"De ninguna manera. Fiona y Andrew son bastante mayores. Es imposible que los cuatro no hayan podido arrebatarles el dinero".

Xena frunció el ceño al oír eso. Se acercó a echar un vistazo.

Al verlo, su cara se llenó de disgusto, porque no había ninguna bolsa a la vista.

"¡Inútiles! ¿Cuatro hombres y no pudieron robarle a una pareja de ancianos?".

La expresión en el rostro del joven Amo Harvey se endureció. No parecía muy satisfecho.

Aunque tres millones de dólares no eran mucho para él, no le gustaba fracasar en nada de lo que hacía.

"¡Parece que vienen tres motocicletas, pero en una de ellas va un pasajero de más!", exclamó uno de los hombres cuando se acercaron a la entrada.

Las motocicletas avanzaron a toda velocidad. La gente estaba llena de desconfianza. Cinco hombres bajaron de las motos.

"Jefe...".

Uno de los hombres tenía heridas en la frente; la sangre le manchaba la cara.

Corrió hacia el joven Amo Harvey. "No…No logramos conseguir la mercancía", dijo, con terror en