Capítulo122
Leandro se detuvo un momento, con sus ojos negros escalofriantes.

—Sí. ¿No era una condición para salir de la cárcel?

Su tono parecía decirle: "¿No es algo que ya sabías, estúpida?".

Julieta sintió que le arrancaban el corazón del pecho una vez más, le temblaron un poco las piernas pero apretó los dientes y esbozó una sonrisa mientras se clavaba las uñas en la piel, haciendo lo posible por contener las lágrimas.

—Bueno, esa es nuestra condición. Vete —tras decir esto, se dio la vuelta y se le salieron las lágrimas.

Pensó que ya había aprendido a ser fuerte de carácter y fría de corazón, pero resultó que seguía tontamente enamorado de aquel hombre.

“Boom'', la puerta se cerró con un fuerte golpe, sus piernas se debilitaron y cayó al suelo.

Le hubiera encantado comer con aquel hombre en armonía, pero en cuanto se enfrentó a él, trozos de su pasado volvieron a ella. Sobre todo, cuando pensó en Leandro y Dalila teniendo sexo, sintió ganas de vomitar.

Tal vez fuera por la agitación emociona
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