ESTOY EMBARAZADA CAPITULO 20Claudia había pasado dos semanas en el hospital estaba aburrida y cansada de esas cuatros paredes, Pero era necesario las bebes necesitaban tener los pulmones más desarrollados y ella estaba teniendo muchos problemas con la tensión —En serio quiero mi cama —se quejó aBruce, mientras esté le damos masajes suaves en sus piernas hinchadas. —¿Quieres que te traiga algo de casa?—La cama puede ser una opción.Él sonrió negando —solo estarás aquí por unos días más y ya.—Ya lo sé —murmuro ella, sentándose con la ayuda de él. — solo espero que todo salga bien, mi tensión está mejor desde hace unos días, está mañana antes de que llegarás estuve hablando con la ginecóloga. El la vio esperando que siguiera, le hubiera gustado estar presente cuando hablo con la doctora, no era que ella no supiera manejar las cosas, es solo que desde que supo que ella estaba embarazada ha estado en todas y cada una de las consultas de ella.Y entendía que él no hubiera podido e
ESTOY EMBARAZADA CAPITULO FINAL CAPITULO FINAL.Bruce estaba que se comía las cutículas Pero no podía, tenía que mantenerse sereno y transmitir esa serenidad a Claudia.Verla tendida en esa plancha de quirófano con los brazos extendidos y esa manta azul sobre su pecho para tapar la visibilidad donde le estaban practicando la cesárea era algo un poco escalofriante. Porque a ver, estaba a solo unos pasos de ver cómo le abrían su vientre, y esos doctores con sus guantes ensangrentados no era una buena vista. Sintió un nudo en la garganta al recordar como su bella mujer había sufrido empezando el trabajo de parto. Sentía que era a él a quien le venían las contracciones, escucharla chillar, y morderse los nudillos para tratar de aguantar el dolor. Le había repetido hasta el cansancio que era momento de practicar la cirugía, pero ella estaba rotundamente empecinada en que quería tener a sus hijas de forma natural. Todo se había vuelto un caos, cuando le inyectaron el medicamento del
Capítulo 1 Claudia veía a Bruce Black desde donde estaba, con su gracia natural y la seguridad total y absoluta, se notaba a millas que tenia una vida llena de lujos. Estaba claro que el hombre corpulento con facciones varoniles cabello perfecto y ojos de color miel no sabía lo que era tener una vida de precariedad.Bruce tenía un aura fuerte e imponente, y ella por ese motivo llevaba rato pensando en cómo acercarse a él, y es que necesitaba hacerlo después de todo, necesitaba hablar de negocios con él.Cómo Claudia estaba ahí representando a su empresa, estaba decidida a conseguir como cliente a la empresa de Bruce Black.Era la oportunidad de su vida y probablemente la única, ya que sería el mayor cliente, con eso aseguraría el contrato y con ello lo que tanto estaba esperando, su ascenso.Ella se había tomado la molestia de investigarlo, claro estaba que necesitaba saber hasta el más mínimo detalle de él para poder hacer negocios, no iría a ciegas a la boca del loboSabía t
Capítulo Dos—¡Oh, por Dios! —chillo Miranda al tiempo que salía de la sala de reuniones.—Shhh. Cállate —susurró Claudia.—¿No te das cuenta? ¡Te ha pedido salir!—Shhh. Ya Cállate, Miranda —susurró con los dientes apretados, estaba molesta.Una voz la paralizó —¿ Claudia? —ella se giró con una sonrisa mientras Bruce permanecía ahí con el brazo extendido hacia ella.—Claudia, me gustaría presentarte de manera informal a mi director demarketing y buen amigo Steven Bosco.Claudia extendió la mano y saludó educadamente al señor Bosco, tratando de calmar sus nervios.—¿Qué te ha parecido la presentación, Steven? —le preguntó Bruce, detratamdi de remediar su garrafal error al no prestar la más mínima atención a lo que estaba diciendo.—Creo que es un concepto inusual. Es lo nuestro.ya que nos gustan las cosas comprometedoras.Claudia sonrió, satisfecha por el comentario.—Me alegro mucho —estaba realmente feliz de que alguien le haya prestado la debida atención a su presentación.Enton
