Fiona no tenía ni una pizca de compasión por aquellos ladrones motociclistas. Hablaba con odio en su voz, y los pateaba constantemente. Durante los dos últimos días, no había comido ni dormido bien, pensando en sus tres millones ochocientos mil dólares.

"¡Se los diré! Después de tomar el dinero, se lo entregamos a nuestro jefe. ¡Y nos dio a cada uno una parte!".

El hombre confesó inmediatamente, evidentemente aterrado.

"¿Entonces cómo supieron que guardaríamos nuestro dinero aquí? ¡No puede ser una coincidencia!", les preguntó de nuevo Fane. Ya sabía la respuesta, pero necesitaba una confirmación adecuada.

Además, era imposible que Andrew y Fiona creyeran que la culpable era Xena. Los dos, especialmente Fiona, ya trataban a Xena como a una nuera.

"Fue Xena Jackson quien se lo dijo a nuestro jefe. Ella también es miembro de los Ladrones Motociclistas. Nos da la información, y si conseguimos el dinero, se queda con el veinte por ciento para ella sola. Se lleva incluso más que nosotr