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Capítulo 4. No puede casarse con él.

A la mañana siguiente, Aria se levantó sintiéndose terrible, había llorado demasiado y su cabeza dolía por no poder descansar bien y su carita estaba hinchada, también tenía moretones en su cuello y le dolía, pero aun así tenía que levantarse, ya que debía ayudar con la limpieza de nuevo y luego irse a su trabajo.

Después de lavarse la cara, se vistió poniéndose una camisa de cuello alto para que no pudieran verse las marcas en su cuello y salió de la habitación para comer algo.

Después de esto empezó con sus labores, ya sabía que todos los demás estaban despiertos, pero ellos estaban desayunando en el jardín y estaba agradecida por eso, porque no deseaba ver a ninguno de ellos.

Cuando terminó lo que correspondía y estaba por ir a su habitación para cambiarse, Melissa se acercó a ella.

Vamos a mi habitación, tengo algo que hablar contigo, te lo iba a decir ayer, pero como te sentías mal lo deje para hoy. — Espetó Melissa y Aria frunció el ceño confundida.

Melissa nunca antes la había invitado a su habitación ,y ellas no tenían nada de qué hablar.

¿De qué se trata? Es que ya casi me tengo que ir al trabajo. — Suspiró Aria dubitativa.

Te lo diré en la habitación, vamos ya. — Ordenó Melissa.

Se dispuso a subir las escaleras, por lo que Aria sin más opción tuvo que seguirla.

— Siéntate aquí junto a mí. — Dijo Melissa.

Cuando llegaron a la habitación y ella tomaba asiento en el sofá de su habitación.

A Aria, le parecía muy extraña la actitud de su madre.

Está bien. — Accedió sentándose.

Bueno como sabes las facturas del hospital son muy altas y no estamos en una buena situación económica, la empresa está atravesando una crisis, así que vamos a necesitar que hagas algo, porque esto se ha hecho un poco complicado, quizás debamos sacar a tu abuela del hospital. — Suspiró Melissa fingiendo estar triste.

Ya estoy trabajando y empezaré a buscar otro trabajo, pero mi abuela tiene que permanecer ahí, es lo mejor para ella. — Espetó Aria ansiosa.

Sabía que por la vida llena de lujos que ellos seguían llevando podían continuar pagando las facturas del hospital de la abuela, solo que no querían. Dado que la abuela tampoco es la madre biológica de su llamado padre adoptivo. La abuela Amelia, como esposa original, adoptó al hijo ilegítimo de la amante del marido. Pero él era casi un hijo desagradecido para Amelia, al igual que Melissa. Por esa razón es que Aria se entero de todo y no podía pedir mucho a sus padres. Había comenzado a trabajar, pero no era suficiente para pagarlo todo, su sueldo ni siquiera alcanzaba a pagar ni una cuarta parte de las costosas facturas.

Eso no será suficiente y lo sabes, por eso tienes que casarte con un rico. Si te casas con un millonario, nos ayudará a solucionar el problema de la empresa y así podremos continuar pagando el tratamiento de tu abuela. Por suerte hemos encontrado a este, él es Lucien Gray — Soltó Melissa.

Qué? ¡Pero si él es el prometido de Michelle, es ella quien debería casarse con él! — Gritó Aria alarmada levantándose del sofá, nunca imaginó que él compromiso no se hubiese cancelado porque ellos tenían otros planes y ella no estaba dispuesta a aceptarlos, no se quería casar con ese hombre que todos decían que estaba maldito y era infinitamente cruel, ya estaba cansada de recibir la crueldad de todos.

Tú hermana no puede casarse con él, la escuchaste está embarazada de Noah y se casara con él, por eso tú tomarás su lugar en este matrimonio. — Replicó Melissa intentando permanecer calmada a pesar que deseaba golpearla por no obedecerle, pero necesitaba que Aria aceptará esto de la mejor manera posible.

Yo no me voy a casar con ese hombre, que se case ella y que vea como le hace o que sea Noah quien los ayude con la empresa y cancelan el matrimonio, pero yo no me voy a casar con ese hombre. — Declaró Aria llena de rabia, no estaba dispuesta a seguir siendo el cordero de sacrificio como siempre.

No digas tonterías. — Gritó Melissa perdiendo la calma. — Si no quieres que tu abuela muera te casarás con Lucien Gray y serás una buena esposa.

Pero no puedo, por favor mamá…

Basta! Si no, tendrás que cargar con su muerte.

Aria guardó silencio, este era el resultado que menos esperaba. Y Melissa, que no tenía piedad, siguió hablando sola.

——Además después de lo que hiciste, que te acostaste con hombres en el bar, no creo que puedas encontrar un buen esposo. ——Ella sonrió despectivamente. ——Más bien te estoy haciendo un favor.

Aria parpadeó con incredulidad, no podía creer que su madre dijera palabras tan inhumanas.

——Se agradecida y acepta lo que te digo o enfrenta las consecuencias.— Amenazó Melissa mirándola con odio.

Claro que Melissa no quería que su hija tuviera que sufrir con un hombre así, por eso la mejor opción era que Aria lo hiciera y aun así obtendría beneficios y Michelle igual se casaría con alguien importante, todo estaba saliendo como ella deseaba, solo tenía que hacer que Aria aceptara.

