Todo lo que sube, tiene que bajar.Esa es la ley de la vida.Ahora es el turno de Tristán de bajar del pedestal autoimpuesto.No voy a negar que, una parte de mí, se siente feliz de verle aquí. Sin embargo, la bruja en mi interior solo quiere patearlo y, hacerle sentir un poco de lo que él me hizo sentir cuando me dijo todas esas cosas en el hospital.— Bien— digo a Tristán que, está de pie en la entrada de mi oficina— ¿A qué debo el honor de tu visita?Mi voz desborda ironía.Paseo por el lugar. Llego al escritorio y me reclino en él.Le doy una mirada cínica.— ¿Se te olvido decirme algo más? — continuo. Al ver que solamente me observa.— Gala—da un paso adelante con cautela— Lo siento.— ¿Qué sientes? —ladeo la cabeza e ignoro el latido de mi corazón— Tratarme como la culpable de todas las malas acciones que los Harrison cometieron.— Estás disfrutando de esto. ¿No es así?— Ya lo sabes.Niega y da un paso atrás.— ¿Es serio, lo que tienes con ese hombre?— Es, importante.— ¿Lo es
Un ligero toque en la puerta de mi habitación me sobresalta.Adelante digo retocándome el labial.Grace, mi ama de llaves. Entra.— La persona que estás esperando, ya está en el salón.— Gracias, Grace— digo.Esta se retira dejándome sola. Loreta se ha ido hace media hora. Ya que, Adrien estaba algo inquieto.Respiro varias veces, tratando de calmar la ansiedad que siento. Esta noche es decisiva, es la noche donde tendremos que decidir muchas cosas.—¿Qué coño, Gala? — Susurro mirándome en el espejo.Tomo mi bolso y salgo de mi habitación.Llego al salón y me tomo un momento para apreciar a Tristán.Está de pie frente a la chimenea, viste un traje gris a medida. Está de espaldas a mí y sostiene una fotografía en su mano. Sé que fotografía está viendo. La única que tengo sobre la chimenea son, en las que Jared y yo estamos juntos. Incluyendo la del día de la boda.Me aclaro la garganta y este se da la vuelta.Nuestras miradas se encuentran y una sonrisa tira de sus labios al verme.— E
— ¿Dime que no estoy soñando? — sonrió ante las palabras de Tristán. Las mismas son el eco de mis pensamientos.Me parece surrealista que estemos aquí. Después de como comenzó la noche.Su barbilla descansa sobre mi hombro desnudo, mientras estamos en la cama. Este mordisquea con mimo el lóbulo de mi oreja enviando escalofríos por mi cuerpo.— Espero que no. Porque sería una lástima que, me convirtiera en la bruja de tus pesadillas.— Muy graciosa— farfulla.Con cuidado de no lastimarlo. Lo empujo contra el colchón.Me siento sobre sus caderas haciendo a un lado la sabana.— Te amo— digo dejado un ligero beso en su pecho.Sus ojos me miran con sinceridad y desnudando su alma.— Eres el amor de mi vida— Susurra.Tristán tiene la capacidad de las palabras. Eso es algo que siempre me enamoro.Detrás del chico popular y que, aparentaba ser un idiota. Se escondía alguien dulce que me enamoro.— Siempre he sido tuya— susurro— Siempre te he pertenecido. A pesar, de la manera en que todo suce
Seis años Después.Estudio los números frente a mí. Sin embargo, no estoy concentrada en lo que Kamal me está diciendo.Kamal sigue siendo mi amigo, mano derecha y ahora, cuñado.Sí. Él y Sofía se casaron seis meses después de que volviera a Summerlin. Hacen una hermosa pareja. Y, Kamal ama con locura Nicole y Benjamín. Son sus hijos y nadie puede decir lo contrario.Hace tres años tuvieron un niño.Taylor.Es una cosita hermosa.—Gala.—¿Qué?—No estás prestando atención.—Estoy algo ansiosa.—No sé cómo me sentiré cuando, no pueda ver a Taylor en la guardería del hotel.Miro la hora y suspiro.Ya está por llegar.—¿Sabes qué? —dice poniéndose de pie—me llevaré esto y lo veremos más tarde.—Gracias—digo agradecida.Cuando me deja sola. Me reclino en mi silla y miro a través de la ventana de la oficina en el hotel Harrison. Mi centro de operaciones desde que regrese a nevada. Desde aquí, puedo administrar todas mis empresas.Miro mi reloj de nuevo por inercia.Tristán debe estar por ll
La vida está plagada de encantos y desencantos. A veces, estamos arriba y de la nada podemos estar abajo. Creernos invencibles no sirve de nada. Lo más inteligente, es tener sentido de la oportunidad y pensar minuciosamente los pasos para derrocar a tus adversarios. Ahora comprendo aquella frase tan cliché de: La venganza es un plato que se come frío. Pues bien, mi plato acaba de ser servido. Y, no dejaré que nadie se interponga en mi cometido. Observo detenidamente los documentos en mis manos y una ligera sonrisa se extiende en mi rostro. —La paciencia a fin rinde los frutos—murmuro para mí. La paciencia combinada con algunos movimientos perfectos para acelerar el resultado. Los Harrison al fin están donde los quería. En la m*****a calle. —¿Cómo quieres que procedamos? — cierro la carpeta y me reclino en la silla de mi oficina ubicada en el centro financiero de Nueva York. Los ojos oscuros de Kamal, mi mano derecha me mira expectantes. —Consolida todas las acciones en venta a
Diez años antes. Miro con incredulidad lo que tengo en mis manos. —No es posible—susurro. Siento una mezcla de felicidad y miedo. Estoy en el baño la secundaria mirando con los ojos abiertos la prueba de embarazo. Positivo. Miro mi reflejo en el espejo y niego. Miro mis ojos color avellana están ojerosos. Mi cabello castaño está sujeto en una trenza. Tengo un aspecto pálido Respiro para tranquilizarme un poco. Guardo la prueba en mi bolso. Salgo de ahí y avanzo por los pasillos tratando de pasar desapercibida. Cuando llegó a mi clase de matemáticas en mi último año de preparatoria. Entro y tomo mi lugar de siempre. —¡Venga Tristán! Raquel irá a la fiesta—escucho como dos de mis compañeros entran. —Sabes que debo estudiar. Si repruebo, papá me quitará el coche—Responde Tristán pasando junto a mí, sin darme una mirada. —Te tengo la solución—dice Greg, su mejor amigo— Hola, Emma—canturrea inclinándose frente a mi mesa. Levanto los ojos y lo miro con el ceño fruncido. Para él, n
PRESENTE.Me despierto sobresaltada y jadeando. Miro alrededor para darme cuenta de que estoy en mi cama y no hay llamas. Salgo de la cama y veo el reloj de la mesa de noche junto a mi cama.Pasan las cuatro de la mañana.Me pongo una bata de seda encima de mi desnudo cuerpo, antes de salir de la habitación.Camino por el salón de mi departamento en el centro de Manhattan. Puedo ver a través de los grandes ventanales la noche lúgubre. Me acerco a la licorera y me sirvo dos dedos de whisky.Ayer fue un día largo pero satisfactorio.Le doy un sorbo a mi bebida y miro fijamente la oscuridad de Manhattan.¿Quién diría que llegaría hasta aquí? Soy una mujer rica que vive una vida soñada para muchos.Si mi yo del pasado me viera ahora, no lo creería. Tampoco vería la bondad e inocencia en estos ojos. Se encontraría con el reflejo del odio y la sed de venganza que me hace levantarme cada día.Hace mucho aprendí que la mejor manera de poder mantenerte de pie, es tener un propósito. El mío me
TRISTÁN POV.Leo el documento en mis manos y no doy crédito a lo que ven mis ojos. Es increíble que alguien pueda llevar a la quiebra una empresa de años, en tan solo un año.Bajo el documento y miro con incredulidad a mi padre que me ve desde el otro lado de la mesa. Su postura es la misma de siempre. Arrogante. Los años han hecho mella en él y, ahora luce una barriga pronunciada y el cabello ha desaparecido casi por completo.—No entiendo—digo—¿Cómo es que estamos casi en bancarrota?—La crisis—se encoge de hombros.—¡Vamos papá! La crisis de hace cinco años no nos afectó. En cambio, tuvimos un crecimiento en el ingreso.—No sabes nada—chasquea los labios—Has estado viviendo fuera años y ahora vienes a decirme como manejar mi negocio—se ríe—No pudiste mantener tu matrimonio. Vas a poder con una empresa.Aprieto mis manos en puño.—Sabes que mi matrimonio con Raquel fue cosa de Mamá—le recuerdo—Si no funciono, fue sencillamente porque no había amor.—Amor —repite y, me ve como si fue