Por FlorenciaAl día siguiente, en el juzgado, volvieron a interrogar a Sofi, quisieron rectificar que mi hija las reconoció.No estaba Hugo, pero Karla actuó como mi abogada y se despachó, con altura y criterio, sumándole causas a esas dos porquerías que secuestraron a mi princesa.El día fue movido, porque almorzamos con los padres de mi amiga, luego Gabriel pasó por la casa de mis suegros.A última hora llegó Luciana y por fin se conocieron las primas.Eran idénticas, ellas se reían por su parecido y por suerte congeniaron enseguida.Mi cuñada es muy cariñosa y se brindó conmigo, su marido también es amable, lo conocí el día que secuestraron a mi hija.Esa noche no tenía excusas para alejarme de Alejo, pero estaba muy cansada, no hablo del cansancio físico, no quería saber nada con los juramentos que me hacía el padre de mi hija. Le dije que no quería casarme.Discutimos bastante, en realidad él me juraba que me amaba, que me deseaba, pero había visto a Marina y aunque reconozco q
Por AlejoEsa noche Florencia y Sofía se quedaron a dormir en casa por primera vez.Sofi estaba feliz con su habitación, ella había elegido gran parte de la decoración. Cuándo todos se fueron, estábamos rendidos, pero no iba a dejar de estrenar nuestra habitación.No permití que Florencia diera un paso, apenas entramos, la levanté en andas y caímos sobre la cama.Nuestra entrega fue total.Florencia todavía se siente insegura, pero de a poco está entendiendo que estoy cegado de pasión por ella, que la locura que siento en mi interior cuándo hacemos el amor, solo me la provoca ella.Sé que los recuerdos le hacen mal, voy a trabajar para curar sus heridas.La acaricié, suavemente, deleitándome con su cuerpo, pero el fuego fuecreciendo y la suavidad quedó a un lado.Solo existía nuestra imagen, amándonos.La siento y al estar dentro de ella, el fuego de su vientre es igual al mío.Sus uñas vagan por mi espalda y sus pechos contra el mío me erizan la piel del placer que me provoca, estoy
Por AlejoLa miro y estoy perdido, relámpagos de electricidad viajan por mi cuerpo.La deseo y eso va a ser siempre así, lo sé porque no me sacío nunca.La subo a mis piernas y su centro quedó apoyado sobre mi miembro, yo tenía dentro mío un volcán en erupción.Nos desnudamos en dos segundos y de nuevo me prendí a su pecho, goloso, desesperado, hambriento.Soy su dueño, porque ella también es mi dueña y yo me siento dueño de la luna y del sol, del aire, del viento y del mundo, solo por poseerla.No pasó mucho tiempo cuándo manoteó un preservativo, necesitaba estar dentro de ella.Florencia temblaba con mis embistes y se revolcaba de placer al sentir mi boca en su cuerpo.Los gemidos eran la música de nuestra habitación.-Te amo.Le digo con voz ronca y plagada de deseo.-Te amo.Repite mientras su boca hambrienta, recorre mi cuello hasta encontrarse con mi boca.Dios…se me erizó la piel cuándo sentí su lengua jugando con la mía.Le doy pequeños chirlos en su cola y luego, sin aguanta
Por Florencia No pude evitar ir a la playa, su familia tiene una casa en Punta del Este, en realidad a unas playas de allí, pero el lugar hasta es más exclusivo aún. El primer día estaba tapada con una especie de salida de baño, tipo kimono, de verdad tenía mucho pudor. Cuándo llegaron Walter y Karla, que no se separan por nada del mundo, ella me hizo una seña para que me saque el kimono. Antes de que insista, porque conozco a mi amiga, lo hace porque dice que tengo que lucir lo que tengo y sentirme hermosa, porque según ella, lo soy, me saqué el kimono lentamente y con mucho pudor. También estaba mi cuñada y su marido. Alejo me dice al oído, aunque creo que lo escucharon todos. -Si quisiste crear expectativa para calentarme, lo lograste. -¡Alejo! Le digo avergonzada. Su mirada recorre mi cuerpo y con poco disimulo, se acomodó su entrepierna. Yo era un tomate, muy maduro. Walter lo escuchó o lo vió, no sé, porque se reía a carcajadas. Por suerte las niñas estaban en su mu
