(2)

— ¿Cómo fue que fingiste tu muerte ante el Conde? – preguntó Rosella a Costa mientras conducían por la larga avenida. Akane les esperaba ya y les había dicho que prepararía unos platillos exquisitos.

Costa rio.

— No fue algo planeado, al menos no todo. Cuando Victoria me dijo que esos no eran los hombres que el Conde había contratado para matarnos, y después de que ella muriera, decidí que no me importaba si vivía o moría. En ese momento, para mí la vida ya no tenía sentido. Así que la tome en mis brazos y entramos al bungalow. Pedí a uno de los chicos que estaba con nosotros que trajera uno de esos chalecos que todavía tenían puestos los cadáveres. Me lo puse y esperé a que ellos llegaran. Sabía que buscarían allí, y no me equivoqué, pues paso poco tiempo hasta que finalmente el hombre aparec

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP