Leticia no comprendía a Rayan. A pesar de que este pudiera parece infantil, violento, impulsivo, que pensara poco lo que fuera a hacer, había un rasgo que sobrepasaba a los demás… era alguien impredecible.
Podía estar molesto y al minuto siguiente comerle la boca como estaba haciendo ahora.
No era un beso salvaje como acostumbraba a darle. Era más posesivo, mordiendo, lamiendo el interior de la cavidad hasta enrollar la lengua y chupándola, tirando de sus labios hasta dejar sus labios marcados ocasionando que la herida de su boca se abriera nuevamente y el sabor metálico tocara
Leticia mordía el hombro de Rayan por encima del cuero de la chaqueta sabiendo que eso no sería un inconveniente para que sus dientes quedaran marcados en la piel. Pero esa era la única forma de contener sus audibles gemidos.Sus manos se perdían entre los vientres de ambos mientras sus dedos apretaban el miembro de Rayan en un delicioso masaje de arriba abajo.-Un poco más fuerte baby- el alfa lamió su oído después de hablar contra él mientras sus manos se habían colado en la parte trasera del pantalón de la loba y dos de sus dedos se enterraban en el agujero húmedo y palpitante con el que llevaba meses soñando. Si solo Leticia le dijera si, estaba seguro que la dejaría inconsciente del tremendo orgasmo que le provocaría ¿Por qué tenía que ser tan terca?Leticia soltó la tela atrapado en sus dientes, enterrando su nariz en la curv
A pesar de la situación desfavorable y de haber sido descubierta Leticia mantuvo la calma. Entrar en pánico y mostrarlo era algo de lo que estaba segura se aprovecharía aquel delta para chantajearla aún más. -¿Qué quieres?- le preguntó sin girarse, el olor que desprendía el delta le causaba náuseas como siempre ocurría, sobre todo porque era una omega y se veía más afectada. La risa de Syan retumbó por los pasillos a pesar de ser muy entrada en la mañana. -Nunca pensé que encontraría a una ratica escalando por la parte trasera de la mansión. ¿Qué pensaría Mark si se enterar de que esta hermosa ratica es su hija?- Leticia lo miró por encima de su hombro y sonrió confiada. -Díselo, acaso me mataría. No, solo me golpearía la cara, pero como vez ya estoy adaptada, así que sé más creativo- Giró su rostro ausente ahora de sonrisa y se dispuso a ir a su habitación, pero su hombro fue agarrado. En respuesta Leticia agarró la muñeca y se contor
A pesar de tocar varias veces el timbre y llamar al celular de esa persona no hubo respuesta, por ningún lado. Era extraño. Había hablado pocas veces con Gavel por el teléfono y siempre contestaba rápido, pero ahora como que era por gusto.Retrocedió inspeccionando la casa. Las luces estaban apagadas y no había señal de movimiento. Realmente no estaba.No supo como, pero para cuando se dio cuenta ya estaba delante de la casa del alfa. Había un nudo en su pecho. Preocupación. Quizás. Después de todo, se lo había dicho al alfa antes. No le era indiferente.Gavel era un buen partido. Era amable, la cuidaba, estaba pendiente de sus acciones y nunca le reclamaba a pesar de sus hirientes comentarios o cuando lo ignoraba porque Leticia era mucho más importante. Tenía que reconocer que el alfa era insistente.Si, estaba preocupada. Se preguntaba si el alfa est
Dios, su cabeza se quería partir en dos.Gavel se removió ligeramente. No era solo su cabeza, su cuerpo también dolía un poco y tenía algo de frío. Llevar su cuerpo al límite con el alcohol no era nada bueno y menos para alguien como él que tenía que tomar el triple de una persona normal para empezar a emborracharse.Hizo un sonido con la garganta que estaba algo hinchada ¿En serio? ¿Tenía fiebre? Él no se enfermaba. Los alfas tenían una salud casi perfecta entonces por qué demonios parecía que le había pasado una rastra por encima.Se removió para quedarse paralizado. Esas no eran sus sábanas. Si eran suaves pero él era realmente quisquilloso con la tela que compraba para su cama. Un olor suave y familiar le llegó a su nariz y abrió los ojos de golpe. Solo había una persona que olía tan bien. No
