Todo fue muy rápido y después del primer disparo se escuchó uno más tan solo unos pocos segundos después, pero este era de parte de uno de los guardaespaldas hacía Brooke. — Jacob. — Susurró Mia con sus ojos cristalizándose y sintiendo un poco de sangre en su mano, asustada. Jacob volteó para ver que estaba pasando y después de ver a Brooke en el piso, se alejó un poco del abrazo para asegurarse de que Mia no estuviese herida y que la bala solo estuviera alojada en su cuerpo y cuando vio que no había rastro de sangre en el cuerpo de ella, a excepción de en su mano, pero está no era de ella, suspiró aliviado. — Estás bien y yo estoy bien, nada pasó mi amor. — Aseguró él de inmediato, volviendo a estrecharla en sus brazos como si necesitará asegurarse de que ella estaba bien y que no le había pasado nada, que si había conseguido protegerla y que ella estaba totalmente a salvo. — Tú no estás bien. — Susurró Mia al borde de las lágrimas, asustada por él, porque sabía que la bala lo ha
—Muchas gracias por venir aquí y espero que todas las mujeres maltratadas y también los jóvenes puedan ver esto como un refugio, un escape a sus problemas, porque aquí siempre vamos a estar para recibirlos, apoyarlos y protegerlos, siempre podrán contar con una mano amiga, así que no duden nunca en alzar su voz e irse si alguien los lastima, se que es difícil dejar el miedo atrás, pero es necesario para tener una vida mejor, por favor no se arriesguen y busquen ayuda, sin más que decir, gracias por estar aquí y hacer esto posible. — Dijo Mia y se empezaron a escuchar aplausos por todo el lugar de inmediato. Ella sonrió y se alejó del micrófono para caminar hacía Jacob que la miraba fascinado sin dejar de sonreír. —Te ves preciosa y estuviste grandiosa, felicitaciones. — Dijo Jacob sin poder dejar de sonreír y sin ocultar lo fascinado que estaba por su esposa. —Muchas gracias. — Dijo Mia con sus mejillas ruborizándose y devolviéndole la sonrisa, a pesar de que había pasado un
“Hermana por favor ven aquí, necesito tu ayuda! Creo que me pusieron algo en la bebida y algunos hombres están molestándome, estoy en el bar Jonte, dile a tu amiga y vengan juntos a ayudarme.”Aria al ver este mensaje se sintió un poco confundida, era muy extraño que su hermana le escribiera para pedirle ayuda. Su hermana Michelle no solo siempre la había despreciado por ser adoptada, sino también que siempre iba a ese bar y tenía muchos amigos, pero ahora que Michelle estaba pidiéndole ayuda no podía simplemente ignorarla, no podía dejar que le ocurriera nada a pesar de que ella le había hecho muchas cosas malas en el pasado. Era su hermana después de todo, así que llamó a su amiga Betty. — Betty necesito tu ayuda, Michelle está en el bar siendo molestada por algunos hombres, vamos a buscarla. — Dijo Aria al teléfono ansiosa. — Está bien, ¿Dónde estás? Estoy cerca de tu trabajo, ¿Paso por ti? — Preguntó Betty al otro lado. — Si, acabó de salir, te espero aquí. — Respondió Aria y
Aria apenas llegó ayer fue encerrada en el sótano. El frío hacía que su pequeño cuerpo no dejará de temblar, pero a pesar de que había suplicado que no la encerraran y había estado pidiendo que la sacarán, había sido totalmente ignorada. Aunque esta vez no había sido golpeada, esto seguía llenándola de miedo, odiaba estar aquí, no le gustaba la oscuridad. Ya tenía un día aquí, sin ver la luz del sol y sin poder comer o beber. Se sentía muerta en vida, no había dejado de llorar en todo el día, su corazón seguía doliendo demasiado. No dejaba de reprocharse el haber sido tan tonta y caer en la trampa de Michelle y Betty. Nunca imaginó que Betty le haría algo así, ella siempre había sido buena con ella, pero ahora se daba cuenta de que no podía confiar en nadie. — Levántate ya y ven aquí, tienes que lavar la ropa de todos a mano. Se escucha una voz de una mujer, es Lina, una de las mucamas de la casa. Al abrir la puerta, Aria se levantó del piso un poco aturdida, intentando ada
