-Gavel nos va a traer la comida más tarde. La que dan aquí es buena pero realmente no está al nivel de la que él hace- Cassandra no podía negar que el alfa cocinaba realmente bien y dado el apetito que tenía, un buen plato no vendría mal.-Lo estás haciendo bien- Leticia se acercó tocando ligeramente la venda recién cambiada de la garganta. Había visto la mordida y era realmente desgarradora la imagen- no se parece en nada a la que Rayan me hizo.Se abrió la blusa y corrió hacia un lado mostrando la cicatriz casi blanca que se fundía con su piel, pero aún era notable. Los dientes y colmillos del alfa estaban sobre ella. Leticia pasó la punta de los dedos sobre la marca.-De vez en cuando late, pero no se siente desagradable, quizás porque soy una omega y estoy apegada al alfa que la hizo- se cubrió nuevamente.-Yo espero que la mía desaparezca por completo- por su parte Cassandra tocó la suya- solo de recordar quien la hizo me da escalofríos.-¿Te hubiera gustado que la hiciera Gavel?
Leticia apretó la tela entre sus manos sin molestarse. Sabía la razón por la que Rayan lo hacía, delimitando su terreno. Sin embargo, no solo era de parte del alfa. Leticia puso el pullover sobre su hombro y agarrando los dos extremos de la chaqueta los unió y subió el zíper hasta que terminó a la altura del cuello.-Y tú no estés mostrando tanta piel que no estás en una discoteca nudista- le protestó al ver como los pacientes y enfermeras que pasaban cerca de ellos se quedaban mirando el torso bien formado del alfa.Rayan sonrió y le dio un beso en los labios chupando el inferior.-Si, amor. Lo que tú digas- el alfa no podía estar más complacido por la forma posesiva en que Leticia le había hablado.-Oye, sé que están muy enamorados los dos y están en su película de romance pero hay trabajo que hacer- Gavel les soltó sobre todo porque él se sintió frustrado antes tantas rosas y chocolates delante de él.Rayan le gruñó por encima del hombro y besó a Leticia en la mejilla antes de desp
La mujer se acercó por detrás y pasó el brazo por encima de Leticia dejando su mano sobre su uno de sus pechos. Una sonrisa pícara y provocadora apareció en sus labios. Por supuesto no se equivocaban, los orbes de Rayan junto con los de Gavel brillaron peligrosamente, provocar a un alfa de esa forma era algo peligroso, muy peligroso, y tanto como Leticia y Cassandra sabían que no podían hacerles nada aprovechaban para burlarse de ellos.Sin embargo, no duró mucho. Leticia que había estado irritable pues a mitad de la madrugada su vientre había comenzado a molestar otra vez aun cuando olía las feromonas de Rayan, se percató de la imagen de Rayan y su labio inferior tembló. Oh, oh.-Oye Gavel- dijo con la mirada recorriendo a su pareja de arriba abajo- Te presto a mi prima, ahora vuelvo. Y diciendo esto se soltó del agarre de Cassandra para agarrar a Rayan por la solapa de su chaqueta y se lo llevó por el pasillo sin este saber su destino.Cassandra se quedó mirando estupefacta como su
Leticia apretó los ojos con fuerza al sentir el látigo golpear justo al lado de ella astillando el suelo. Al menos se había movido los milímetros necesarios para que no la golpeara. Uffff, al menos un alivio. A pesar de tener los ojos cerrados sus oídos seguían igual de afilados. Pero podía jurar a los cuatro infiernos que a esa altura tenía al menos una costilla rota. Un puño pasó rozando su mejilla no impidiendo que su labio inferior se rompiera y por consiguiente la sangre corriera por su la barbilla. Lo último que le faltaba. Ahora como justificaría eso. Tenía una imagen que mantener. Tuvo un impulso de gruñir y demostrarle a los que la tenían allí que ella no era una cachorra indefensa y que podía dejarlos noqueados en solo segundos. Mas se contuvo, más bien, todo ese tiempo no gritó ni una sola vez a pesar de estar de rodillas, con las manos atadas en la espalda y siendo golpeado una que otra vez si podían asentarle. Había sido prácticamente arrastr
Una hora antesLeticia ajustó los audífonos de cascos mirando por la ventana del metro. La música estaba alta, tanto que podía darle dolor de cabeza a cualquiera pero para ella era la única forma de desconectarse del mundo donde vivía. Pues a pesar de residir en una inmensa mansión, que su padre estuviera forrado de dinero, ella no era precisamente feliz.Ocultaba su verdadera naturaleza bajo la fachada de una loba alfa.Ridículo ¿verdad? Pues no para los tiempos actuales.Y ejemplo de ello eran los miles de carteles por todas partes del metro donde promocionaban miles de pastillas para ocultar tu olor y otro millón de sprays con olor que te permitía hacerte pasar por lo que desearas. Porque ya no eran los tiempos de antes, donde un lobo era el alfa de la manada, el resto la simple manada y por último los omegas renegados.No.La sociedad había cambiado tanto, prácticamente habían mutado y los conceptos alterados. Ahora tenías una categoría
Salió corriendo por donde había cogido el grupo guiada por rastro nauseabundo hasta que los divisó debajo del puente. Se habían movido rápido y habían rodeado al chico. Y ya lo habían golpeado en la cabeza provocándole una buena contusión. Leticia se retiró los cascos y los colgó en el cuello mientras bajaba las escaleras de dos en dos en dirección a ellos.-Oye- les gritó para llamar su atención- No creen que son muchos para tratar con un simple beta- se paró detrás de ellos con una posición despreocupada con las manos en los bolsillos- Eso es de cobardes-Aquellos tipos se giraron. Entre ellos había uno que olía a alfa, ese debía ser el líder, un hombre de gran tamaño pero con aspecto desaliñado y consumido por la droga. Su olor era tan nauseabundo que Leticia arrugó la nariz otra vez.-&i
Rayan salió de la ducha con solo una toalla en su estrecha cintura. Como todo alfa había desarrollado los músculos adecuados sin casi ningún esfuerzo, brazos duros, espalda ancha, pectoral formado, abdomen definido, piernas torneadas y trabajadas. Y algunos de sus compañeros betas le reclamaban constantemente, más él no les prestaba atención. Necesitaba ese cuerpo y fuerza para su trabajo. Había elegido esa vida y le gustaba. Los trabajos convencionales no eran para él.Llegó a la sala y sintió un olor característico. Tenía visita.-Llegaste rápido pa- miró al hombre atractivo y masculino, muy parecido a él en el sofá y se sentó delante de él sin preocuparse de vestirse.El alfa ni siquiera se inmutó por el comportamiento despreocupado de su hijo. Ya era un adulto de 27 años y bastante independiente. Incluso ha
Rayan caminaba por la calle con un objetivo específico a plena luz de la tarde. Hacía media hora había recibido la llamada de uno de sus compañeros de pandilla diciéndole que tenían el objetivo en la mira, lo habían localizado bastante rápido, su manada era eficiente. Y ahora avanzaba confiado por la acera. Allí, sentada en una de las mesas de la cafetería, sin estar consciente de su alrededor ni del depredador que en este caso era él, estaba su presa.Ajena a su entorno Leticia repasaba las notas que había tomado para el examen que pronto se acercaba. Debía sacar la mayor nota posible y sabía que en su casa no se podría concentrar, y ahora menos cuando sintió que alguien se tiraba en la silla delante de ella. Al alzar la cabeza se encontró con un par de orbes verde que la miraba de forma burlona. El cuerpo de la omega se tensó en respuesta. El reci&ea