablar yo — le dijo la joven al oído de Adhara, Chaid había marchado días atrás y a pesas de la tristeza y la añoranza, estaba segura de que volvería, ahora su mente estaba ocupada en el asunto que parecía querer trasnochar la más de lo que se imaginó.— Estoy pensando en ello, pero primero debo hacer que se calmen o tus palabras seran en vano — le contestó mientras se situaba nuevamente, quería que estos no le vieran débil aunque por dentro el miedo estaba haciendo estragos.No era para menos, un grupo de gente enfurecida y h
PROLOGO— Dejadme morir por ella, intercambio mi vida por la de Effie, solo llévame allá y tráela devuelta — suplicó Chaid Mackay, le dolía saber que su pequeña hermana había perdido la vida por haber ganado una apuesta estúpida.— La vida y la muerte no depende de mí cuando aquella persona no es para este mucho, se va, desaparece, es la ley de la vida, no puedes decidir sobre esto, si te envío, no volverás.— No tengo nada que perder — dijo y este sin más lo llevo ahí, sabía que en él había dolor, pero no arrepentimiento por su pasado, por su soberbia y esto lo dejaría como un alma errante en el mismo infierno.¿A dónde viajarías si tuvieses la oportunidad de hacerlo?En algún punto de la vida alguien nos ha formulado esta sencilla pregunta, iríamos al pasado cuando Cristo hubiese sido crucificado para asegurarnos que era verdad, iríamos a la construcción de aquellas tres pirámides que ha tantas teorías nos ha llevado en la actualidad, inclusive iríamos a ver a ver sur América antes
— El rey te ha citado en sus tierras, es hora de volver a la batalla — dijo Angus su mano derecha, estaba serio como siempre, al encontrarlo en el campo de entrenamiento, este lo ignoro y siguió afilando su espada.En una semana estaría frente al rey o lo encontrarían en medio de la guerra, no se podía esperar algo seguro jamás.— Preparaos, en unos días partiremos, entrenen, descansen lo suficiente que será un trabajo arduo — les hablo fuertemente, cuando este emitía algún anuncio, todo el lugar se quedaba en completo silencio, era el jefe del clan y le debían respeto, además de eso, se lo había ganado.Chaid Mackay, el frío, siempre había vivido tan orgulloso de sus hazañas, su apodo lo había ganado cuando tan solo tenía veinte años, en su segunda batalla, este había logrado derribar a medio ejercito totalmente solo.Era demasiado bueno con la espada, muchos hombres sentían miedo cuando este la blandía, miro a su guerrero y asintió levemente, no le gustaba hablar en medio de un entr
— ¿Chaid Mackay, te llamas así? — le preguntó Adhara totalmente sorprendida.Había pasado tantos años soñando con viajar a las mismas highlands para tener un hombre como aquel y ahora lo tenía entre sus brazos.Este no sabía que pensar, había pasado demasiado tiempo con una mujer que conocía muy poco, sus hijos eran algo enigmático.— Solo busco a mi hermana — le dijo este como respuesta, era algo que no se esperara que dijera.— ¡Oh, entiendo! ¿Dónde se perdió? — le preguntó algo triste por lo que esté le estaba contando.Chaid se levantó de aquella cama, era un remolque bastante pequeño y no tenía ni idea por donde comenzar a buscar.— En el infierno — dijo con seriedad, aunque la mujer le estaba pareciendo bastante hermosa y no podía dejar de mirarla.— Entiendo, si deseas te puedo ayudar a buscar, podemos ir a la policía y comenzar a buscar ahí, creo que será de gran ayuda — le dijo y este se quedó mirándole, realmente no era de su mundo, su ropa, su manera de hablar era demasiado