— Está bien, toma asiento y dime loque tengas que decir. — Dijo Melissa.— Gracias por darme la oportunidadseñora Halls, yo quería pedirle la mano de su hija Michelle para casarme conella cuánto antes. Sé que su esposo Sr. Halls no está y quería esperar hastaese momento, pero ya no podemos esperar más, queremos casarnos pronto. — EspetóNoah tomando asiento al lado de Michelle y sosteniendo la mano de ella entrelas suyas.— ¿De verdad te vas a casar conella? — Cuestionó Aria con su voz quebrándose al mismo tiempo que las lágrimascomenzaban a deslizarse por su rostro, ver al hombre que tanto amaba tomado dela mano con su hermana y pidiendo su mano, era desgarrador.— Si, ¿Esas son lágrimas defelicidad hermana? Que linda eres. — Dijo Michelle al mismo tiempo que selevantaba para abrazar a Aria. — Pobre Aria, siempre pierdes, deberías estaracostumbrada y no aspirar a nada más que una vida miserable, que es lo que mereces,Noah es demasiado para ti. — Susurró en su oído y luego
A la mañana siguiente, Aria se levantó sintiéndose terrible,había llorado demasiado y su cabeza dolía por no poder descansar bien y sucarita estaba hinchada, también tenía moretones en su cuello y le dolía, pero aunasí tenía que levantarse, ya que debía ayudar con la limpieza de nuevo y luegoirse a su trabajo.Después de lavarse la cara, se vistió poniéndose una camisade cuello alto para que no pudieran verse las marcas en su cuello y salió de lahabitación para comer algo.Después de esto empezó con sus labores, ya sabía que todoslos demás estaban despiertos, pero ellos estaban desayunando en el jardín yestaba agradecida por eso, porque no deseaba ver a ninguno de ellos.Cuando terminó lo que correspondía y estaba por ir a suhabitación para cambiarse, Melissa se acercó a ella.— Vamos a mi habitación, tengo algoque hablar contigo, te lo iba a decir ayer, pero como te sentías mal lo dejepara hoy. — Espetó Melissa y Aria frunció el ceño confundida. Melissa nunca antes la hab
Aria había estado cada vez más deprimida estos días, y ni siquiera la dejaban ir al trabajo ni ir a visitar a su abuela al hospital, al parecer tenían miedo de que pudiera escaparse antes de la boda y por eso la habían restringido a quedarse en casa, por eso había tenido que renunciar a su trabajo y ahora ella solo podía estar en su habitación o hacer la limpieza de la casa, no habían más opciones y ya su boda se acercaba, lo que hacía que su corazón doliera inmensamente. Sabía que ya esto estaba en marcha y su madrastra se estaba encargando de los preparativos y no le había pedido ni siquiera su opinión, ella había elegido todo, incluso el vestido que ella usaría, no es que a Aria le importará todo esto, porque sabía que este no sería un día alegre si no un día lleno de tristeza. —Ya no falta nada para tu boda hermanita, ¿Estás feliz de casarte con un discapacitado? Deberías estar agradecida, al menos tiene dinero y no es un mendigo como tú. — Espetó Michelle con una sonrisa lle
Una boda podía ser el día más feliz en la vida de una persona, pero este no era el caso de Aria, que se encontraba llorando, sentada frente a un espejo negándose a qué la maquillaran. — Mamá por favor, no me hagas casarme, yo no quiero hacer esto. — Suplicó desconsolada, no tenía muchas esperanzas sobre esto, pero necesitaba intentarlo. — Ya hablamos de esto, lo vas a hacer y punto, tienes que pagar todo lo que te hemos dado hasta ahora. — Masculló Melissa. — Yo sé que han hecho mucho por mí, pero deja que se los pague de otra forma, yo no me quiero casar con ese hombre, Michelle es quien estaba comprometida, ya que ella no se va a casar con él solo cancelemos esto por favor.— Insistió Aria desconsolada, ella tenía mucho miedo de la vida que le podría esperar junto a Lucien. — Lo harás, porque si no lo haces te puedes olvidar de tu abuela y de que sigamos pagando ese tratamiento porque nos quedaremos en la ruina por tu culpa y no vuelvas a mencionar que es Michelle con quién él qu