Esa simple pregunta fue más que suficiente para que la criada se llenara de cierto pánico, no quedándole más opción que ceder las llaves para ahorrarse problemas. Sin embargo, los oídos de Erick atravesaban paredes, por lo que Anastasia –Pese a no haber hecho nada- no sabía que aquella sería la última vez que vería a aquella mucama.Erick estaba ahí dentro de la habitación, en un enorme sillón con un cigarro en la mano, un vasito de tequila en la otra y los ojos cerrados.— ¿Qué te trae por aquí? No sé si te habrán hecho llegar la noticia de que estoy cansado y no quiero recibir a nadie, así que, sé buena y márchate ahora.Anastasia no iba a permitirse ser echada tan lamentablemente así que no le hizo caso— Deja de usar pretextos para evitar tener que enfrentarme, sabes perfectamente a qué vine hoy. — No era momento de retractarse y salir corriendo, Anastasia debía ser valiente. — ¿Por qué soy la única persona que no sabía que la boda será este fin de semana? ¿Acaso no soy la novia?
Entre sus manos reposaba una fotografía y el nombre de una mujer.— ''Raquel'' — Releyó por milésima vez dentro del colgante que había tomado sin que Erick se diera cuenta el día en que fue al sótano, la mujer de la fotografía era hermosa, tenía una piel juvenil y un sedoso cabello rubio cuyos mechones revueltos por la brisa casi le cubrían la cara, con una sonrisa impecable, contagiosa y un sombrero que se sujetaba para que no saliera volando.Probablemente la fotografía había sido realizada en la playa.Anastasia había deducido que se trataba del verdadero amor de Erick, ¿Por qué otro motivo guardaría la foto de una chica entre sus cosas preciadas? Tal vez ella lo abandonó y la decepción de un corazón roto lo llevó a buscar consuelo en las demás mujeres, o quizá era su amor no correspondido, podría tratarse también de una amiga de la infancia.Entre las actas de divorcio y demandas no encontró ningún documento con el nombre de Raquel, por lo cual era poco probable que hayan estado c
El vehículo aceleró y se marchó con Félix en él, llevándose todas las esperanzas que le quedaban a Anastasia.— ¿Qué decías sobre el amor que todo lo puede? — La burla en el tono de voz de Erick la sacó de quicio.— ¡Eres un descorazonado! ¡¿Por qué tienes que arruinarlo todo?! — Dentro de su mismo dolor y las lágrimas que no dejaban de caer por sus ojos tristes comenzó a lanzar golpes contra el pecho de Erick, quien no se movió en lo más mínimo. — ¿Por qué siempre tienes que salirte con la tuya?Sintió los brazos de Erick rodeándola en cuanto su llanto se hizo casi imparable, transmitiéndole el calor de su cuerpo. — Eso es porque sigues confiando en las personas equivocadas.— ¿Y en quién se supone que debería confiar? ¿En ti? No me hagas reír — Anastasia lo apartó, secándose las lágrimas combinadas con maquillaje corrido en su rostro. — Lo conseguiste, me has capturado ¿Estás contento ahora? ¡Bien! Continuemos con esta maldita farsa y terminemos con todo ¡¿Qué más da?! Ya arruinaste
Aunque la causa de la visita familiar había tenido un propósito diferente.Zathrian, Hunter y Kailani habían llegado hora y media antes de que Anastasia bajara hasta encontrarse con ellos, Erick se encontraba trabajando en su estudio cuando la noticia le fue dada. Llevaba un tiempo largo sin entablar conversación con alguien de su familia que no fuera su padre, sin embargo, no era como si no los estuviera esperando.— ¿Debería decirles que regresen otro día? — Preguntó Emily.— No se irán hasta que alguien les dé la respuesta que necesitan saber. — Erick tuvo que dejar todo de lado para ponerse de pie, aún era temprano por la mañana. — Preparen el desayuno para todos, incluida Ana, despertará en cualquier momento.Sus odiosos hermanos ya lo estaban esperando, cada uno con un interrogatorio diferente para él.— Hasta que por fin te dignas en dar la cara. — Zathrian fue el primero en hablar, de brazos cruzados. Fue el único que no se puso de pie cuando Erick llegó — No muestras tu rostr
La situación se volvió delicada de un momento a otro, Anastasia podía sentir la presión en el ambiente con solo observar la mirada insistente que le dedicaba aquella mujer, ¿Quién era y qué quería?— No sé de qué hablas. — Giró la cabeza hacia otro lado, suspirando de por medio. Al menos debía ser lo suficientemente valiente como para no quedar en un callejón sin salida tan rápido. — ¿Qué tendría yo para esconder?— Porque durante tu boda tenías cara de ser la mujer más desafortunada de todo el mundo, y créeme, cariño, con Erick algo como eso simplemente no pasa. Aunque hayas engañado a los demás poniendo una sonrisa de niña buena ten por seguro que no soy como todo el mundo y nada se escapa de mi ojo de halcón, cuando sospecho algo NUNCA fallo. — La familiaridad con la que hablaba le confirmó el hecho de que no se trataba de cualquier mujer. — Algo están ocultando ustedes dos.Pero Anastasia no se dejó acusar tan fácilmente.— ¿Qué es lo que pretende insinuarme al decirme todo esto?
