Había anochecido y mientras Lucas Valdez llegaba a la sala de urgencias, Sebastián Costa se encontraba en la terraza de la Suite Presidencial. Rosella Bellini y él habían pasado parte del día allí mismo mientras ella dibujaba en silencio un retrato a carboncillo del Arco del Fin del Mundo. El dibujo es increíble le había dicho Costa, tienes un talento nato para el dibujo, Rosy.
Rosella se encontraba dentro de la habitación dando los últimos detalles a su dibujo. Durante su época como estudiante de arte había aprendido muchas técnicas de pintura, pero hacerlo a lápiz era su favorito, decía que se conservaba más la esencia del dibujo y que le hacía recordar el instante mismo en que lo había dibujado - es como poner una parte de mí en cada dibujo - solía decir - solo Dios puede dotar de tan bellos colores los paisajes, es por eso que prefiero el carboncillo en blanco y negro - decía en otras ocasiones. En Roma tenia cientos de dibujos de diferentes lugares del mundo, desde la Torre Eiffel (su favorita y de la cual tenía varios dibujos en distintos ángulos), pasando por la muralla china, la ópera de Sídney, La Pirámide de Giza, El Coliseo Romano, El Cristo Redentor de Río de Janeiro, incluso Machu Picchu y Venecia.
Casarse con Leone Bellini le había proporcionado gran parte de los recursos para realizar todos y cada uno de sus viajes, y aunque ella se casó plenamente convencida y enamorada, con el tiempo, Leone se fue transformando en un monstruo hosco y casi sin sentimientos.
Ahora, en compañía de Sebastián Costa, se sentía de nuevo una mujer plena. Una mujer madura que a sus 37 años sabe que aún hay muchas cosas que disfrutar.
Había terminado el dibujo y se sentía contenta con el resultado. Miró el reloj y salió también a la terraza.
- ¿Estás bien? – preguntó sin mirar a Costa a los ojos. Se colocó a su lado.
- Si, solo pensaba en el pasado. Es duro comenzar de nuevo, ¿no lo crees así? – dijo él sin apartar la mirada del inmenso océano frente a ellos.
- Sí, pero estoy convencida de que hiciste lo correcto.
- Me duele no haber podido salvar a los otros.
Rosella le dedicó una mirada comprensiva y nostálgica.
- Victoria me dijo una vez que tarde o temprano esto pasaría. Ella y yo teníamos planes de casarnos ¿recuerdas? –continuó él- pero es imposible llevar una vida feliz cuando te has inmiscuido con gente tan ruin. Ella y yo hablábamos a menudo de este lugar, ¿sabes? Decíamos, casi siempre bromeando, que si algo malo pasaba nos encontraríamos aquí. Ahora estoy seguro de que ellos la han atrapado y que, si no está muerta, pronto lo estará…
Rosella escuchó aquello con prudente silencio, limitándose a asentir con la cabeza cuando él volvía la mirada hacia ella
- ¿Ves este amuleto? – dijo Costa sacándolo del bolsillo y extendiéndolo
- Si - asintió ella.
- Bueno, fue un regalo de una paciente que venía de Japón, simpatizábamos mucho y nos escribíamos a menudo, también conocía a Victoria y fueron juntas de compras algunas veces. Era una amiga sincera, igual que tu… – al oír esto Rosella sonrío tímidamente– …cierta ocasión nos dio este amuleto y dijo que provenía de una dinastía muy antigua, que era muy poderoso, decía que cuando uno tenía buenos deseos y pensamientos hacia los demás, el amuleto intensificaba esas emociones, pero que si uno se encontraba de repente con ideas malas o sintiendo odio, el amuleto igual las intensificaría, en pocas palabras, potencia las emociones y puede asumir el control de la persona que lo posea.
- Jamás creí ese tipo de cosas, soy un hombre de ciencia, lo sabes bien, pero desde que Victoria y yo nos separamos parece como si estuviera fuera de control. Anoche ocurrió algo muy extraño, la mujer con la que me viste esta misma mañana se llama Colette, la vi anoche en el restaurante Lucca, sentí atracción por ella, pero de una forma extraña, digamos que me gusto un poco. Pensé solo en hablar con ella, invitarle una copa y nada más, pero el amuleto intensifico ese deseo, fui tras ella como un casanova, sintiendo al poco tiempo un enorme deseo que crecía y crecía dentro de mí. Pasamos la noche juntos, y cuando era momento de que se fuera, el amuleto apareció de nuevo, ella lo miró fijamente durante largo rato como si estuviera hipnotizada y me pidió de forma casi suplicante que le hiciera de nuevo el amor.