-¿Y bien, aceptó?- Leticia se sentó en su cama hablando por el celular.-Pues aceptó. Hasta me sorprendió realmente- la voz de Cassandra era tranquila del otro lado.-Cualquier cosa me avisas y le arranco los testículos si te jode mucho-Hubo unos segundos de silencio.-Ese lenguaje muchachita. Esa partida de vagos te está arruinando--De esa partida de vagos sale el lobo con quien estás saliendo- se burló Leticia a modo de defensa.-A modo de prueba. Si el imbécil hace algo, solo una cosa que me moleste le pateo el culo-Leticia se carcajeó.-Y después dices que soy yo el que tiene la boca sucia- se limpió una lágrima- ¿Estás segura de esto?--No lo sé realmente. Quizás es porque he estado mucho tiempo sola que la compañía de Gavel no me molesta y es el único que no me ha for
Leticia estaba tensa. Y como no estarlo. Normalmente no sabía cómo reaccionar a un ambiente familiar y menos cuando esas personas no eran precisamente su familia. Nunca había hecho un viaje de aquel tipo, madre, padre y ella. Lo más cercano fue hasta los 11 años con Cassandra.La mano de Rayan acarició su muslo, pero aun así no podía relajarse. Sus manos estaban húmedas de sudor y su espalda tiesa contra el cómodo asiento de la camioneta. La voz de la madre de Rayan resonaba en todo el vehículo.-Nunca me imaginé que la esposa de nuestro hijo sería tan linda. Mira ese pelo y esos ojos. Es preciosa- se reía la loba. A su lado su esposo sonreía con ella ajenos a la reacción de quién hablaban.Leticia tragó en seco. Si hubiera sabido que estaría en aquella situación se lo hubiera pensado un poco más antes de acompa&ntild
Rayan jadeaba y sudaba ligeramente, su estómago estaba revuelto aun después de haber devuelto todo el almuerzo. Estaba sentado sobre uno de los bancos del parque con los brazos recostado en el respaldar y la cabeza hacia atrás tomando un respiro. La persona sentada entre sus piernas abiertas ni siquiera estaba afectada, más bien, esa persona comía tranquilamente un helado.-Eres un idiota Rayan- Leticia se lamió los labios llevándose los restos de helado de frambuesa- Hacerte el fuerte cuando no aguantaste nada en la montaña rusa. Si hubiera sabido eso no te hubiera dicho que fuéramos a un juego tan atrevido como ese-Rayan tomó aire.-Leticia, cállate quieres- no sonaba molesto, pero si agotado- No he hice el fuerte, solo… solo anoche no dormí bien-Una carcajada resonó entre los dos.-Si Rayan. Lo que tú digas- se volvió a reír.<
Rayan pensó que después de ser arrastrado por sus padres, devolver todo el almuerzo después de acompañar en la montaña rusa, sudar y moverse en el concierto al fin podría volver para tener lo que llevaba esperando todo el día.Pues nopEstaba equivocado.Su madre tenía otros planes en mente y para culminar la noche con broche de oro arrastró a su familia y a su invitada a la mejor atracción nocturna del parque. La rueda de la fortuna con su impresionante juego de luces.Rayan quería cogerla por el cuello, pero ver la expresión de Leticia con los ojos radiantes ante el espectáculo hizo que todo valiera la pena y se inclinó y la besó, un beso rápido que se rompió tras el chasquido de una cámara.Ambos miraron para atrás y allí estaba Nadia con el celular en su mano en dirección a ellos. Al darse cuenta que