— Bien, esto es lo que querías ¿No? — Erick, recién llegado del trabajo dejó los documentos sobre la mesa, justo en el momento en que Anastasia estaba cenando. — Están revisados por un abogado, todo lo que acordamos está registrado aquí y solo necesita que lo firmemos.— ¿Estás seguro de que no hay ninguna trampa en esto? — Anastasia tomó los papeles mientras Erick se sentaba justo en frente de ella.— Soy un hombre de negocios, cumplo con mi palabra. Pero revísalo si es que quieres.Eso hizo Anastasia, suspirando de por medio. — Recuerda que debes cumplir con esto, Erick. Sobre todo las tres primeras cláusulas. — Estaba tratando seriamente el asunto, agradecida de que Erick hubiese cumplido con formalizar el contrato entre ambos. — Sabes cuales son ¿Cierto?— Fidelidad, permanencia y...— Y nada de secretos, Erick. — Se percató de que él no quiso terminar de hablar, motivo por el cual lo interrumpió y terminó la oración en su lugar. — No quiero saber que me ocultarás cosas a partir d
Los rayos de sol mañaneros colándose por la ventana hicieron que abriera los ojos perezosamente, supo de inmediato que las cobijas verdes sobre su cuerpo no le pertenecían a ella, seguía adormilada mientras trataba de hacer memoria sobre dónde se encontraba, en una inmensa y cómoda cama con el otro extremo vacío y destendido.Sí, definitivamente era la habitación de Erick.No tenía nada de interés allí, además de un librero y un escritorio donde seguro llevaba sus deberes del trabajo a la casa, también un sillón junto a una lámpara sobre una mesita que de por sí traía un cenicero bastante usado, no había rastros de Erick por ninguna parte, pero el hecho de que su cama estuviera completamente desordenada le dio a entender que sí se quedó a dormir.— ¿Dónde está? — Las sábanas se deslizaron por su cuerpo en el momento en que se sentó, cayendo sobre su regazo mientras analizaba un poco más el panorama.Vio el traje formal de Erick colgando y nuevamente el sonido de la regadera, a excepci
Anastasia estaba completamente cansada, estresada y tenía ganas de salir corriendo a toda prisa,— Quita esa mala cara, arruinas el ambiente. — La petición de Erick fue bastante insólita debido a las condiciones en la que estaban.— Contigo a mi lado arrastrándome a donde se te da la gana no puedo dejar de fruncir el ceño. — Anastasia volvió a mirar por la ventana, contemplando los edificios pasando a medida que avanzaban.— Si ''alguien'' no hubiera usado toda la ropa que le regalé como soga para escapar no tendríamos la necesidad de hacer esto. — Contestó haciendo una mala cara que en seguida cerró la boca de Anastasia, momentáneamente.No tenía arrepentimientos por haberlo hecho, podría repetirlo si era necesario.«Podría asegurarme de que la soga llegue al piso antes de bajar» Dicen que de los errores se aprende, y ella aprendió más de la cuenta.— No necesito ropa, tu familia tendrá que aceptarme por cómo soy quiera o no. — Anastasia se cruzó de brazos.— Eso no es decisión tuya,