¿Como les irá en su paseo a caballo? ¿Pasarán un buen momento en familia? ¡Entérate que sucede en el proximo capitulooo! no se lo vayan a perder :D gracias por leer, :D
Cuando los sirvientes del palacio real se enteraron de los planes del rey Valdimir y la reina Aelina para cabalgar esa mañana, la noticia se propagó como fuego entre la paja seca, desatando un frenesí de actividad en los pasillos de piedra. Los criados se apresuraron a preparar los atuendos apropiados para la ocasión, con sus pasos escuchándose apresurados en los corredores mientras corrían de un lado a otro, ya que no era nada común que él rey decidiera de la nada ir a cabalgar a modo de paseo. Aelina, con tranquilidad aceptó las molestias que se estaban tomando los sirvientes que parecían más emocionados que ella misma.—Aquí tiene su alteza, este atuendo es para equitación —dijo el sirviente había puesto la ropa en su habitación.—Gracias… yo me encargo del resto, puedes retirarte —respondió Aelina con una sonrisa viendo como el sirviente se marchaba con un entusiasmo que ella no comprendía. Valdimir que estaba en el baño, salió y le dijo:—Todos se están dando cuenta de que te trat
Aelina, con sus ojos azulados como el mar en calma, observaba alternativamente a Valdimir y a Erik, con una sonrisa de asombro y revelación dibujándose lentamente en sus labios dijo lo que no dejaba de pasar por su mente:—Se parecen —musitó la joven reina, con su voz teñida de una mezcla de sorpresa y ternura—. No comprendo cómo es que hasta ahora me vengo a dar cuenta —añadió, más para sí misma que para los demás, mientras sus dedos jugueteaban distraídamente con un mechón de su cabello color azabache.Erik, cuya mirada reflejaba una sabiduría que intentaba disimular lo mejor que podía, respondió con una voz suave pero llena de significado:—Porque no te habías tomado tu tiempo para verme con tanto detalle, madre —dijo, exhalando un suspiro que parecía cargar el peso de un gran secreto.Los ojos de Erik, que eran una fusión perfecta de la ferocidad de Valdimir y la calidez de Aelina, se posaron primero en ella y luego en su padre. Una nostalgia inexplicable se apoderó de él, especial
Aelina, con su voz temblorosa pero firme, respondió a la apremiante exigencia de Irina:—No es necesario... —Sus ojos azulados reflejaban una decisión que por más que Irina insistiera, no la iba hacer cambiar de opinión —. No es necesario usar el "cetro" con Valdimir. Ha quedado más que claro que él...Irina, con su rostro convertido en una máscara de frustración y dolor, la interrumpió bruscamente:—¿Que él no destruirá el mundo? —Su voz se elevó, llena de una mezcla de ira y desesperación—. Escucha, Aelina, yo amo a mi hermano como no tienes idea, pero... —Hizo una pausa, mientras sus ojos recorrían la habitación como buscando las palabras correctas—. ¿Puedes ver cómo el cielo cambia constantemente? ¿No escuchaste el horrible trueno de hace momentos atrás? ¿Cuándo fue la última vez que vimos un amanecer claro? Las noches son más oscuras, y los días parecen un constante atardecer. Es porque la sombra voraz que habita en él ya no la puede controlar más. Míralo... lleva dos veces encerr
El silencio que envolvía la orilla del lago era roto solo por el suave susurro de las hojas mecidas por la brisa. Erik, absorto, observaba el rostro de su padre, Valdimir. La luz levemente nublada de ese día acentuaba las líneas de preocupación del Rey Lobo, intrigando al muchacho. «¿Qué le ocurre?», se preguntaba Erik, cuando de repente, el crujir de hojas bajo los pies de Valdimir quebró la quietud, presagiando el fin de aquel momento contemplativo. Con un movimiento tranquilo, el hombre lobo se puso de pie. Su figura alta y esbelta se erguía con una elegancia que contrastaba notablemente con la tensión que Erik percibía en la rigidez de sus hombros y en la forma en que sus dedos se flexionaban inconscientemente.—Voy a dar un paseo —anunció Valdimir con su voz profunda. Luego él extendió su mano hacia Aelina, para ofrecerle apoyo a su esposa por si quería levantarse —. ¿Quieren venir?Aelina, sentada sobre un tronco cubierto de musgo, alzó la vista. Sus lindos y grandes ojos azules
