ActualidadJason había terminado de vestirse y estaba revisando sus armas, cuando tocaron a la puerta. Pensó que era Wade para informarle que todos los soldados estaban listos para irse a la guerra. Cuando Camille abrió y se hizo a un lado para dejar pasar a la persona que estaba del otro lado en el pasillo, se sorprendió de ver a su abuelo apoyado en un bastón.—No le hagas reclamos a tu hermano, sabes que en muchas ocasiones encuentro la verdad cuando me ocultan alguna información, ¿puedo pasar? —Bennett seguía en el pasillo, ni siquiera se puso debajo del marco de la puerta.Con una inclinación de cabeza, Jason lo invitó a entrar. No estaba seguro del objetivo de Bennett con su visita, su último encuentro no había terminado bien.Los dos hombres se miraron a los ojos en silencio. Retándose con la mirada. Esperando que el otro hablara primero.Camille sentía la tensión en el aire, era casi palpable. Su corazón se aceleró por la espera de ver qué sucedería a continuación. Sin embargo
Dos horas después, Jason esperaba a dos calles de la mansión de la familia Thrasher, la confirmación de Wade donde le decía que ya estaba listo para irrumpir en la casa de la familia Marston. La señal llegó cinco minutos después. Mientras Wade y sus hombres volaban por los aires la puerta principal e ingresaban dentro de la casa, Jason hacía lo mismo abriendo la cerradura.Una sonrisa irónica se dibujó en sus labios cuando vio la sorpresa grabada en los rostros de los tres miembros familiares que compartían una taza de café en el salón. Luego, el miedo remplazó la sorpresa, haciendo que se les secara la boca y tuvieran problemas para tragar. Segundos después llegaron las ganas de salir huyendo y escapar.—Tú estás muerto —Marcia seguían sin creer que estuviera allí, no lograba procesar que hubieran fallado en su intento de muerte y lo tuvieran allí, como un ángel negro listo para tomar venganza.—Para tu mala suerte, estoy bien vivo, con la salud suficiente para llegar a los cien años
—Tú estás vivo, la impostora también, el mocoso enfermo tampoco ha muerto. Así que no, mi padre no me dio lo que deseaba, como dice mi madre, no merece nada de nosotras.La respuesta era muy cruel, incluso para él, siendo quien era, nunca le deseó la muerte a ninguno de sus familiares. La insensibilidad de las dos, lo dejaba helado. Sin embargo, tuvo que reír cuando le preguntaron cuando las dejaría ir.—No van a ir a ninguna parte, se quedará ahí donde están.—Yo necesito mis medicamentos, no puedes dejarme aquí por más tiempo —protestó Marcia.—¿Recuerdas que el hijo de Camille necesitaba una cirugía de urgencia y tú te negaste a pagarle el dinero que le prometiste por hacerse pasar por tu hija?, pues, imagina que era Darrin y yo soy Marcia Thrasher, no tendrás nada de mi parte.—¡Voy a morir! —exclamó indignada.—Es la idea —le dijo Jason con ironía—. Estaremos aquí el tiempo que haga falta. Pero morirás en agonía.En ese instante, Marcia compendió que era su fin, pero no quería ac
Una semana después Camille caminaba nerviosa hacia la consulta del médico. Ese día le confirmarían si había funcionado el tratamiento posterior. Después de más de dos meses de postoperatorio, que incluyó sesiones de radiación, fisioterapia y revisiones, la resonancia magnética que le realizaron mostrarían si estaba libre del tumor o había vuelto a salir. —El resultado será positivo a nuestro favor, ese resultado será negativo —Jason le dio ánimo, mientras caminaba a su lado. —Sé que así será, pero no puedo evitar sentir miedo —había pasado tanto con su hijo por culpa de esa enfermedad, pero era inevitable sentir aprensión por el resultado. Cuando llegaron a la oficina del galeno, los nervios aumentaron. El corazón comenzó a latir apresurado y llegando a sentir taquicardia. Las manos le sudaban al momento de sentarse frente al escritorio. —Doctor, necesito que sé franco, no se vaya por las ramas, no saber la verdad, me hará más bien que mal —pidió Camille viendo que el hombre se m