Por ella fue que hicieron el trato, no por mí, no soy yo quien debería tener que casarse. — Declaró Aria con su voz quebrándose.

Aria no quería casarse, pero tampoco quería que su abuela, la única que persona que la ha amado en este mundo muriera y la dejará totalmente sola, porque a pesar de que vivía con esta gente, sin su abuela se sentía sola.

No importa con quién se hizo el trato para que se casen, lo único que importa es darle una esposa con nuestro apellido y tú lo tienes, él te aceptará, después de todo te ves bien y él solo necesita que alguien lo cuide a él y a su hija. — Aclaró Melissa con una sonrisa llena de triunfo, sabía que al amenazar a Aria con Amelia ella terminaría cediendo.

Por favor no me pidas que haga esto, trabajaré y haré todo lo necesario para pagar lo de la abuela, pero no me obligues a casarme con ese hombre. — Suplicó Aria mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, tenía miedo por todo lo que decían de Lucien y ella siempre había imaginado casarse por amor, no que la vendieran, porque esto era una transacción, en la cual la única que no ganaría nada sería ella.

Eres una desconsiderada, te hemos criado desde que eras una niña, te dimos, educación, comida y ropa, es hora de pagar todo eso, es tu deber hacer esto por nosotros, te has gastado nuestro dinero por años y ahora que necesitamos, ¿No puedes ayudarnos? — Cuestionó Melissa apretando los dientes furiosa.

Aunque ustedes me adoptaron y me han dado comida solo lo hicieron porque la abuela se los pidió y además cada mínima cosa que me han dado he tenido que pagarla siendo prácticamente una empleada más aquí. — Gritó Aria desconsolada entre sollozos y en ese momento sintió una fuerte bofetada en su rostro.

No vuelvas a hablarme así o tendrás que enfrentarte a tu padre para ver si él si te hace entender las cosas y como ya te lo dije o te casas o tu abuela muere, eres tú quien decide. — Masculló Melissa mirándola con rabia y Aria se estremeció al solo escuchar la mención de ese hombre que le daba tanto miedo, prefería enfrentarse a la crueldad de Lucien que a la de él.

Ella no entendía como Melissa podía poner en juego incluso a su misma madre para conseguir lo que quería, no tenía corazón.

Está bien, me casare con ese hombre. — Aceptó Aria apretando sus manos en puños mientras las lágrimas no dejaban caer por su rostro, sabía que no tenía más opciones, por su abuela y por ella misma era mejor aceptar de una vez.

Perfecto, ahora sal de aquí que me molesta mirarte. — Murmuró Melissa con una sonrisa, pensando en que tenía que dar el aviso del cambio de prometida, sentía que no debería haber problema con esto, porque después de todo Lucien era un hombre viudo, paralitico, desfigurado y ya tenía una hija, además de que se decía que estaba maldito, ninguna mujer con un buen apellido y en una buena posición querría casarse con él, así que aceptaría a cualquiera como esposa.

[…]

Lucien, tu abuelo me acaba de informar que hay un cambio en tu prometida, cambiaron a la chica, pero sigue siendo de la familia Halls. — Informó su asistente y al escuchar sus palabras el hombre sentado en la silla de ruedas detrás de un escritorio le dio unos golpecitos a la mesa pensativo.

¿Sabes por qué hicieron esto? — Cuestionó Lucien, no esperaba este cambio y tampoco estaba en sus planes.

No, estoy investigando esto, pero ya tengo la información de la chica, ¿Quieres revisarla?

No hace falta, lo único importante es que sea parte de la familia Halls, mientras sea así todo debería seguir igual. — Respondió Lucien, aunque no sabía el porque de este cambio, no le importaba demasiado con quién se casaría.

¿Estás seguro que no quieres verla? Creo que es más bonita que su hermana. — Preguntó el asistente Max mirándolo con atención, sabía que aunque está boda no era por amor, pensaba que su amigo debería estar al menos interesado en ver a su prometida, pero no era así.

No.

Bueno me voy a continuar con mi trabajo.

Espera, quiero que la boda sea lo antes posible, avísale a mi abuelo para hacer esto rápido. — Ordenó Lucien pensativo, ya que su abuelo deseaba que se casara estaba dispuesto a hacerlo, más cuando esto funcionaría bien para sus planes.

Para él no importaba quien sería su esposa mientras perteneciera a la familia Halls y su abuelo afortunadamente había elegido a esta familia para darle a su prometida y esto funcionaba a su favor, porque ella solo sería un peón en este retorcido juego en el cual solo podía haber un vencedor y solo podía ser él.

Revelaría quien eran los enemigos que lo atacaban desde la oscuridad y los haría pagar por todo está vez, no se arriesgaría a qué ellos intentarán de nuevo asesinarlo y que pudieran herir a su pequeña hija, lo más importante para él y a quien deseaba proteger de cualquier cosa. Ella era la luz de su vida y no planeaba perderla ni morir, porque no podía dejarla sola con tantos lobos a su alrededor.

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