-LINEA TEMPORAL DE ERIK: REINO DE VERDANIA-El viento aullaba con furia, golpeando sin piedad las desvencijadas paredes de la casa abandonada que servía como refugio temporal para Erik, su madre Aelina y su tía Irina. El joven príncipe, con apenas diecisiete años, se encontraba sentado en el suelo, con su espalda apoyada contra una pared cubierta de grietas y manchas de humedad. Sus ojos, de color ámbar parecidos a la miel, que hace un par de años ya no probaba, estaban fijos en los hilos dorados que danzaban entre sus dedos, cada uno brillando con una luz propia que parecía desafiar la penumbra reinante.Erik no era un príncipe cualquiera y como mediador del tiempo, poseía la extraordinaria habilidad de ver y manipular las líneas temporales, un don que en estos momentos oscuros se sentía más como una maldición. Cada hilo representaba una posibilidad, un futuro diferente, una realidad alterna que él podía visitar sin alterar el curso de su propia línea temporal. Era un poder abrumador,
La pregunta de Erik quedó suspendida en el aire que estaba lleno de incertidumbre y temor. Irina, al notar esto, caminó hacia donde se encontraba su sobrino. Su voz, aunque suave, se escuchó con una claridad que cortó el silencio que los envolvía a todos.—¿Acaso no te das cuenta, Erik? —comenzó, con su tono impregnado de una urgencia que no podía ocultar—. El Vacío continúa luciendo de esa forma, este mundo luce así porque Valdimir sigue con vida. Cuando él muera, este mundo e incluso el otro encerrado en el espejo podrán sanar. ¡La maldición se habrá acabado!Las palabras de Irina hicieron que el corazón de Erik se comprimiera ya que la realización de lo que implicaban esas palabras lo golpeó con fuerza, dejándolo momentáneamente sin aliento. Aelina, envuelta en un manto de tristeza que parecía pesar sobre sus hombros como una carga física, se acercó a su hijo. Sus ojos, antes llenos de vida y amor, ahora reflejaban un dolor profundo y una resignación que Erik nunca había visto en el
El silencio en la sala del trono se volvió opresivo, lleno de una energía siniestra que parecía emanar de Valdimir. Sus ojos, del color como el ámbar líquido, se posaron en su hermana Irina con una frialdad que heló la sangre de Erik. El rostro del Rey Lobo se endureció, transformándose con una expresión que mostraba una determinación implacable.Con un movimiento fluido y letal, Valdimir extendió su mano hacia Irina, la intención asesina era clara en cada línea de su cuerpo. Cuando él hizo eso, el aire pareció crepitar con energía oscura, y por un instante, el tiempo mismo pareció detenerse.Fue en ese momento crucial cuando Erik, impulsado por un instinto que ni él mismo comprendía, actuó. Con una velocidad que sorprendió incluso a él mismo, el joven príncipe desenvainó la espada oculta en el cetro. La hoja brilló con un fulgor sobrenatural, como si reconociera la importancia del momento.Aprovechando la distracción de su padre, Erik se movió. Sus pies apenas parecían tocar el suelo
Erik se materializó en un vasto espacio etéreo, una dimensión intangible donde la realidad se desdibujaba en un lienzo inmaculado. Este limbo atemporal carecía de límites perceptibles, extendiéndose infinitamente en todas direcciones. El joven se encontró rodeado por una intrincada red de hilos resplandecientes que flotaban en el vacío, cada uno representando una posibilidad, un destino, una vida.Los hilos dorados, brillantes como el sol naciente, encarnaban las líneas temporales donde la existencia de Erik florecía. En contraste, los hilos plateados, con su brillo tenue y melancólico, simbolizaban los senderos donde su nacimiento jamás ocurriría. Y allí, destacándose con un fulgor carmesí intenso, dos hilos rojos se erigían como presagios sombríos, marcando las realidades donde la muerte ya había reclamado a uno, o sus dos progenitores.En su propia línea temporal, la paradoja de su existencia se manifestaba con cruel ironía. Erik debería haber sucumbido, su vida extinguida como una