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Leticia no comprendía a Rayan. A pesar de que este pudiera parece infantil, violento, impulsivo, que pensara poco lo que fuera a hacer, había un rasgo que sobrepasaba a los demás… era alguien impredecible.

Podía estar molesto y al minuto siguiente comerle la boca como estaba haciendo ahora.

No era un beso salvaje como acostumbraba a darle. Era más posesivo, mordiendo, lamiendo el interior de la cavidad hasta enrollar la lengua y chupándola, tirando de sus labios hasta dejar sus labios marcados ocasionando que la herida de su boca se abriera nuevamente y el sabor metálico tocara

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