Ya ha pasado un año, desde la detención de Julio Fernández, que ha sido muy intenso en Distrito Este.
Ahora, el barrio es más seguro, la droga ha desaparecido de sus calles y con el dinero requisado al empresario narcotraficante han construido un centro de desintoxicación, asociado a «Proyecto Hombre» y se ha iniciado un programa de reparto de metadona en el centro de salud, controlado por los servicios sociales y coordinado por Santiago Ocaña, el marido de la inspectora Morales.
Con los beneficios de la venta de las propiedades de Julio se ha dotado a la comisaría de nuevos medios técnicos que van desde ordenadores y material de oficina hasta nuevos vehículos. Era una petición que llevaban años haciendo desde jefatura, pero que nunca había sido atendida.
En comisaría, no solamente ha habido cambios en las dotaciones, también en el personal.
Lorena García ha sido trasladada a la Interpol por lo buena que es en lo suyo y en su trabajo, estando al nivel
Distrito Este es un barrio como aquellos en los que vivíamos cuando éramos niños. Con sus tiendas de toda la vida; donde la gente se conocía y todos los vecinos hablaban entre sí.Un barrio obrero situado en las afueras de Madrid donde los chicos se han criado jugando en las calles o corriendo entre las calles de un polígono, que también ha sido la perdición de muchos de ellos, pues el trapicheo de droga era constante.Cuando abrieron la comisaría parecía que la cosa iba a cambiar, pero no fue así puesto que los pequeños camellos buscaron lugares escondidos para trapichear y cuando los detenían enseguida quedaban libres pues no se seguían los protocolos correctos y algunos policías hacían la vista gorda a cambio de su parte del pastel.No solamente era la droga sino también los robos de los «yonkis» para conseguir su dosis o de los c
Se acercaba la graduación de la escuela de oficiales de la academia de la policía Nacional de Ávila. Como siempre, había ido un representante de cada comisaría de España para informar sobre su comisaría y dar su evaluación, para ver si el agente era apto o no.Por Distrito Este fue la inspectora Morales junto con Montse Ibarra que era la responsable de la unidad de asuntos internos de ese distrito.La relación entre Montse y Vanesa no era muy cordial, pero como eran muy profesionales hicieron lo que el deber les mandaba.Habían tenido un problema personal que no había sido resuelto del todo. Vanesa Morales no le pudo perdonar algo que ella había hecho en el pasado, pero, aunque posiblemente fuera difícil de perdonar, Montse había tratado de enmendar su error. Pero esto lo veremos en los próximos capítulos donde el pasado se va a convertir en presente.Cuando les tocó hacer las entrevistas se centraron en dos alumnos, un agente llamado Pablo que parecía que es
Tras la ceremonia de graduación, Alicia volvió a Madrid a casa de sus padres, que vivían en uno de los barrios más exclusivos, mientras esperaba que le comunicaran si al final iría destinada a Distrito Este, tal y como ella había pedido. Su padre, Luis de Santiago era el fundador del bufete «De Santiago y asociados». Se trataba de un prestigioso abogado de empresas, lo que le permitía llevar una vida acomodada. Su madre era Sofía Alonso, una abogada, que había dejado de ejercer cuando nació ella y que, desde entonces, se dedicó a cuidar de su hogar y su familia. Su origen era humilde, pero conoció a Luis cuando trabajaba como pasante en un bufete y empezaron una relación. De puertas para afuera y ante su hija eran la pareja perfecta. Ese tipo de parejas que todos envidiaban en las reuniones y fiestas donde no daban muestra de tener problemas, pero cuando estaban solos la cosa cambiaba. En la intimidad o discutían todo el tiempo o se ignoraban, yendo cada uno