Por FlorenciaMis padres no me permitían salir demasiado, pensaban que vivían en el siglo pasado, pero yo siempre me las arreglaba para salir, es que moría por ir a bailar, es verdad que la gente de los lugares a donde me gustaba ir, era un poco mayor que yo, pero varias de mis compañeras de colegio tenían más libertad e iban.Hace muchos años atrás, el lugar en donde vivo con mis padres y mis dos hermanos, era un pueblo, pero en este momento es una ciudad pequeña, en donde todo el mundo se conoce entre sí, al menos dentro de un mismo barrio, pero por eso no deja de ser una ciudad.El tema es que mi alma es más libre que la de mis padres o al menos somos de otra generación.Pretendo seguir una carrera universitaria, para eso me falta un año y medio.Entonces, al tener más herramientas para progresar en la vida, me voy a ganar el respeto de mis progenitores, sobre todo de mi padre.Él alienta a mis hermanos, solo por ser varones, Gabriel tiene 14 años y ya le está enseñando a manejar,
Por FlorenciaNo vivimos aislados del mundo, apenas estamos a tres horas, en auto, de la capital y sin embargo creo que sólo fuimos una sola vez hasta allá y no recuerdo bien, ya que yo era chica.Sólo recuerdo que mi hermano más pequeño, aún era bebé y que mi padre estaba enojado, le recriminaba a mi madre que deje de nombrar a Diana.Diana es mi tía, la única hermana de mi padre.Mis abuelos la echaron de casa y mi padre estaba de acuerdo con la decisión de sus padres.Por lo que pude entender, ella estaba embarazada y era soltera, en ese momento tenía 20 años.Me pareció una locura lo que estaba escuchando.Creo que en ese momento dejé de ser cariñosa con mis abuelos y con mi padre.Nunca más supe algo de mi tía y recuerdo que yo la adoraba, aunque en casa la criticaban por su espíritu libre. Muchas veces me pregunto qué habrá sido de su vida y si tengo un primo o una prima que no conozco.Me angustio al pensar en lo que debe haber pasado, sola y con su familia dándole la espalda.
Por AlejoEstaba loco de ganas por ver a Marina y no sé porqué le hice caso a mi amigo y no le avisé que había llegado.De todos modos me pareció un lindo detalle sorprenderla el día que le iba a proponer matrimonio.Aproveché para descansar y reponerme del viaje, para rendir como corresponde a la noche, cuando festejemos.Había mucho que festejar, me había recibido de abogado, aunque Marina nunca me preguntaba demasiado sobre la facultad ni cómo iban mis estudios, yo siempre le decía que cuando me recibiera nos íbamos a casar, creo que no me quería presionar con ese tema, para no ponerme más ansioso.También íbamos a festejar nuestro compromiso, lástima que mi familia no esté conforme con mi novia, pero espero que pronto se den la oportunidad de tratarla y ver que realmente es una mujer hecha y derecha, que no tiene pajaritos en la cabeza y que pese ser de origen humilde, está a la altura de las circunstancias.Muchos piensan que yo soy un tipo creído, pedante y juro que no soy así y
Por AlejoEntramos y el lugar estaba lleno de gente, por lo que tardé unos minutos hasta llegar a los reservados de fondo, esos en donde había cierta intimidad.Mis amigos venían detrás mío, mis pasos eran dados automáticamente, creo que arrastraba los pies, o tal vez tardaba a propósito para no descubrir lo inevitable.Me paré unos metros antes de llegar y saqué del bolsillo de mi camisa, la cajita que contenía la sortija que con tanta ilusión y amor compré.Se la muestro a mis amigos, ninguno se anima a hablar.Con el estuche en la mano, sigo caminando, mis piernas tiemblan, mis manos sudan y tengo mi garganta reseca. Malditas discotecas modernas, en donde todos cogen en cualquier lugar, sin importarles si alguien los está mirando.Ya sé que yo hacía lo mismo, bueno, eso en un principio…ya no lo hacíamos más allí, luego de esas primeras veces, siempre íbamos a un hotel.Al llegar al que creía que era nuestro sitio, la vi, ella estaba de espaldas a mí, sentada sobre ese tipo, que er