Rosella escuchaba con expresión melancólica y con una pizca de escepticismo, pues también ella era una mujer de ciencia, estudiosa y artística que no se podía permitir creer semejantes patrañas, pero algo en su interior no se permitía dudar de las palabras que oía.
- Finalmente el deseo fue tan grande que volvimos a la cama – continúo Costa - pero esta vez no me sentía yo mismo, me sentía desplazado de mi propia mente. He intentado deshacerme de él, pero siempre regresa, debo decirte además que cuando hicimos lo que hicimos en Roma, Victoria llevaba puesto el amuleto y de alguna extraña manera me sorprendió el hecho de que no se hubiera arrepentido en el último momento. Ahora pienso que el amuleto nos hizo odiar más a Salvatore. – él se volvió a mirarla y ella vio en su expresión la misma melancolía que ella sentía, aunque por razones distintas.
Rosella tardó en asimilar todo lo que estaba escuchando, le dolía el hecho de que Costa siguiera amando a Victoria. Sentía celos, pues su matrimonio con Leone Bellini era todo lo contrario, no había amor, ni aficiones mutuas, ni siquiera habían podido tener un hijo como era el deseo de ella, pues Leone Bellini era estéril. Ella sabía que serle infiel a su marido le costaría la vida, por eso nunca había intentado concebir en brazos de otro hombre. Sintió de pronto deseos de llorar, pues todos esos pensamientos llegaron de repente como una avalancha. Le dolía también la pérdida de su madre, cuya muerte estaba reciente. Parpadeó un par de veces antes de comenzar a llorar. Costa se acercó y la tomó entre sus brazos y con la luna y el arco como testigos se fundieron en un abrazo. El amuleto en el bolsillo comenzó a invertir su aguja interior, era como si lloviera en el desierto, pues percibió un amor que, si bien no era mutuo, si era lo suficiente para aplacar sus oscuros poderes. El amuleto comenzaba a adormilarse como en los tiempos de mayor amor entre Sebastián Costa y Victoria Greco, solo que esta vez, era Rosella Bellini quien parecía calmarlo, ella y su amor.
A pocos metros de la Ciudad del Vaticano, se alza una majestuosa construcción de carácter renacentista. Se trata del castillo Sant Angelo. Iniciado por el emperador Adriano en el año 135 para ser su mausoleo personal y familiar, fue terminado por Antonino Pío en el año 139. El castillo está conectado con la Ciudad del Vaticano por un corredor fortificado, llamado Passetto, de unos 800 metros de longitud. La fortaleza fue el refugio del Papa Clemente VII durante el asedio y saqueo de Roma en el año 1527, que llevaron a cabo las tropas del rey Carlos I de España, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.En un puente con el mismo nombre que se alza sobre el Rio Tiber, Leone Bellini esperaba impaciente, noticias de su hombre de confianza, Lucas Valdez. Hacia una semana ya que había hablado con él, para entonces, le había dicho que buscaría a Sebastián Costa y que har&ia
Situado en el mar, sobre una isla artificial localizada a 270 metros de la playa en el Golfo Pérsico, el Burj Al Arab es una imponente construcción con una altura de 320 metros, un lujoso hotel que hace palidecer a la mayoría de los hoteles que se jactan de ser lujosos alrededor del mundo. Es, además, el único con la categoría de siete estrellas alrededor del globo.Los decorados interiores tienen mármol, terciopelo y hojillas de oro. En el vestíbulo, fuentes de agua danzantes, brillantes colores en el techo, acuarios gigantes y luces multicolores son solo algunas de las cosas a las que Victoria Greco les prestó atención.Con su sorprendente altura y con un total de 56 plantas, Victoria Greco se sintió por un momento empequeñecida. Olvido por un momento, al contemplar la majestuosidad del hotel, la desdichada situación en la que se encontraba.Había reservado
Victoria se sentía inquieta. Durante la noche apenas si había podido dormir un par de horas; dominada por una sensación de peligro inminente apenas comía y casi nunca salía de su habitación.La bulliciosa y majestuosa ciudad le pedía a gritos que saliera, que disfrutara de todo su encanto y que gastara más de la cuenta en sus costosas instalaciones. Ella nunca había estado en Dubái y era una pena visitarlo cuando se hallaba en condición de fugitiva.Mientras tanto, Derek, recorría el hotel de arriba abajo, con la misma atención de un cazador que busca desesperadamente una presa; pero sus ojos no habían vuelto a ver a Victoria desde su llegada al Hotel. Había preguntado por ella y no estaba registrada, era para él, obvio que la mujer había dado un nombre falso al registrarse. La noche era genial y Derek detestaba estar caminando sin sentido, subiendo y
Habían pasado cerca de dos semanas desde que Rosella Bellini llegará a la ciudad, durante este tiempo, ella había reflexionado mucho acerca de cada una de las decisiones en su vida, decisiones, que la habían llevado hasta allí. Cada decisión, por pequeña que sea, siempre influye en nuestras vidas, nos lleva por caminos llenos de gloria, triunfos y nos lleva a conocer personas clave para nuestro propio crecimiento personal, por el contrario, a veces, estos caminos pueden verse ensombrecidos, ennegrecidos, caminos donde nuestros peores miedos pueden tomar formas bastante desagradables y donde, muchas veces, encontramos la muerte de forma estúpida y sin ningún propósito.Rosella se sentía plena y feliz en compañía de Costa. Durante su tiempo juntos, habían hablado muchas noches sobre lo bueno que eran los viejos tiempos y sobre la volatilidad inminente y aplastante del tiempo. Cada
El gobierno de Estados Unidos ha expedido con anterioridad alertas de viaje a sus ciudadanos, con el fin de que no visiten o lo hagan bajo su propio riesgo, determinadas ciudades en México. El municipio de Los Cabos, con todo y su reconocimiento a nivel mundial, sus paradisiacas playas y sus lujosos complejos, no estuvo exentó de violencia y el gobierno norteamericano lo incluyó hace poco en su lista de “zonas rojas”. Aprovechando esta penosa casualidad, Derek, hombre de confianza de Bellini, acudió a las autoridades locales para reportar la “desaparición” de dos “amigos” suyos.Pronto los rostros de Sebastián Costa y Lucas Valdez serian vistos por turistas y locales y, si seguían en la ciudad, sería fácil dar con ellos. Derek se regocijó con este pensamiento y olvido todas sus preocupaciones. No tenía caso tenerlas, no cuando tarde o temprano alguien, en alg&uacut
La oscuridad del sótano parecía colarse dentro de sus entrañas; la sentía recorrer cada centímetro de su debilitado y tembloroso cuerpo. Hacia solo 10 minutos que el hombre corpulento de barba larga había asomado por el umbral de la puerta y la había rociado con una manguera. El agua helada había aumentado sus temblores y el frio se volvía el cómplice cruel de la oscuridad. Se hallaba completamente desnuda y sabía que muy probablemente había cámaras en la habitación; cámaras tan sofisticadas que aun a pesar de la oscuridad podrían transmitir su desnudez a los monitores de quien sabe cuántos hombres. Probablemente el mismo Conde Di Tella estaba en su habitación, recostado, observándola. Se le revolvió el estómago solo de pensarlo y trató en vano de apartar la idea de su cabeza: estaba siendo despojada de su propia intimidad, siendo
La casa de 380m2 propiedad de la Familia Di Tella se encuentra en la zona arqueológica de los baños termales de Caracalla rodeada de exuberante vegetación. La entrada tiene un suelo de mármol con inserciones grandes y losas policromadas, que representan la rosa de los vientos. La sala de estar cuenta con dos grandes salas y un comedor, separados por un patio luminoso decorado con frescos del siglo XV y una gran bañera de mármol rosa. Los pisos de la sala de estar están completamente cubiertos con parquet de tablas de roble (diseño Versalles) con inserciones de mármol amarillo y rojo. En las paredes hay una boiserie, una gran librería francesa de roble, armarios a medida decorados con toques de papel, espejos y tapices, y una hermosa chimenea francesa del siglo XVII en mármol amarillo de Siena. El área de dormir cuenta con una sala de televisión con una librería de madera, un gran pasill
Colette llevaba varios días frecuentando el restaurante Lucca. Al darse cuenta de que solo esperando allí limitaba sus opciones, había decidió frecuentar otros bares y restaurantes de la zona; su hermano en Francia le enviaba fondos suficientes para llevar una estancia cómoda. Sus padres hacia días que se habían marchado de vuelta a Europa, no sin antes reprenderla enérgicamente por su comportamiento desde aquella noche en el Lucca, donde tuvo su encuentro con Sebastián Costa.Sin importarle demasiado lo que pudieran pensar sus padres, había decidido quedarse. Vestida con una minifalda y una ombliguera a juego con sus zapatillas negras, Colette iba cada noche a la zona de bares y restaurantes de Los Cabos. Había rechazado y abofeteado a más que había tenido la osadía de acercarse a ella con galanterías y cursilerías, algunos, a la antigua Colette, le h