Tras, mínimamente, recuperarse de la muerte de su madre, Alicia se reincorporó al trabajo, donde todos fueron muy cariñosos y amables con ella. —Alicia, ven a mi despacho, por favor —le dijo Vanesa Morales. —Ahora voy —contestó Alicia mientras dejaba la chaqueta y el bolso en su silla. —Te acompaño en el sentimiento y puedes contar conmigo para lo que necesites —le dijo su compañero Ricardo, mientras le daba un abrazo. —Gracias de corazón. Voy a hablar con Morales y luego me pones al día. Se dirigió al despacho de la Inspectora Jefe, llamó a la puerta y entró. También estaba allí el comisario Ramón Bordón que lo primero que hizo fue darle el pésame y ofrecerle todo su apoyo. —Aquí tienes el informe del accidente de tu madre. Te lo enseño por deferencia, pero no puedes investigar sobre ello. La investigación la está llevando el oficial Carvajal —le dijo Vanesa. —Pero si esa noche no estaba de guardia, pues salió al mismo tiempo
Alicia pidió a Lorena que intentara encontrar las imágenes del polígono de la fecha de la muerte de su madre. Era una petición extraoficial y, por supuesto, sin el permiso de la Inspectora Jefe ni del comisario, pero aun así Lorena dijo que lo haría en cuanto pudiese.Cuando tuvo las imágenes, llamó a la inspectora de Santiago para enseñárselas y, descubrió que media hora después del accidente, pasó por el polígono el coche de Pablo Carvajal, con un bulto en el asiento trasero que parecía un hombre. En el momento en que veía las imágenes apareció en el despacho de Lorena, Vanesa Morales que, como es lógico, se enfadó.—Entiendo que quieras descubrir las causas del accidente de tu madre, pero debes seguir los cauces legales y mientras la inspectora García trabaja para ti, está dejando de investigar otros delitos.
Luis, el padre de Alicia, se incorporó al trabajo en el bufete y después de lo que había pasado tomó una decisión, aunque supusiera perder parte de los ingresos que tenía, pues no quería también perder a su hija. Llamó a Julio Fernández, pues era uno de los mejores clientes del despacho. —¿Para qué querías verme? —dijo Julio. —Voy a dejar de llevar tus negocios, poco legales, no puedo permitirme perder a Alicia si se llega a enterar —dijo Luis. —Pero somos amigos y a Sofía no le gustaría que lo hicieras. —No nombres a mi mujer, esto no tiene que ver con ella ni con nuestra amistad, es simplemente una decisión comercial y en el resto de asuntos te seguiré representando —contestó el abogado con voz firme. —Si es tu última palabra, entonces yo tomaré las medidas oportunas. —respondió Julio con voz amenazante mientras abandonaba el despacho. Alicia y Ricardo aprovecharon que habían ido a investigar unas pintadas en una iglesia cercana al h
El día después del registro, en la empresa de Julio Fernández, Ricardo decidió hablar con su hermano Jairo. —Jairo, ¿cómo es que trabajas en construcciones Fernández? preguntó Ricardo a su hermano, mientras desayunaban. —Es el único que me dio trabajo cuando nadie me lo daba y es el que ha confiado en mí —contesto Jairo. —Podías haber encontrado otro trabajo, porque vales muchísimo, hermano. —Nadie da una oportunidad a un chico del polígono y que encima ha estado en el reformatorio. Julio sin importarle me dio esa oportunidad. —Vale, pero cuidado con él, si le registramos ayer fue porque es sospechoso de narcotráfico. —Está limpio, nunca han encontrado nada, pero tendré cuidado hermano. Me voy a trabajar. —Yo también me voy, te acompaño —dijo Roberto mientras salían por la puerta de la casa. Por otro lado, llegó a trabajar en construcciones Fernández, un nuevo responsable de la seguridad, un antiguo aspirante a policía
Una vez descubierto quién era el violador de la máscara, la inspectora Morales empezó a preparar el operativo para encontrarle y capturarle, pero pronto recibiría una desagradable noticia. Pablo había comenzado a frecuentar «La Perla», donde Carmen había empezado a trabajar como ayudante de cocina, pues le encantaba y quería preparar el examen de la escuela. —¿Quieres probar unas magdalenas que acabo de hacer? le dijo Carmen a Pablo, que había ido a tomar un café. —Vale, preciosa, pero sólo una que tengo que cuidarme —le respondió él. Le puso el café y una magdalena casera, de esas que acababa de hacer. —Está muy buena, la verdad, con esto me voy mucho más animado a trabajar —pagó la consumición y volvió a su puesto en Construcciones Fernández. Mientras tanto, Sergio Mayoral, tenía pensado ofrecerse a Julio Fernández, para llevar sus negocios de tráfico de drogas, por lo que entró en el despacho de Luis, el padre de Alicia, para robarle los da