El tiempo ha pasado y la manada de Los Arcanos Mayores ha aprendido a vivir sin Geisi. Aren y Oto han encontrado estabilidad en su relación con Gil, quien los ama a ambos de manera inquebrantable. Aunque Aren todavía siente la presencia de Geisi en su corazón, ha aprendido a respetar su decisión de no regresar y no interfiere en su vida. Geisi, por su parte, ha seguido adelante con su vida como doctora en el hospital. Se ha enamorado de la vida humana y disfruta de su trabajo ayudando a los demás. Aunque a veces siente nostalgia por su antigua vida en la manada, ha encontrado un nuevo propósito y felicidad en el mundo humano.Aren, Oto y Gil han construido una relación sólida y llena de amor. Han aprendido a compartir y apoyarse mutuamente, superando cualquier obstáculo que se les presente. Juntos, han formado una familia única y especial.Aunque la ausencia de Geisi siempre está presente en sus vidas, han aprendido a aceptarla y seguir adelante. La manada de Los Arcanos Mayores cont
Al fin el ansiado día llega, todo es alegría y felicidad en la manada que se encuentra engalanada y llena por los invitados.La ceremonia se lleva a cabo en un claro rodeado de majestuosos árboles centenarios. La luz del sol se filtra entre las hojas, creando destellos dorados que iluminan el lugar. Los invitados, tanto lobos como arcontes, se reúnen en silencio, llenos de anticipación por presenciar esta unión mágica.A medida que la música comienza a sonar, los lobos, con sus pelajes brillantes, se acercan al claro desde todos los rincones del bosque. Sus ojos brillan con una intensidad cautivadora, reflejando la sabiduría ancestral que poseen.Los arcontes, con sus túnicas flotantes y coronas de flores, se unen a la danza de los lobos. Sus movimientos gráciles y elegantes se entrelazan con la fuerza y la agilidad de los lobos, creando una coreografía única que representa la unión entre ambos mundos.Mientras tanto, los dioses observan desde lo alto, bendiciendo esta unión sagrada.
Corre sin mirar atrás, las ramas de los árboles destrozan su ropa, su piel se llena de heridas. Pero su mente le dice, que no debe parar. Tiene que escapar, no puede dejar que la vuelvan a atrapar. Sigue corriendo por medio del bosque, sus pies descalzos le duelen, sangran de tantas heridas, sin embargo, no se detiene, algo en su interior la impulsa a hacerlo y no detenerse. ¡Tiene que escapar, su vida depende de ello! Después de correr por en medio de la espesa vegetación. Llega a un claro donde hay un gran río, se lanza al agua sin pensarlo dos veces, es la única escapatoria. No sabe nadar, se agarra fuertemente de un tronco que aparece de la nada. Puede escuchar a lo lejos, las voces de quienes la persiguen, se impulsa con sus pies, la corriente la arrastra a gran velocidad, ha estado a punto de soltar el tronco varias veces. Traga agua en repetidas ocasiones, siente que no va poder resistir pero una voz en su cabeza la insta a no detenerse a resistir. Su cuerpo está congela
En medio de las empinadas y heladas montañas, se encuentra anclada la ciudad de Arcanán, más allá de dónde los ojos de los humanos han llegado a ver jamás. De difícil acceso es prácticamente desconocida para el mundo. Solo los seres sobrenaturales tienen conocimiento de ella. Está rodeada de altas murallas, encima de los desfiladeros de difícil acceso que la convierten en una de las más seguras e impenetrables de todo lo conocido. Solo pueden visitarla aquellos que son invitados, y nadie, ni por casualidad, puede traspasar las enormes puertas que la resguardan. Rumores dicen que en ella habitan desde siglos de los siglos los llamados Arcontes Mayores, desde que fueron expulsados de la ciudad celestial y obligados a vivir como mitades de almas de hombres lobos. Nadie sabe si es cierto ésto, lo que sí saben todos es que esta ciudad y su extraña manada de hombres lobos llamada Arcano. Es dirigida por el más temible y cruel Alfa que ha existido en todos los tiempos, motivo por el cual
