Capítulo120
Julieta cerró los ojos y dejó caer unas lágrimas.

Leandro no la trajo de vuelta a la Península, sino que la llevó a otro departamento.

Guio a Julieta al baño, la puso en agua caliente y quiso ayudarla a desvestirse. Pero Julieta de manera inconsciente cerró los ojos y retrocedió, pensando que Leandro la volvería a lastimar.

El gesto hizo que Leandro sufriera un pinchazo en el corazón. Frunció el ceño, y dijo con impaciencia:

—Olvídalo, desvístete y báñate. Afuera tienes todo lo que necesitas, puedes descansar aquí el día de hoy y Dalila no te molestará.

Levantándose, añadió:

—Volveré esta noche para acompañarte. No te olvides de preparar la cena.

Tras decir esto, se levantó, cerró la puerta y se marchó. Acto seguido, ordenó a dos guardias que montaran guardia en la entrada del departamento.

Sólo después de asegurarse de que Leandro se había ido, Julieta quitó de su bolsillo el frasco con las pastillas y la tarjeta de negocios. Ésta última estaba mojada, por lo que la secó cuidadosament
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP