17Claudia estaba en sus ocho meses y ya no podía con el cansancio que la embargaba.Y ni hablar de sus manos, parecían haber crecido y sus pies hinchados, era espantoso el dolor que sentía al caminar.Pero lo que más la tenía crispada era su cara, su nariz era enorme.Chillo al verse en el espejo estaba con una camisa materna y unos pantalones maternos, atuendo que le había elegido Bruce. Su cuerpo había cambiado demasiado y no iba a negar que le encantaba estar embarazada, sentir a sus bebitas revoltosas dentro de ella era simplemente mágico.Y cuando Bruce les hablaba ellas parecían reconocerlo a la perfección, porque de solo tocarle su barriga ellas se movían. Cómo ahora que estaban moviéndose al punto de causarle un poco de dolor en las costillas.— ¿Te duele?— le pregunto Bruce un poco preocupado colocándose frente a su barriga para hablarle a las bebes— hijas por favor — comenzó acariciando su enorme barriga, porque vaya que si era enorme. — vamos a quedarnos tranquilas pa
18El carro freno de una manera estrepitosa haciendo que las llantas rechinaran contra el pavimento ¿Y porque? Bueno Bruce le había ordenado al chófer pasarse todos los semáforos que viera y no se detuviera aún si la policía lo seguia hasta llegar al hospital. Por suerte los semáforos no estan en contra y la vía estaba accesible.Cosa que no pudo decir Clarisa, la había detenido la policía por casi chocar con la patrulla. Pero se salió con la suya. Y en menos de nada ya estaba dejando el carro en el estacionamiento del hospital y fue en busca de Bruce. Al llegar le negaron la entrada solo era para familiares. Molesta se quedó en la sala de espera. —Que estupidez — pensaba ella. Bruce entró a la habitación donde tenían a Claudia y la vio con una mascarilla de oxígeno y una via intravenosa. — Hola mi amor ¿Cómo te sientes?— le pregunto llegando a su lado y tomando su mano que estaba tibia ya llevo a sus labios para darle un beso en los nudillos. —de maravilla — dijo ella con sarca
18El carro freno de una manera estrepitosa haciendo que las llantas rechinaran contra el pavimento ¿Y porque? Bueno Bruce le había ordenado al chófer pasarse todos los semáforos que viera y no se detuviera aún si la policía lo seguia hasta llegar al hospital. Por suerte los semáforos no estan en contra y la vía estaba accesible.Cosa que no pudo decir Clarisa, la había detenido la policía por casi chocar con la patrulla. Pero se salió con la suya. Y en menos de nada ya estaba dejando el carro en el estacionamiento del hospital y fue en busca de Bruce. Al llegar le negaron la entrada solo era para familiares. Molesta se quedó en la sala de espera. —Que estupidez — pensaba ella. Bruce entró a la habitación donde tenían a Claudia y la vio con una mascarilla de oxígeno y una via intravenosa. — Hola mi amor ¿Cómo te sientes?— le pregunto llegando a su lado y tomando su mano que estaba tibia ya llevo a sus labios para darle un beso en los nudillos. —de maravilla — dijo ella con sarca
Esas palabras gritadas con rabia y odio la dejaron petrificada. El aparato que marca su ritmo cardíaco se volvió loco ya que sus pulsaciones estaban descontroladas. Se tocó el pecho con una mano y con la otra tanteo la cama para sentarse, sentía que no podía respirar, los oídos le zumbaban, sus ojos se cristalizaron por el pánico que la estaba invadiendo. Cuando Bruce entro con un par de enfermeras la encontró al borde del desmayo. Rápidamente la ayudaron a acostarse Pero ella no escuchaba nada sus oidos simplemente no recibían sonido alguno. Ella enfoco su vista en Bruce que le hablaba pero no sabía que era lo que le estaba diciendo las enfermeras se movían de un lado a otro tratando de estabilizarle la tensión que había aumentado a niveles extremos hasta que... Bruce atrapó sus labios y la beso de forma tierna haciendo que ella enfocará su atención al beso que el le estaba dando. Ella tenía los ojos cerrados y respiraba con pesadez. —no vuelvas a darme esos sustos por fav