Esa mañana habían levantado completamente agotados, ver una maratón completa del señor de los anillos no era poca cosa, su amiga le había llamado, estaba preocupada al ver que esta no había estado en los entrenamientos esa mañana, habían terminado la etapa de estudios en aquel semestre, pero dedicaban dos semanas para hacer un entrenamiento completo, se iban de vacaciones el resto y volvían dos semanas antes, donde acondicionaban su cuerpo para las nuevas competencias.— No creo que vaya estas vacaciones, encárgate tú, estaré ocupada en algunas cosas que demandan mi tiempo — le dijo y le colgó, estaba bastante ocupada en ver como aquel hombre, de cuerpo bastante sexy estaba frente a ella, totalmente dormido y con el sol a su favor, haciendo que su piel resplandeciera.Era difícil no intentar besarlo, así que se puso justo en una posición donde sus labios se rozaran, este sintió como se acercaba, si algo había aprendido en la batalla, era el estar alerta a cualquier cambio en su espaci
— Tu hermana está en alguno de estos lugares, tiene que estarlo — dijo esta cuando comenzaron a buscar y nada surtía efecto, parecía ser como si se la hubiesen tragado de la faz de la tierra.— No lo sé, hemos buscado por todos lados, ¡maldito inframundo! — dijo este mientras seguía mirando por cada sitio que ella le indicaba.Adhara por su parte, tenía miedo de pensar que la niña la había sacado quizás de trata de blancas, no había nada seguro, así que seguiría buscando hasta agotar sus últimos cartuchos.— Deberíamos volver, es tarde y ya a esta hora es imposible seguir — le dijo ella, él ni siquiera la miró, sabía que estaba decepcionado, así que se marcharon en completo silenció, la primera vez que había usado aquel coche, se sorprendió totalmente, parecía ser que jamás había visto uno así, Adahara cada vez se reía más con las cosas que este decía, era demasiado extraño.— ¿Quieres ver alguna película? — le preguntó para ver si este cambiaba su semblante.— Quiero ver la que nos v
— ¿Buscamos en hospitales? — preguntó esta en la mañana,Habían tenido una noche bastante agitada, su cabello despeinado daba por hecho aquello.— Es buena idea, ¿en qué palacio brindan aquel servicio? — preguntó este, acostumbrado a que sus guerreros se atendieran en campamentos, en los conventos o en el reino.— No, ya te digo, a los centros médicos — dijo Adhara y comenzó a arreglarse, Chaid trataba de mantener su mente totalmente concentrada en la aparición de su hermana, pero era difícil al estar a su lado.Effie era tan solo una pequeña, cuando eso había pasado, no entendía la crueldad del hombre para llegar hasta esto, Duncan debía pagar por todo lo que había pasado, vengaría la muerte de su familia.— ¿En qué piensas? — volvió a preguntar, siempre que lo veía en total silencio, este estaba concentrado en algo más, no precisamente en este mundo.— Solamente pienso en Effie — dijo y ella le miró con ternura, cada día conocía un poco más de él.— No sabía que ese era su nombre —
Magno, el esposo de Dorotea había llegado junto a su hijo Celac, este último estaba entusiasmado de poder haber llegado a descansar.Algo al interior del hogar no le parecía nada bien, este estaba diferente a como lo habían encontrado, su mujer no estaba, le había llamado repetidas veces y está no contestaba, vio aquella ropa femenina que sabía no pertenecía a su esposa, además era algo que jamás había visto vestir a alguien, asumía que era de una joven, por el tamaño de estas.Tomó su daga y la preparó, quizás aquella mujer le había hecho daño a su esposa, extrañaba verla sola.— ¿Quién eres? — dijo el hombre al ver a una joven dormir en el dormitorio de su hijo.Celac se quedó impresionado de aquella mujer, era realmente hermosa, su cabello parecían hebras de oro y su piel dorada la hacían ver como una diosa.Adhara se levantó totalmente asustada, no esperaba encontrarse con alguien más, ver a aquel hombre barbudo y molesto le hizo sentir un miedo que nunca había experimentado.— Yo