Meses después Mientras Camille acomodaba la ropa de bebé en la habitación destinada para su hija en la casa que Jason construyó para ellos, rompió la fuente. Cuando sintió el líquido correr por sus piernas, se asustó pensando que era sangre por un aborto. Suspiró aliviada cuando se dio cuenta de que era líquido amniótico. Con mucha calma, como le enseñaron en las clases del curso prenatal, se dirigió al baño, se dio una ducha caliente, buscó el bolso con las ropas de bebé y cuando tenía listo todo, llamó a Jason. Él, sin embargo, olvidó todas las clases, hacía las cosas apresuradas, como si la bebé se fuera a salir de solo mirar a Camille. En su nerviosismo tomó la moto para llevarla al hospital, se dio cuenta de la locura cuando ella comenzó a reír. Cuando subieron al vehículo correcto, las mejillas De Jason estaban sonrojadas. Sentía un poco de vergüenza, él no era ni siquiera una persona torpe. —Toma las cosas con calma, no hace mucho comenzaron las contracciones —le dijo ella
Después del nacimiento de su hija, Jason cambió. Dejó de ser el mafioso despreocupado a quien solo le importaba dirigir a Las Cobras y, a partir de ese momento, fue el hombre que luchaba por mantener unida a su familia. Pero no fue suficiente, alguien del pasado regresa dispuesto a arrebatarle el poder y, para lograrlo, le roba lo más preciado que tiene: a su hija.Cuando secuestran a su hija, Camille toma una decisión arriesgada: entregarse a cambio de su pequeña. Pero, ¿será suficiente para aplacar a ese hombre que busca venganza?Hola, corazones. Espero que hayan disfrutado de este libro y que le haya gustado tanto como a mí. Esta sinopsis es un extra, no será corto, pero tampoco tendrá tantos capítulos como la historia principal. En esta historia, Camille tendrá más contacto con el abuelo y el resto de la familia de Jason. Será la primera vez que se involucre directamente con un problema del Sindicato. En este extra veremos la lucha de Jason y Camille por mantener a su familia uni
Camille observaba a Jason con preocupación. Dos años había transcurrido desde el nacimiento de su hija Kylee y él se negaba a dejarla salir de la casa si no iba con él. Ni siquiera le permitía ir a la casa de sus padres sin llevar como escolta un mínimo de veinte hombres. Las familias de ambos y ella creían que era una exageración. Desde la muerte de los Thrasher y por la forma que murieron, nadie se atrevía a meterse con el líder de Las Cobras.Frunció el ceño, muy enojada. Él ni siquiera la había dejado decirle a dónde quería ir con los niños, había descartado el plan de inmediato. Ella había ido hasta su oficina entusiasmada, feliz por contarle la tarde que su madre y ella planearon para divertirse. Se sentía agobiada, encerrada en su casa. Jason pasaba la mayoría de los días en la oficina, rodeado de papeles y dirigiendo el Sindicato desde su silla. Sin embargo, llevaba meses que no disfrutaba de sus hijos.Ella sonreía, mostrándose radiante y engañando a todos, diciendo que estab
Camille escuchaba al médico en silencio, le picaban los ojos por el deseo de llorar. Con cada palabra aumentaba la sensación de que su mundo se hundía. El roce de la mano de su madre en su brazo evitaba que cayera en la desesperación, su hijo podía morir, y ella no tenía los recursos para curarlo. —¿Qué podemos hacer, doctor?, ¿cómo podemos ayudar a mi nieto? —Escuchó que su madre preguntaba. —Hay que llevarlo al quirófano, pero no podemos tardar mucho, su pronóstico de vida no es alentador si no se realiza la operación antes de que su enfermedad siga avanzando —respondió el galeno. —¿Qué tiempo tenemos?, ¿cuál es el costo de esa operación? —preguntó Camille, con esperanza. La esperanza murió un poco cuando escuchó el valor que tenía aquella intervención quirúrgica, el dinero que ella ganaba en su trabajo no alcanzaba para cubrirlo, el dinero del seguro tampoco alcanzaba. No obstante, esperaba poder encontrar un segundo trabajo que la ayudara a ahorrar, en los seis meses que p