¡Qué locura!, pero hija de tigresa, el genio saca.
Eva daba la conferencia de prensa hablando sobre su colección.—Esta colección es inspirada en mi vida, en mis experiencias y sueños. Puedo decir que Dubai es la tierra de los sueños.Una periodista preguntó.—¿Sabía usted que hoy es la boda del magnate Sanders?Siempre había alguien fuera de onda y comentó.—Lo ignoraba por completo —intentó minimizar el impacto.—¿Eva algún mensaje para su gran amor, Apolo Sanders?—En verdad deseo que aprecien mi trabajo como diseñadora, es mi faceta más importante ahora.Uno de los periodistas recibió una notificación y leyó: Niña interrumpe la boda del magnate Sanders, dice ser su hija y de Eva Monar.—¡Increíble!El video se estaba viralizando en redes sociales. Una periodista gritó.—¡Una niña interrumpió la boda Sanders!Todos revisaron sus móviles y se dieron cuenta.—¡Está afuera!De repente todos salían de la sala y Eva miró a Fontaine preocupada.—¿Qué sucede?—No lo sé, pero tengo un mal presentimiento.Kasy recibía una notificación y veía
Eva miraba a Apolo, escuchando a cada uno de sus hijos con una atención absoluta.—Y el león se llama Manolo.—Es cachorro y da la pata.—Le enseñamos a dar la pata.—Y dice mamá.—¿Dice mamá?—Sí, dice mamwa —gritaba Ulises.Úrsula los miraba encantada, en verdad eran lindos esos niños, hermosos.—Tienen todo de ti, hijo mío.—Madre. ¿Qué hago ahora?Brenda se le acercó en esos momentos.—Tres hijos tuviste con esa mujerzuela.—No lo sabía.—Se supone que yo te iba a dar un hijo, algún día.Eva entonces le dijo a su pequeña hija.—¿Por qué hiciste eso, Lavinia?—Para poder tener a papá junto a nosotros.—Tu padre ya tiene una vida.—Lejos de nosotros, no con nosotros.¿Cómo podía hacer entender a su hija que Apolo no podía entrar en su mundo? Donald habló con Apolo.—Es claro, eres padre, esos son tus hijos y yo deseo ser padrino de la pequeña, es divina.—Escucha, ¿qué debo de hacer?—Pedir custodia compartida, es lógico.—Yo quiero estar con mis hijos.Se acercó a Eva y le dijo con
También puedes ver por esta app. varios títulos impactantes y divertidos.Sinopsis Todo lo que quiero eres tú¿Qué pasaría si te enteras de que tienes dos hijos de un millonario? Narel Jones es una joven cuyo mayor sueño es ser madre soltera y toma la decisión de recurrir a una inseminación. Lo que no se sabe es que usan el semen de un millonario sin su consentimiento.Jason Miller es el rey del acero, pero un penoso accidente hace que pierda 4 años de su vida y cuando vuelve a la acción se da cuenta de que es padre.Dos mundos que por extrañas circunstancias deben aprender a convivir, y en medio un asechador que desea sacar a Jason del camino y acabar con su descendencia.Del odio al amor, esta historia te emocionará y divertirá.Érase una vez una chica y su gato naranjaSalma es una adolescente de 14 años que sufre la ruptura con su mejor amiga. Cae en depresión. La vida de Salma cambia cuando al asistir con su madre a un bingo se gana a un gato. Desde ese momento su vida da un giro
Conocía de memoria los gustos de ciertos clientes, llevaba trabajando tres años en el Club Apple Valley, como mesera de gente rica.—Señor Fontana, su café sin azúcar.—Gracias.Amaba su trabajo, estaba cerca de la gente que movía el mundo, y percibir sus exclusivos perfumes y escuchar el cotilleo de los ricos. Nadie la veía, los ricos solo ven a los ricos, solían decir eso sus compañeros, podría decir que sí, pero ella soñaba. Nada le impedía soñar que un día estaría de ese lado tomando una margarita, o un coctel de nombre raro, tal vez degustando uno de esos platos mediterráneos frente al Potomac. Tenía que atender la mesa del señor Skyner, un tipo que trabajaba en el área de tecnología. Era un pobre tipo, bastante nerd para todos los efectos, pero forrado en dinero.—Buenas tardes, señor Skyner.—Hola, quiero comer algo que no tenga leche, soy intolerante a la lactosa, al maní, a las fresas, al camarón, ¡por Dios!, el camarón me puede matar… La nuez y perfumes demasiado fuertes.Vi
