Capítulo 5

A la mañana siguiente, cuando Camille despertó, decidió que iría a hablar con Marcia. Quería que cumpliera su promesa de pagar los gastos médicos de su hijo, cuanto antes, mejor. Se sentía maniatada sin poder hacer nada, era una mujer independiente que de un día para el otro se había quedado sin poder proveer a su hijo y a ella misma. Luego de vestirse de forma adecuada, bajó las escaleras casi en punta de pies, intentando que no se dieran cuenta de su presencia. Todo el tiempo estuvo alerta, mirando a todas partes, esperando encontrarse a Jason en cualquier momento. Suspiró aliviada cuando no lo vio. Ni siquiera estaba en la casa, o eso le informó una de las empleadas que salió en ese momento de la cocina. Después de pensarlo unos segundos, tomó el desayuno que la misma mujer le ofreció, no sabía qué tiempo estaría hablando con Marcia y no quería comer nada allí, de las manos de esa mujer no tomaría ni agua.

Un tiempo después, tomó un taxi para llegar a la casa de la familia Thrasher, muy rápido llegó para su gusto. Al estar frente a la inmensa casa, se cruzó de brazos mientras esperaba que abrieran las rejas de la entrada. Se sentía entrando a las fauces de un león.

—¿Camille?, ¿qué haces aquí?, ¿el delincuente te ha dado problemas? —preguntó Marcia, minutos después, cuando la joven estuvo dentro de la casa—, te contraté para que mi familia no tuviera que lidiar con él, así que te invito a que lo resuelvas tú.

—No tengo ningún problema con Jason —respondió ella, rodando los ojos— ustedes parecen más delincuentes que.

—¿Jason?, ¿ya te entiendes con el gangster?, ¿no es muy pronto? —la burla estaba en cada palabra que dijo la mujer mayor, que había decidido ignorar el insulto.

Camille ignoró las preguntas, no tenía que darle explicaciones a aquella mujer. Como trataba a su falso esposo, solo era de su incumbencia. Además, ese era su nombre, ¿de qué otro modo lo llamaría?

—Vine aquí por mi hijo —le dio como respuesta.

—¿Por tu hijo?, ¿qué tengo yo que ver con él? —Marcia frunció el ceño, luciendo confundida.

—¿Qué me va a pagar sus gastos médicos por hacerme pasar por su hija?, no sé para qué más pensaría usted que yo vendría aquí —dijo Camille con ironía—, usted y yo no somos amigas para que le haga una visita social.

Esta vez fue Marcia quien rodó los ojos, resuelto su problema, se había olvidado del enfermo. No entendía para qué Camille quería a un niño tan defectuoso, con Jason Norwood podía escoger una nueva vida, pero no, la tonta iba a reclamar para ese hijo que solo le daba y le daría problemas. Todavía seguía sin entender a la mujer que tenía frente a ella, le pidió sentarse mientras hacía lo mismo.

—Tu hijo solo es un obstáculo en tu matrimonio —indicó mientras señalaba a Camille con un dedo.

—Un matrimonio que es una farsa. Mi hijo no es un obstáculo, es lo primero en mi vida —dijo Camille enojada.

—Deberías reconsiderar tus prioridades. No te preocupes más por ese incordio. Vive una buena vida junto a Norwood. Es un delincuente, pero viene de una buena familia, estoy segura de que lo apoyan de forma financiera —aconsejó Marcia.

Camille no podía creer que le estuviera dando ese consejo. Se casó solo para poder pagar el hospital donde estaba su hijo, que fuera curado cuanto antes, y se atrevía a decirle que lo dejara atrás. Una risita de incredulidad salió de ella. Esa mujer estaba muy loca si pensaba que le haría caso.

—A usted no le importa lo que haga con el dinero. Comience a pagar, si es mañana, mucho mejor.

—No me darás órdenes, no eres nadie para hacerlo —respondió Marcia.

—Ni quiero ser nada para usted. Pague el dinero que convenimos —Camille sintió que se le tensaban los hombros, le estaba llevando más tiempo de lo que pensó recibir la recompensa del sacrificio que hizo al casarse.

Marcia se puso de pie riendo, le divertía que Camille le exigiera a ella, una mujer poderosa, que hiciera lo que le pedía. No se lo podía permitir, si no, pensaría que podía hacerlo cada vez que quisiera.

—No pagaré nada —decretó con voz autoritaria.

—¡No puedes hacer eso! —exclamó Camille poniéndose de pie, furiosa—, hicimos un trato, tiene que cumplir con él.

—¿Teníamos un trato? —preguntó Marcia con burla.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo