Los secretos se guardan hasta la muerte, era la ley de las Highlands, nunca se había traicionado aquella palabra que se le estaba confiando, Chaid sabía que el conflicto se comenzaría a poner más complejo cuando Amatista decidiese hablar, sabía que la intención con la que había llegado a contarle era para que aquella relación acabará, en ella había visto ese recelo que no quererla, parecía que su sola presencia le molestaba.— ¿Estas segura de que use ese vestido? — le preguntó Auba y esta se quedó mirándole con seriedad.— No es que yo quiera, necesito que te guste a ti, es lo que realmente debe importar, los demás se pueden ir por un tubo — le contestó ella, estaba completamente ensimismada en la imagen que veía de aquella joven que hacía llamar amiga.— A veces no sé cómo mirarme, puedo ver en este espejo solo una mujer, pero nada más que eso.Quiero ver lo lindo que ves tú — le contestó ella, quería que le ayudara a manejar eso, la forma en que se veía, la imagen que tenía de ella
La cena había estado completamente amena, Chaid miraba a Adhara con una sonrisa y esta le respondía igual, se podía decir que estar ahí juntos les resultaba bastante gratificante para ambos.— He decidido hacer algo de ayuda para nuestra gente, desde ahora quiero que sea algo principal en nuestro día a día — dijo Larissa, sabía que aquel tema era algo que nunca se había atrevido a tocar y ahora que estaba Adhara y veía un cambio en el ambiente, lo haría.— Es la mejor idea que he escuchado en este día, lo hemos hablado igual con Chaid, le he expuesto que todos necesitan una vida mucho más decente para vivir, creo que somos mujeres fuertes, que podemos hacer algo bueno y organizado, con el liderazgo de Larissa todo se hará perfectamente — Añadió Adhara, Chaid parecía encantando con ello, veía que su madre estaba tomando cosas que le hacían sentir un poco más viva, con una manera diferente de ver la vida y era muy bueno, quizás fuese eso lo que necesitaba, una motivación clara para hace
Los derechos universales de cada ser humano se habían establecido en 1948, un diez de diciembre, estaba claro que después de la experiencia en la segunda Guerra mundial, se llegó al consenso de que era necesario implementar leyes universales que se respetasen lo que era cada individuo.— Si eres del futuro, ¿puedes predecir mi muerte? — le preguntó aquella mañana, cada día era un momento de conversaciones interesantes.— De hecho no, pero sé que tu clan es uno de los más fuertes, uno de los clanes principales en Escocia hasta el futuro, mi presente en ese tiempo, pero de ti escuché nada.Pero algo que me llamó la atención cuando llegaste a mí en ese día, era que decías que le habías intercambiado la vida a Aod para que este te dejara devolverle la vida a Effie, no hablaste de la de tu madre, pero temo que ella tampoco seguía con vida, pues me dijiste sobre que no habías podido protegerlas — le come to y este se quedó completamente serio, lo se imaginaba que algo así pudiese haber pasa
En frente de una especie de fogata, así como el treinta y uno de octubre estaban Adhara completamente ensimismada en la magnitud de aquella familia, eso eran para ella, una enorme familia, el pueblo que quizás el destino había escogido para ella.Se preguntaba por su vida anterior, por su amiga y lo que esta estaba haciendo.Jane había seguido su vida, en su mente no había mucho interés en buscar a su amiga, más cuando esta parecía quedar en el olvido, eran vagos los recuerdos que quedaban de ella, así que siguió con su carrera, sus amigos y con un bebé en camino, estaba abrumada, pues aun creía ser muy joven para ser madre, estaba analizando sus opciones.— Cuando tu mente vaga de esa manera, siempre tienes mucho que decir, ¿Qué agobia tus pensamientos? — le pregunto Munro, este era un hombre de pocas palabras, siempre tenía un rostro serio y sin ápice de sonreír, pero cuando se trataba de Adhara, era imposible estar en completa seriedad, ella lograba sacar ese lado que nunca se ima