Capítulo Tres—Por favor, ¿vas a dejar de hablar de esto?Miranda resopló.—¿Por qué? Solo necesito saber un poco más, ustedes estuvieron hablando durante un buen rato y…—Y yo no quiero hablar de eso —regaño Claudia, estaba de mal humor—.¿Okay?—¿Y sabes a dónde te va a llevar esta noche?Claudia suspiró. Miranda era simplememte un caso perdido. Siempre era muy habladora e indescriptiblemente intrusiva.—No lo sé, Miranda. No le he preguntado adónde me va a llevar ni lo que usará—¿Pero estás segura de que es una cita de negocios?—¡Sí! —mintió lo mejor que pudo Claudia , deseando que su cara no la delatara.—Pues vale. Me voy a mi habitación a aburrirme mientras tú sales con ese cliente tan guapo.Claudia se alegro de que Miranda se marchara. Estaba demasiado nerviosa para tener que lidiar con su amiga. Agarró su bolso y se miró al espejo. Mirándose al espejo, retoco un poco su maquillaje casi imperceptible y salió de la habitación del hotel hacia el recibidor.Llegaba die
Capítulo CuatroClaudia descaradamente deslizó una mano entre sus cuerpos y le agarró elmiembro, que estaba atrapado a un lado en sus pantalones. Él se sacudió yCerro los ojos un instante.—¿Impaciente? —susurró ella, mientras disfrutaba del tacto de su enorme miembro. Ella pasó la palma de la mano a lo largo y, descifrando su tamaño, su sonrisa se desvaneció.El volvió a besarla y Claudia gimió y le mordió el labio inferior. Él se retiró suavemente, interrumpiendo el beso lentamente.—Hazlo con calma.Él volvió a besarla y pasó los labios suavemente sobre su boca, y Claudia sucumbió a su deseo siguiendo el ritmo lento de su beso.—Eso es —susurró él en su boca—. En serio quiero disfrutar de esto.Ella Automáticamente, movió la manodespacio sobre su miembro mientras la otra mano descansaba sin fuerza sobresu brazo.Así estaban con un beso apasionado.Bruce se estaba volviéndose loco.El Había estado con diferentes mujeres Pero ninguna conectaban con él. Pero ella… ella estab
4.1¿Hacer el amor?. A ella se le cortó la respiración. —No estaba pensando en ello mientras estábamos… ya sabes…—Solo te sientes culpable ahora porque apenas nos conocemos.Ella suspiró.—Me alegro de que al menos estés de acuerdo en eso.—Le pondremos remedio.Ella juntó las cejas mientras él se apartaba y presionaba un botón del panel, hablando en un italiano al conductor.—¿Qué haces?—Te llevare a mi casa hablaremos y nos conoceremos mejor.Ella lo miraba boquiabierta, pasmada. Los hombres ricos y exitosos, no les prestaban mucha atención a las mujeres después de hacerlo con ellas. Pero Bruce lo estaba haciendo.Entonces, se dio cuenta de algo y de buen grado abandonó esa cadena de pensamientos deprimentes.—¿No vives en Nueva York? —Sí.—¿Y cómo es que tienes casa aquí?—Tengo residencias en los países a los que viajo a menudo. Y este uno de esos.Claudia asumió esa información mientras el carro frenaba y aceleraba de nuevo, girando en una curva antes de detenerse.El ch
Capítulo CincoPor alguna extraña razón estaba emocionado con ella no se parecía a ninguna mujer que hubiera conocido jamás. —ahora si voy a tenerte en una cama mientras disfruto de tu cuerpo.Un jadeo salió de ella, es que a ver, no coordinaba, el la tenía totalmente ida, de una buena manera claro.Pero él ya se había contenido bastante sin verla totalmente desnuda, sin tener sus pezones en la boca. Le cogió el tobillo y la arrastró más cerca, y ella se deslizó por la cama antes de que él tirara de ella para que se sentara.—Levanta las manos. —La dulzura de la orden ocultó por completo latormenta de lujuria que se había apoderado de él.Claudia le obedeció y él le quitó el vestido. Sus ojos ardían al ver su piel desnuda y perfecta, y pasó las manos por detrás de su espalda para quitar el sujetador.—Joder.El la dejo en la cama para luego acariciarle el torso para luego masajear suavemente sus pechos —¡Ah! —gimió Claudia cuando Bruce metió a su boca uno de sus pezones.Ella meti