Capítulo85
Mucho después de que Leandro se hubiera marchado, Julieta seguía impactada.

Las lágrimas se habían congelado en su rostro y su corazón se sentía como si hubiera muerto.

Cuando ella salió de la cárcel, no estaba segura de si Leandro le iba a enviar de vuelta.

¿Cómo podía recuperar la mansión antigua de la familia Rosales?

No pudo investigar la muerte de sus padres, no pudo salvar a don Camilo, tampoco tenía forma de encontrarse con su hermano.

Julieta se mordió la lengua hasta hacerla sangrar en un intento de suicidio. Parpadeó y se sentó en la cama. Miró su barriga. Ahora ya ni siquiera podía morir, después de todo, había una vida dentro de ella.

Entonces se preguntó:

—¿Qué puedo hacer?

De repente sonó la alarma de su celular, lo que la sobresaltó. Era un recordatorio del calendario que decía [Aniversario de la muerte de mamá]

Su corazón se agitó violentamente, extendió la mano y apagó la alarma. Sonrió con amargura y pensó: “Soy realmente una hija desagradecida, incluso olvidó el an
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