En frente de una especie de fogata, así como el treinta y uno de octubre estaban Adhara completamente ensimismada en la magnitud de aquella familia, eso eran para ella, una enorme familia, el pueblo que quizás el destino había escogido para ella.Se preguntaba por su vida anterior, por su amiga y lo que esta estaba haciendo.Jane había seguido su vida, en su mente no había mucho interés en buscar a su amiga, más cuando esta parecía quedar en el olvido, eran vagos los recuerdos que quedaban de ella, así que siguió con su carrera, sus amigos y con un bebé en camino, estaba abrumada, pues aun creía ser muy joven para ser madre, estaba analizando sus opciones.— Cuando tu mente vaga de esa manera, siempre tienes mucho que decir, ¿Qué agobia tus pensamientos? — le pregunto Munro, este era un hombre de pocas palabras, siempre tenía un rostro serio y sin ápice de sonreír, pero cuando se trataba de Adhara, era imposible estar en completa seriedad, ella lograba sacar ese lado que nunca se ima
Las despedidas siempre costaban un poco, Adhara veía a Chaid con algo de nostalgia, sabía que se demoraría algún tiempo, había leído algunos libros en los que las batallas podían durar días y a veces hasta años, no sabía cuándo sería el momento de volver, pero estaba segura de que no sería fácil.— Estará bien, algo que tiene Chaid es la manera de solucionar todo, en la batalla es formidable, muchos le llamaban el frío, no quisiese decir exactamente por qué, pero es temido en la guerra — le dijo Munro, sabía que la zozobra acompañaba el corazón de Adhara, pero él se encargaría de que no doliera tanto.— Sí, he escuchado eso, sé que Arran se quedará, no sé por qué nunca va — preguntó ella, Larissa que estaba a su lado sonrió, se le había prometido a la madre de este que no lo mandarían a la guerra, por muy buen guerrero que fuese, nadie sabía mucho de su familia, había llegado ahí aún en gestación, su madre había pedido que cuando naciese, se le diera un lugar ahí, nunca supieron su as
Auba podía sentir la soledad, su madre siempre le había hecho entender de que nunca sería suficiente para un buen hombre, era algo que siempre había llevado sobre sus hombros, era la quinta de seis hermanos, los dos primeros ya casados, su única hermana era una de las mujeres más deseadas en el pueblo, había logrado casarse con un buen hombre y gozaba de una buena estabilidad.Ella por su lado había sido dada al castillo a cambio de la condonación de una deuda.Esa mañana le habían dado la noticia del fallecimiento de su abuelo, no sentía amor alguno por aquel hombre, quizás solo alivio, pues al final no tendría que volver a ver aquel rostro.Tomo su pequeño bolso y guardo lo necesario para el viaje, tenía que ser parte del funeral, costumbres que ella no podía violar, aunque quisiese.— ¿Te vas? — pregunto Adhara en cuanto la vio, había estado buscándola desde la tarde anterior, esta parecía haber desaparecido de la faz de la tierra, había escuchado el rumor de la muerte de un famili
La tensión en el lugar era grande, todos estaban comenzando a especular sobre lo ocurrido, muchos de los que estaban en las calles comenzaron a rebelarse, diciendo que Adhara les trataría de manera incorrecta y que pasaría por sobre ella, lo que no tenían muy claro era que esta no dejaría que nadie hablara de un tema que nadie tenía contexto completo.— No quisiese preguntar qué es lo que ha pasado, pero teniendo en cuenta lo que está causando vuestra acción, necesito saberlo todo, si nos tenemos que defender que sea con algo de peso — le dijo Larissa esa mañana, parecía ser que Adhara estaba pasando el tiempo en su habitación, tenía cierto miedo de contar qué era lo que estaba sucediendo.— He de decirte que ha cualquiera que hubiese vivido lo mismo que Auba le defendería con las garras, de eso no tengas dudas —le dijo ella y Larissa se sentó a su lado, sabía que esta tarde o temprano le contaría todo lo ocurrido y esperaba que así fuese, pues estaba lidiando con un grupo que iba cre
