Esposa obligada
Esposa obligada
Por: Lilith Moon
Capítulo 1

Camille escuchaba al médico en silencio, le picaban los ojos por el deseo de llorar. Con cada palabra aumentaba la sensación de que su mundo se hundía. El roce de la mano de su madre en su brazo evitaba que cayera en la desesperación, su hijo podía morir, y ella no tenía los recursos para curarlo.

—¿Qué podemos hacer, doctor?, ¿cómo podemos ayudar a mi nieto? —Escuchó que su madre preguntaba.

—Hay que llevarlo al quirófano, pero no podemos tardar mucho, su pronóstico de vida no es alentador si no se realiza la operación antes de que su enfermedad siga avanzando —respondió el galeno.

—¿Qué tiempo tenemos?, ¿cuál es el costo de esa operación? —preguntó Camille, con esperanza.

La esperanza murió un poco cuando escuchó el valor que tenía aquella intervención quirúrgica, el dinero que ella ganaba en su trabajo no alcanzaba para cubrirlo, el dinero del seguro tampoco alcanzaba. No obstante, esperaba poder encontrar un segundo trabajo que la ayudara a ahorrar, en los seis meses que pronosticaba el médico, hasta tener el dinero necesario.

—Te ayudaremos, cariño, tendremos el dinero para nuestro Darrin. Él volverá a casa, con la misma alegría de siempre —La consoló Evaline cuando se quedaron solas.

Algunas lágrimas rodaron por las mejillas de Camille, agradeciendo tener el apoyo de su familia. No pasó ni un segundo sola, desde que supo de la enfermedad de su hijo, trataban de que alguno de ellos pudiera acompañarla en cada proceso que se realizaba. Lo único que faltaba, era el maldito dinero.

—Es mucho dinero, mamá, no sé si lograremos esa cantidad. Hay que pagar la factura de hospital mientras esté hospitalizado.

—Por supuesto que lo haremos, tus padres y hermanos ayudarán, yo me quedaré cuidándolo mientras tú trabajas, ¿ves?, lograremos la meta —Evaline también tenía miedo, pero tenía que ser fuerte para su hija, si no, se iba a derrumbar pensando que no había solución.

Camille y Evaline conversaban mientras esperaban por el médico. Había llegado los resultados de unos análisis importantes que le realizaron a Darrin y el doctor quería revisarlos antes de informarles. No se dieron cuenta de que eran escuchadas por una mujer, que no dejaba de mirar a Camille.

Marcia Thrasher observaba a la joven madre, pensaba que era bonita, de familia sencilla, pero se veían buena gente. Sonrió con ironía dándole una mirada de la cabeza a los pies, la joven era perfecta para el problema que su hija tenía. Se acercó a las dos mujeres poco a poco, planeando cómo abordarlas y no rechacen su oferta.

—Buenos días, disculpen que me entrometa en su conversación —En el rostro de Marcia no se reflejaba ni una pisca de arrepentimiento por la interrupción, ni se veía que estuviera avergonzada—, pero tengo la solución para el problema que están enfrentando.

—¿Qué problema usted cree que tenemos?, ¿qué solución tiene? —preguntó Camille con suspicacia—, usted no nos conoce.

—No las conozco, pero sé cómo ayudarlas, las escuché hablando con el doctor —Marcia esbozó una sonrisa.

La suspicacia no abandonaba a Camille, la joven de cabellos castaños no creía que apareciera alguien desconocido, para ayudarla tan rápido.

—También tendré beneficios —Indicó Marcia.

Y con esas palabras Camille fue entendiendo, no sería una ayuda gratuita, ni altruista, tendría que dar algo a cambio. Como la vida de su hijo estaba en peligro, no pudo resistirse a preguntar qué tenía que hacer. Se sorprendió cuando le dijeron que tenía que casarse con un hombre, un hombre que quería contraer nupcias con la hija de Marcia, pero ninguna de las dos, madre e hija, querían ese matrimonio.

—Te casas con él y yo cubriré las facturas médicas. Todo lo pagaré, cada cita médica, cada operación, cubriré lo que necesites para tu hijo en el hospital —Ofreció Marcia, tentando a una madre desesperada.

Camille pensaba que era demasiado bueno para ser cierto, ¿qué malo escondía una propuesta tan generosa?, no podía quedarse con la duda, si salvaba la vida de su hijo, tenía que saber cada detalle.

—Jason Norwood es un incompetente, bueno para nada. Se rodea de personas no tan buenas —recibió como respuesta de parte de Marcia.

—¿Personas que no son buenas?, ¿de qué tipo de persona hablamos? —interrogó Camille.

—Un grupo de delincuentes, nadie que quiera alrededor de mi hija.

Camille sonrió con sorna, no quería a delincuentes alrededor de su hija, pero no le importaba que estuvieran a su alrededor.

—No, gracias, declino su oferta, la vida de mi familia está primero.

—Pero no te preocupes, solo estarás casada con él por un tiempo, no tienes que estar toda la vida con él. Serás bien recompensada.

—No acepto —dijo sin dudar, luego se giró hacia donde estaba su madre—, vamos, mamá, busquemos al doctor.

A Marcia no le gustó ser rechazada, menos por alguien inferior a ella. La joven era perfecta para sus propósitos, y no iba a descansar hasta tenerla rogando que le hiciera de nuevo la oferta.

—Ya veremos qué tan firme eres, el dinero te hace falta, vendrás a mí, quieras o no —murmuró viéndolas marcharse por un pasillo del centro médico.

—Deberías pensarlo, cariño, es una oferta tentadora —dijo Evaline, mientras regresaban a la habitación donde estaba Darrin.

Los resultados de los análisis tampoco habían sido favorables, reforzaban la decisión de los médicos de operar cuanto antes.

—Es muy peligroso, mamá, es un delincuente, sabrá Dios en que estará metido —respondió ella.

—Nosotros estaremos bien, todos somos adultos, cuidaremos de la familia. Pero ese dinero que ofrece esa señora, salvará la vida de mi nieto.

—Lo pensaré —dijo Camille sin comprometerse.

Se quedó mirando a su hijo, acostado en la cama del hospital mientras dormía. Se acercó a él sin hacer ruido, se inclinó sobre él y le dio un beso en la frente.

—Mamá hará todo para que te cures —susurró en una promesa.

Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo