Gracias por acompañarme en esta historia. Espero que haya sido de su agrado. ¡Pronto vendremos con un nuevo proyecto!
La vida está plagada de encantos y desencantos. A veces, estamos arriba y de la nada podemos estar abajo. Creernos invencibles no sirve de nada. Lo más inteligente, es tener sentido de la oportunidad y pensar minuciosamente los pasos para derrocar a tus adversarios. Ahora comprendo aquella frase tan cliché de: La venganza es un plato que se come frío. Pues bien, mi plato acaba de ser servido. Y, no dejaré que nadie se interponga en mi cometido. Observo detenidamente los documentos en mis manos y una ligera sonrisa se extiende en mi rostro. —La paciencia a fin rinde los frutos—murmuro para mí. La paciencia combinada con algunos movimientos perfectos para acelerar el resultado. Los Harrison al fin están donde los quería. En la m*****a calle. —¿Cómo quieres que procedamos? — cierro la carpeta y me reclino en la silla de mi oficina ubicada en el centro financiero de Nueva York. Los ojos oscuros de Kamal, mi mano derecha me mira expectantes. —Consolida todas las acciones en venta a
Diez años antes. Miro con incredulidad lo que tengo en mis manos. —No es posible—susurro. Siento una mezcla de felicidad y miedo. Estoy en el baño la secundaria mirando con los ojos abiertos la prueba de embarazo. Positivo. Miro mi reflejo en el espejo y niego. Miro mis ojos color avellana están ojerosos. Mi cabello castaño está sujeto en una trenza. Tengo un aspecto pálido Respiro para tranquilizarme un poco. Guardo la prueba en mi bolso. Salgo de ahí y avanzo por los pasillos tratando de pasar desapercibida. Cuando llegó a mi clase de matemáticas en mi último año de preparatoria. Entro y tomo mi lugar de siempre. —¡Venga Tristán! Raquel irá a la fiesta—escucho como dos de mis compañeros entran. —Sabes que debo estudiar. Si repruebo, papá me quitará el coche—Responde Tristán pasando junto a mí, sin darme una mirada. —Te tengo la solución—dice Greg, su mejor amigo— Hola, Emma—canturrea inclinándose frente a mi mesa. Levanto los ojos y lo miro con el ceño fruncido. Para él, n
PRESENTE.Me despierto sobresaltada y jadeando. Miro alrededor para darme cuenta de que estoy en mi cama y no hay llamas. Salgo de la cama y veo el reloj de la mesa de noche junto a mi cama.Pasan las cuatro de la mañana.Me pongo una bata de seda encima de mi desnudo cuerpo, antes de salir de la habitación.Camino por el salón de mi departamento en el centro de Manhattan. Puedo ver a través de los grandes ventanales la noche lúgubre. Me acerco a la licorera y me sirvo dos dedos de whisky.Ayer fue un día largo pero satisfactorio.Le doy un sorbo a mi bebida y miro fijamente la oscuridad de Manhattan.¿Quién diría que llegaría hasta aquí? Soy una mujer rica que vive una vida soñada para muchos.Si mi yo del pasado me viera ahora, no lo creería. Tampoco vería la bondad e inocencia en estos ojos. Se encontraría con el reflejo del odio y la sed de venganza que me hace levantarme cada día.Hace mucho aprendí que la mejor manera de poder mantenerte de pie, es tener un propósito. El mío me
TRISTÁN POV.Leo el documento en mis manos y no doy crédito a lo que ven mis ojos. Es increíble que alguien pueda llevar a la quiebra una empresa de años, en tan solo un año.Bajo el documento y miro con incredulidad a mi padre que me ve desde el otro lado de la mesa. Su postura es la misma de siempre. Arrogante. Los años han hecho mella en él y, ahora luce una barriga pronunciada y el cabello ha desaparecido casi por completo.—No entiendo—digo—¿Cómo es que estamos casi en bancarrota?—La crisis—se encoge de hombros.—¡Vamos papá! La crisis de hace cinco años no nos afectó. En cambio, tuvimos un crecimiento en el ingreso.—No sabes nada—chasquea los labios—Has estado viviendo fuera años y ahora vienes a decirme como manejar mi negocio—se ríe—No pudiste mantener tu matrimonio. Vas a poder con una empresa.Aprieto mis manos en puño.—Sabes que mi matrimonio con Raquel fue cosa de Mamá—le recuerdo—Si no funciono, fue sencillamente porque no había amor.—Amor —repite y, me ve como si fue
Sentada en la sala de conferencia con mi equipo de trabajo, repaso los últimos índices financieros de mis empresas. Escucho con atención como Laura, la directora en el departamento para aduanas, me da detalles de todo lo que estamos exportando. Recientemente, había adquirido una empresa de textiles en la india y el negocio es fructífero. Estoy escuchando atentamente, cuando el sonido de una alerta de correo me distrae. Miro la pantalla, el emisor está cifrado, pero no hace falta ser un genio para saber que es la información que estoy esperando. El asunto es simple. Los Harrison. Jacob no me defraudo y me envió lo que necesito para tomar ventaja de mis adversarios. También, me ayudará a saber cómo debo actuar con cada uno, que esconden y como usar la información en su contra. Dejo el móvil sobre los documentos que tengo en frente. Levanto la mano con sutileza y esta se detiene. —Me pare fantástico lo que estoy oyendo y te dejo al frente de todo lo referente al asunto —miro alreded
TRISTÁN POV.— ¡Debe ser una maldita broma! — La expresión de ira proviene de mi madre.La familia está sentada en el salón mientras mi padre le anuncia que la propiedad que ha pertenecido por generaciones a los Harrison ya no nos pertenece.— ¿Qué más podía hacer? — mamá fulmina con la mirada a mi padre desde su asiento.— No sé, ¡Tal vez dejar mi maldita casa fuera de tus negocios! — escupe con Ira— ¿En qué carajos pensabas Roger?— En salvar algo de lo que nos queda— responde con simpleza.Mi mirada se dirige a Sofía, mi hermana, que como siempre está imperturbable al lado de Greg. El cual se ve algo sorprendido ante las buenas nuevas. — Mañana llegará y quiere que se haga una fiesta de máscaras— continuo papá ignorando a mamá— También debemos organizar todo para su llegada— mira a mamá — No nos echó a patadas Nancy. De hecho, hable con Kamal, su mano derecha y ella nos dejará quedar aquí hasta que encontremos algo de nuestra altura.— Esto es inaudito—sisea negando antes de clav
Frente al espejo de tamaño completo de mi avión, contemplo mi aspecto. Llevo un vestido largo, color negro, de cuello barco, con hombros descubiertos. El cabello lo arreglé en ondas y cae sobre mis hombros desnudos. Las únicas joyas que llevo son unos zarcillos Tiffany de candelabro y un brazalete de la misma casa.Mis sandalias altas son delicadas, en color plateado, con hermosas piedras sobre las finas tiras.Al sentirme satisfecha con mi aspecto, tomo el antifaz negro con encaje que Kamal consiguió para mí. Salgo de la habitación y encuentro al mismo, sentado en uno de los asientos, ya vestido de etiqueta.— Pero, qué guapo— le digo pasando a su lado para tomar mi lugar. — Tú si, que estás muy guapa— replica mirándome de manera apreciativa.— Gracias— le doy un gesto con la cabeza— esta noche es muy importante.— Entiendo— dice revisando su portátil. No. Kamal no entiende, esto va más allá de negocios. Es el inicio de una travesía que estoy dispuesto a cumplir hasta el final.— Y
Esa voz.Jamás la olvidaría.Está grabada en mi memoria.Así como cada frase dicha.Solo mentiras.Me doy la vuelta y me enfrento a la voz.Su semblante se vuelve pálido por un momento antes de aclararse la garganta y negar.Intento mantener mis emociones a raya cuando me encuentro frente a unos ojos azules que reconozco de inmediato, a pesar de llevar su rostro oculto por una máscara.Su aspecto se ha endurecido, en la preparatoria era alto, pero ahora lo es un poco más y su cabello sigue siendo un desastre, viste un esmoquin a medida dejando a la vista que está en buena forma.— Lo siento—pone una mano su pecho—No quería asustarla.Con sus palabras reacciono y me yergo.— Solamente me sorprendí— le regalo una de mis sonrisas estudiadas.— Me llamo Tristán Harrison— me tiende la mano, la cual miro antes de verlo a los ojos de nuevo.— Gala— respondo tomando su mano— Gala Spinster.Al escuchar mi nombre, frunce el ceño mientras mira nuestras manos unidas.— Así que, eres la socia de m