Kasy al reconocer de quién se trataba, solo pudo decir nerviosa.—¡Disculpe, señor! ¡Disculpe!La joven del móvil decía suplicando, pero su mirada estaba dirigida a la loca de cabello largo que lo miraba sorprendida.—Vamos, Eva, vamos.—¿Te he visto en algún lado?—Solo en sus sueños.Era jalada y corrían por entre las tumbas sin mirar atrás hasta que se escondieron cerca de unos árboles y Kasy comentó a su amiga.—¿Te diste cuenta de quién era?—Apenas si le vi la cara, mi corazón no soporta el susto.—¡Era él!—¿Quién?—Apolo Sanders.No esperó que alguien del club estuviera en el cementerio justo en esos momentos. Kasy se persignó y le dijo a su amiga.—Si descubre quienes somos, adiós trabajo.—No creo que nos haya reconocido —miraba a todos lados—, pero sí dio miedo.Kasy exclamó asustada.—¡Era la tumba de su padre!—Supongo que ni se acordará de lo pasado, somos invisible para esa gente.Kasy la miró y le recordó.—Dijo que te le hacías familiar.No le dio importancia a esas p
Apolo le preguntó con tono familiar.—¿Te está molestando Dietrich?No supo si era un ángel o un demonio, pero era una salida a su gran lío.—Cariño, me enojé mucho y cometí una pequeña tontería.El tipo se acercó a mirar el daño: estaba perdido, aunque ese tono naranja le pareció muy excéntrico, miró a Dietrich enojado.—Respira Dietrich, solo es un auto.—¿Conoces a esta mujer?—Claro que sí.Eva sabía que no la conocía de nada, salvo del cementerio y si le recordaba ese incidente se pudriría todo, se acercó a él y se refugió en sus brazos.—Es mi amorcito.—Y sabes cómo se llama la dama presente aquí.—Claro, es mi dulce…Ella susurró.—Eva.—Eva, mi dulce Eva.Todos estaban confundidos y Dietrich entonces dijo con horror.—¿Tu novia? ¡Dejaste a mi valiosa hermana por esta cosa!Era muy ofensivo ese sujeto.—Apolo sabe lo que es bueno, ¿no es cierto, cariño?—Así es, cariño.Cielos, el tipo, era un ángel de la guarda que olía a dioses y que estaba como un bizcocho de Pascua.—Lo si
Miraba su reloj con insistencia y repetía.—Dios, qué mierda, Dios…Se recostó en la pared del ascensor, pensando que tendría problemas si Sanders le retiraba su ayuda, cuando sintió que detrás de ella se deslizaban las puertas y cayó sentada en el suelo. Menudo lío en el que estaba.—¡Mi culito!Se incorporó con dificultad y, cuando se dio cuenta, estaba en una elegante oficina con sala y muebles color café. Vio un escritorio elegante y un bar del otro lado. Pinturas que adornaban las paredes, estaban dispuestas estratégicamente con luces que las realzaban. Sus pisadas fueron mermadas por la alfombra que amortiguó sus pasos; no había nadie visible.«Dios, qué raro».Miró una armadura completa bien puesta en una esquina.—¿Estoy en el museo?Se acercó a tocarla, nunca había visto una de cerca y esta era reluciente.—Impresionante.Echó un vistazo a todos lados, ni señas del poderoso. En la mesita de centro descansaba un hermoso terrario en donde convergían varias especies armoniosamen
Estaba nerviosa, podía ser la ganadora de cincuenta grandes. Llamó a Kasy y la citó en la tienda de ropa, ella fue muy interesada, pues deseaba saber qué le habían propuesto a su amiga. La vio de pie frente a la tienda, parecía rara, como nerviosa.—¡Ya estoy aquí!—Tardaste.—¿Qué hacemos en Apple Valley?—No sé, todo es muy raro, me dio esta tarjeta y me dijo que la mostrara aquí.—Es una tarjeta del tipo Apolo Sanders. Dios, me siento impresionada.Dentro de la tienda, dos empleadas observaban a las muchachas charlando.—Son pobres. Dios que oso que estén mendigando fuera de la tienda.—Visten con tal pobreza, fuera de onda.Las vieron entrar y se miraron sorprendidas.Las jóvenes miraban los costosos vestidos impresionados.—Esto es el paraíso, son divinos —comentó Kasy—, me muero.Una de las empleadas se acercó a ellas.—Parecen fuera de sus terrenos, chicas.Eva la miró extrañada.—¿Fuera de mis terrenos?—Bien, ¿qué deseas? Puedes mirar lo que quieras, no está a tu altura.Eso