La sinceridad podía jugar una mala pasada si no es expuesta correctamente, las acciones duras siempre tienen dos casas de la moneda y muchas veces las víctimas son aquellas que creen victimarios.Auba estaba en el punto en el que era ella quien había rechazado a su familia, estos la habían hecho ver así, la enemiga de su propia sangre, estaba claro que era todo lo contrario, pues aquella familia le había dañado de la manera más terrible.— Estaba esperando poder hablar yo — le dijo la joven al oído de Adhara, Chaid había marchado días atrás y a pesas de la tristeza y la añoranza, estaba segura de que volvería, ahora su mente estaba ocupada en el asunto que parecía querer trasnochar la más de lo que se imaginó.— Estoy pensando en ello, pero primero debo hacer que se calmen o tus palabras seran en vano — le contestó mientras se situaba nuevamente, quería que estos no le vieran débil aunque por dentro el miedo estaba haciendo estragos.No era para menos, un grupo de gente enfurecida y h
PROLOGO— Dejadme morir por ella, intercambio mi vida por la de Effie, solo llévame allá y tráela devuelta — suplicó Chaid Mackay, le dolía saber que su pequeña hermana había perdido la vida por haber ganado una apuesta estúpida.— La vida y la muerte no depende de mí cuando aquella persona no es para este mucho, se va, desaparece, es la ley de la vida, no puedes decidir sobre esto, si te envío, no volverás.— No tengo nada que perder — dijo y este sin más lo llevo ahí, sabía que en él había dolor, pero no arrepentimiento por su pasado, por su soberbia y esto lo dejaría como un alma errante en el mismo infierno.¿A dónde viajarías si tuvieses la oportunidad de hacerlo?En algún punto de la vida alguien nos ha formulado esta sencilla pregunta, iríamos al pasado cuando Cristo hubiese sido crucificado para asegurarnos que era verdad, iríamos a la construcción de aquellas tres pirámides que ha tantas teorías nos ha llevado en la actualidad, inclusive iríamos a ver a ver sur América antes
— El rey te ha citado en sus tierras, es hora de volver a la batalla — dijo Angus su mano derecha, estaba serio como siempre, al encontrarlo en el campo de entrenamiento, este lo ignoro y siguió afilando su espada.En una semana estaría frente al rey o lo encontrarían en medio de la guerra, no se podía esperar algo seguro jamás.— Preparaos, en unos días partiremos, entrenen, descansen lo suficiente que será un trabajo arduo — les hablo fuertemente, cuando este emitía algún anuncio, todo el lugar se quedaba en completo silencio, era el jefe del clan y le debían respeto, además de eso, se lo había ganado.Chaid Mackay, el frío, siempre había vivido tan orgulloso de sus hazañas, su apodo lo había ganado cuando tan solo tenía veinte años, en su segunda batalla, este había logrado derribar a medio ejercito totalmente solo.Era demasiado bueno con la espada, muchos hombres sentían miedo cuando este la blandía, miro a su guerrero y asintió levemente, no le gustaba hablar en medio de un entr
— ¿Chaid Mackay, te llamas así? — le preguntó Adhara totalmente sorprendida.Había pasado tantos años soñando con viajar a las mismas highlands para tener un hombre como aquel y ahora lo tenía entre sus brazos.Este no sabía que pensar, había pasado demasiado tiempo con una mujer que conocía muy poco, sus hijos eran algo enigmático.— Solo busco a mi hermana — le dijo este como respuesta, era algo que no se esperara que dijera.— ¡Oh, entiendo! ¿Dónde se perdió? — le preguntó algo triste por lo que esté le estaba contando.Chaid se levantó de aquella cama, era un remolque bastante pequeño y no tenía ni idea por donde comenzar a buscar.— En el infierno — dijo con seriedad, aunque la mujer le estaba pareciendo bastante hermosa y no podía dejar de mirarla.— Entiendo, si deseas te puedo ayudar a buscar, podemos ir a la policía y comenzar a buscar ahí, creo que será de gran ayuda — le dijo y este se quedó mirándole, realmente no era de su mundo, su ropa, su manera de hablar era demasiado