Las despedidas siempre costaban un poco, Adhara veía a Chaid con algo de nostalgia, sabía que se demoraría algún tiempo, había leído algunos libros en los que las batallas podían durar días y a veces hasta años, no sabía cuándo sería el momento de volver, pero estaba segura de que no sería fácil.— Estará bien, algo que tiene Chaid es la manera de solucionar todo, en la batalla es formidable, muchos le llamaban el frío, no quisiese decir exactamente por qué, pero es temido en la guerra — le dijo Munro, sabía que la zozobra acompañaba el corazón de Adhara, pero él se encargaría de que no doliera tanto.— Sí, he escuchado eso, sé que Arran se quedará, no sé por qué nunca va — preguntó ella, Larissa que estaba a su lado sonrió, se le había prometido a la madre de este que no lo mandarían a la guerra, por muy buen guerrero que fuese, nadie sabía mucho de su familia, había llegado ahí aún en gestación, su madre había pedido que cuando naciese, se le diera un lugar ahí, nunca supieron su as
Auba podía sentir la soledad, su madre siempre le había hecho entender de que nunca sería suficiente para un buen hombre, era algo que siempre había llevado sobre sus hombros, era la quinta de seis hermanos, los dos primeros ya casados, su única hermana era una de las mujeres más deseadas en el pueblo, había logrado casarse con un buen hombre y gozaba de una buena estabilidad.Ella por su lado había sido dada al castillo a cambio de la condonación de una deuda.Esa mañana le habían dado la noticia del fallecimiento de su abuelo, no sentía amor alguno por aquel hombre, quizás solo alivio, pues al final no tendría que volver a ver aquel rostro.Tomo su pequeño bolso y guardo lo necesario para el viaje, tenía que ser parte del funeral, costumbres que ella no podía violar, aunque quisiese.— ¿Te vas? — pregunto Adhara en cuanto la vio, había estado buscándola desde la tarde anterior, esta parecía haber desaparecido de la faz de la tierra, había escuchado el rumor de la muerte de un famili
La tensión en el lugar era grande, todos estaban comenzando a especular sobre lo ocurrido, muchos de los que estaban en las calles comenzaron a rebelarse, diciendo que Adhara les trataría de manera incorrecta y que pasaría por sobre ella, lo que no tenían muy claro era que esta no dejaría que nadie hablara de un tema que nadie tenía contexto completo.— No quisiese preguntar qué es lo que ha pasado, pero teniendo en cuenta lo que está causando vuestra acción, necesito saberlo todo, si nos tenemos que defender que sea con algo de peso — le dijo Larissa esa mañana, parecía ser que Adhara estaba pasando el tiempo en su habitación, tenía cierto miedo de contar qué era lo que estaba sucediendo.— He de decirte que ha cualquiera que hubiese vivido lo mismo que Auba le defendería con las garras, de eso no tengas dudas —le dijo ella y Larissa se sentó a su lado, sabía que esta tarde o temprano le contaría todo lo ocurrido y esperaba que así fuese, pues estaba lidiando con un grupo que iba cre
La sinceridad podía jugar una mala pasada si no es expuesta correctamente, las acciones duras siempre tienen dos casas de la moneda y muchas veces las víctimas son aquellas que creen victimarios.Auba estaba en el punto en el que era ella quien había rechazado a su familia, estos la habían hecho ver así, la enemiga de su propia sangre, estaba claro que era todo lo contrario, pues aquella familia le había dañado de la manera más terrible.— Estaba esperando poder hablar yo — le dijo la joven al oído de Adhara, Chaid había marchado días atrás y a pesas de la tristeza y la añoranza, estaba segura de que volvería, ahora su mente estaba ocupada en el asunto que parecía querer trasnochar la más de lo que se imaginó.— Estoy pensando en ello, pero primero debo hacer que se calmen o tus palabras seran en vano — le contestó mientras se situaba nuevamente, quería que estos no le vieran débil aunque por dentro el miedo estaba haciendo estragos.No era para menos, un grupo de gente enfurecida y h