Gritó a toda voz ante los ojos sorprendidos de Enril que nunca antes lo había visto comportarse con él de esa manera. Aren se retiró dos pasos para luego ante el silencio de su hermano girarse y preguntar.—¿No lo entiendes, Enril? Me seguirán a todas partes hasta dar con ella, y la matarán. Asesinarán a mi Luna solo por seguir teniendo el control de la manada. —Es verdad, tienes razón mi hermano. Disculpa por no haber pensado en eso. Voy a preparar todo, luego paso por ti.—No dejes que nadie te vea con esos libros secretos o sospecharán que algo vamos a hacer, acuérdate que nuestros padres siempre escondieron lo que eran verdaderamente.—Descuida, nadie me verá. Lo ve alejarse y de a poco vuelve a convertirse en lobo. Le duelen un poco las patas del largo camino que recorrió, para solo ver a esa hermosa personita asomarse a su ventana y sonreírle. Ha crecido, es realmente hermosa. Todavía recuerda el día que vino al mundo. Estaba como siempre en el bosque, era luna llena. La cont
Una pequeña niña corre a todo lo que puede asustada mirando como unos extraños se acercan por el sendero que ella iba, hasta meterse entre unos arbustos temerosa, guardando silencio hasta que las voces se alejan sin que la hayan descubierto. Todavía se queda escondida un rato más por si acaso le da por volver y la atrapen si sale. Cuando una voz muy conocida la hace saltar. — Gil, cariño, ¿qué haces escondida ahí? —pregunta una bella mujer inclinándose para ver por entre los arbustos.—Nada mamá, es que las personas me miran extraño y se burlan de mí —contestó saliendo, sintiendo que estaba segura en los brazos de su madre.—No es extraño amor, es solo curiosidad. Trató de explicarle una vez más, su madre. Pues era verdad lo que decía la niña, su hermoso cabello blanco y sus peculiares ojos hacían que todos la miraran como si ella fuera algo malo. No eran pocas las veces que tenían que escapar por tal motivo de los lugares.—¿Por qué mi pelo es blanco, mamá?—No lo sé cariño, fuero
Se detienen en seco y la miran preocupados. No es la primera vez que los rechazan por el aspecto de su linda y pequeña hija.—Sí, es nuestra pequeña hija. —Felicidades, es muy hermosa.—Muchas gracias, señora —responden y respiran aliviados al ver como ella en verdad la elogió y le sonríe con cariño a Gil.—Acabamos de llegar a la ciudad—explica la madre, que también se apresta para ayudar a la amable señora. —Estamos buscando donde vivir y trabajar.—Pues se han puesto de suerte, estoy abriendo una nueva dulcería y me vendría bien que trabajaran para mí —ofrece enseguida trabajo. —Estoy en busca de nuevos trabajadores, podría incluso alquilarles un pequeño apartamentico detrás de la dulcería, pero se los advierto, está muy descuidado, tendrían que arreglarlo.—¡Oh, señora muchas gracias, muchas gracias! — exclaman enseguida los dos inclinándose delante de ella sin poder creer que hayan tenido tanta suerte. —No importa, le aseguramos que lo arreglaremos sin problemas. Aceptamos su
El enorme lobo negro con sus ojos rojos, está allí frente a ella. Avanza despacio a su encuentro, pero al ver como ella cierra los ojos y se hace un ovillo en una clara demostración del inmenso miedo que está experimentado, se detiene a unos cuantos pasos de ella. Se sienta en sus patas traseras y la observa sin hacer nada más, moviendo lentamente su cola de un lugar a otro. Gil aún tiembla asustada, y aunque él se detiene ella vuelve a retroceder hasta que su espalda choca con el tronco de un árbol, y se queda allí sin saber qué hacer. Observa como el lobo no hace un solo gesto de venir hacia ella de nuevo, todo lo contrario, se acuesta en el lugar con su cabeza sobre sus patas delanteras, sin dejar de observarla con sus ojos rojos que cambian a dorados, moviendo la cola suavemente. ¡No sabe qué pensar, es un enorme lobo! Lo ve como agacha sus orejas en una clara señal de sumisión ante ella. Eso lo sabe por la cantidad de veces que su padre le ha explicado que significa ese gesto e