ESTOY EMBARAZADA CAPITULO 20Claudia había pasado dos semanas en el hospital estaba aburrida y cansada de esas cuatros paredes, Pero era necesario las bebes necesitaban tener los pulmones más desarrollados y ella estaba teniendo muchos problemas con la tensión —En serio quiero mi cama —se quejó aBruce, mientras esté le damos masajes suaves en sus piernas hinchadas. —¿Quieres que te traiga algo de casa?—La cama puede ser una opción.Él sonrió negando —solo estarás aquí por unos días más y ya.—Ya lo sé —murmuro ella, sentándose con la ayuda de él. — solo espero que todo salga bien, mi tensión está mejor desde hace unos días, está mañana antes de que llegarás estuve hablando con la ginecóloga. El la vio esperando que siguiera, le hubiera gustado estar presente cuando hablo con la doctora, no era que ella no supiera manejar las cosas, es solo que desde que supo que ella estaba embarazada ha estado en todas y cada una de las consultas de ella.Y entendía que él no hubiera podido e
ESTOY EMBARAZADA CAPITULO FINAL CAPITULO FINAL.Bruce estaba que se comía las cutículas Pero no podía, tenía que mantenerse sereno y transmitir esa serenidad a Claudia.Verla tendida en esa plancha de quirófano con los brazos extendidos y esa manta azul sobre su pecho para tapar la visibilidad donde le estaban practicando la cesárea era algo un poco escalofriante. Porque a ver, estaba a solo unos pasos de ver cómo le abrían su vientre, y esos doctores con sus guantes ensangrentados no era una buena vista. Sintió un nudo en la garganta al recordar como su bella mujer había sufrido empezando el trabajo de parto. Sentía que era a él a quien le venían las contracciones, escucharla chillar, y morderse los nudillos para tratar de aguantar el dolor. Le había repetido hasta el cansancio que era momento de practicar la cirugía, pero ella estaba rotundamente empecinada en que quería tener a sus hijas de forma natural. Todo se había vuelto un caos, cuando le inyectaron el medicamento del
Capítulo 1 Claudia veía a Bruce Black desde donde estaba, con su gracia natural y la seguridad total y absoluta, se notaba a millas que tenia una vida llena de lujos. Estaba claro que el hombre corpulento con facciones varoniles cabello perfecto y ojos de color miel no sabía lo que era tener una vida de precariedad.Bruce tenía un aura fuerte e imponente, y ella por ese motivo llevaba rato pensando en cómo acercarse a él, y es que necesitaba hacerlo después de todo, necesitaba hablar de negocios con él.Cómo Claudia estaba ahí representando a su empresa, estaba decidida a conseguir como cliente a la empresa de Bruce Black.Era la oportunidad de su vida y probablemente la única, ya que sería el mayor cliente, con eso aseguraría el contrato y con ello lo que tanto estaba esperando, su ascenso.Ella se había tomado la molestia de investigarlo, claro estaba que necesitaba saber hasta el más mínimo detalle de él para poder hacer negocios, no iría a ciegas a la boca del loboSabía t
Capítulo Dos—¡Oh, por Dios! —chillo Miranda al tiempo que salía de la sala de reuniones.—Shhh. Cállate —susurró Claudia.—¿No te das cuenta? ¡Te ha pedido salir!—Shhh. Ya Cállate, Miranda —susurró con los dientes apretados, estaba molesta.Una voz la paralizó —¿ Claudia? —ella se giró con una sonrisa mientras Bruce permanecía ahí con el brazo extendido hacia ella.—Claudia, me gustaría presentarte de manera informal a mi director demarketing y buen amigo Steven Bosco.Claudia extendió la mano y saludó educadamente al señor Bosco, tratando de calmar sus nervios.—¿Qué te ha parecido la presentación, Steven? —le preguntó Bruce, detratamdi de remediar su garrafal error al no prestar la más mínima atención a lo que estaba diciendo.—Creo que es un concepto inusual. Es lo nuestro.ya que nos gustan las cosas comprometedoras.Claudia sonrió, satisfecha por el comentario.—Me alegro mucho —estaba realmente feliz de que alguien le haya prestado la debida atención a su presentación.Enton