Ah, no puede ser, las ganas de vomitar volvieron, pero la doctora me dijo que el medicamento ayudaría y que podría solo descansar, no es posible, no me puedo sentir mal, no ahora.Aspiro fuertemente para luego salir corriendo y entrar al baño que está cerca de la cocina. Lo primero que quiero es llegar a tiempo al baño porque las ganas de vomitar las llevo en mi garganta, siento como sube y baja. Ah, ya no quiero, no quiero vomitar.Qué pecado tan grande cometí para que me esté sucediendo esto.—Ale… —escucho los gritos de Harper detrás de mis pasos.En un dos por tres entro al baño, caigo de rodillas ante el sanitario y comienzo a vomitar. De pronto siento como Harper con una mano toma mi cabello y con la otra mi abdomen. En un susurro me dice que todo pasara, Ah, deseo creerle porque la verdad ya he perdido las esperanzas. Luego de haber vomitado las bilis me dejo caer en el pecho de Harper y le digo que no aguanto y que lo único que quiero es irme al otro mundo, le suplico piedad,
—Mierda, no quiero hacer esto, pero mi madre está por morirse y tengo que hacer un poco para que ella se vaya feliz, por favor, no me pidas que me quede o que las elija a las dos porque no lo voy a hacer, te amo como una amiga y más que eso, jamás como una hermana porque eso es enfermo, espero que de verdad me perdones por irme y no tener la voluntad de quedarme contigo —se me parte el corazón, no resisto verlo así—. Me avergüenza decirte que no me gustan los hombres, que la persona que me vuelve loco eres tú, que mis días dejan de ser gris en el instante que tú llegaste a mi vida, por favor… No sé quién soy.Él está sufriendo más que yo, tener a una familia que lo único que hace es lastimarte y confundirte, ¡eso es terrible! Alexis está sacrificando muchas cosas, por ahora la culpa de que su madre muera es la que está logrando que él sea un maldito sumiso, que no sepa que se está destruyendo solo, que no puede dejar a un lado lo que le gusta por qué su madre no lo acepta.—Puedes irt
***Llegando a mi puesto de trabajo me llevo la sorpresa que Pamela me esté esperando, me debo imaginar que está aquí para que le cuente lo que ha pasado abajo. “Chisme”.Termino de llegar a mi escritorio, dejo mi cartera en el suelo y tras soltar un fuerte suspiro me siento para luego decirle que ya estoy lista para seguir contestando llamadas. Ella me queda viendo y tras parpadear me dice que tengo que contarle, que mi hora de descanso se ha adelantado.Agarra de mi brazo, me jala y en milisegundos agarro mi cartera y me levanto, sigo sus pasos. Y sin mirar a mi alrededor le digo que está exagerando, que no puede sacarme así porque las demás ya me tienen tema y con lo de ahorita más.Me lleva al área de descanso que está a un par de metros del área en la que trabajo y mientras caminamos me dice que tengo que decirle que es lo que quería la señora, porque hace un par de minutos ella vino a buscarme con la intención de que me despidieran, pero luego que ella diera la vuelta volvió a r
***Estaciono mi moto en el garaje de la casa y tras planear como será mi noche camino hacia la salida, tarareando la música de Karol G, es la nueva tendencia de este año o es porque me encanta escuchar la buena música que tiene.—Buenas noches, será posible que puedo hablar con la señorita Alexandra —con la mirada seria y sus manos dentro de los bolsillos del pantalón camina lentamente hacia mí—, es que parece que hado muy solicitada, y me temo que me digas que estás demasiado cansada.Con mucho nerviosismo veo de un lado a otro, agarro la mano de él, lo jalo hacia la casa. Entrando, cierro la puerta y antes que los vecinos o el chófer mismo vea que estamos discutiendo, digo que se ponga cómodo, pero él insiste que no quiere hablar aquí, que necesita ir a mi habitación, es porque se siente un poco cansado, pero yo le insisto que no, que estamos solo… Cuando dije la palabra solo recordé que la señora Paulita, le digo que él ha ganado, que podemos ponernos cómodos en mi habitación.Lle
***Harry***Que angustia tengo, han pasado varios días sin poder ver a Alexandra, los viajes que he tenido no me han permitido volver a la ciudad, y lo peor de todo es que no he podido llamarla.La última que estuve con ella fue en su casa y considero que terminamos bien la mañana, alejando mis putos celos, es que no pude soportar verla junto a ese imbécil que lo único que busca es quererse acostar con ella para luego hablarle a sus amigos de… Ahhh, ganas, no me faltaron de salir del auto y matarlo a golpes, pero Ramón me dijo que no era recomendable porque estábamos en la empresa y que era mejor hablar con ella en privado. Por él me detuve, no soportaba la idea que ella se fuese con él y no a su casa.Los días han pasado rápido y se ha llegado sábado, lo bueno de todo es que ya me encuentro en la ciudad, pero no en la empresa. Mi madre está de cumpleaños y lo ha venido a festejar en uno de los hoteles. Se llama JW Marriott Edmonton, ella ha elegido y nosotros cumplimos. Nos gusta hac
—Respira, no te preocupes, deja que la vida me reprenda y por favor, no insista, no quiero dar ilusiones a la persona con la que no deseo estar.—¡Ya! Deja de pensar en él, entiende que él no es un hombre bueno para ti, no quiero que te lastime, no quiero… Ah, no quiero discutir, mejor voy a tomar un poco de aire, puedes ir al tocador sin mí —me señala el tocador, ambas estamos a unos metros de él—, no tardes, por favor, creo que hoy nos quedaremos aquí, mañana no trabajaremos.Aush, eso duele. Ella da media vuelta, dejándome como la estúpida que soy. Decido seguir mi camino hacia el tocador, pero esta vez echaré agua en mi rostro, tengo que cambiar de actitud. Ah, la verdad que puedo hacer lo que quiera, ella no tiene poder sobre mí, y creo que es momento que se lo haga saber.—Tú no iras a ningún lado, acompáñame o si no quieres que te haga un escándalo del que no te gustará —me congelo al escuchar a esa voz, esa persona de la que no esperé que estuviera aquí, juro que solo lo llamé
***No quiero decirlo, pero me tengo que ir, no puedo ser una hija de puta con Pamela, lo siento por Harry.—Me tengo que ir, ellos me deben estar esperando, no quiero…—Shhh… —me interrumpe y me detiene sosteniendo mi brazo—, la única persona que te debe de importar y por la que te debes preocupar es por mí y no por ellos.¿Qué?—He venido con ellos, no puedo hacerle esto a Pamela —insisto, pero él no entiende al ver que niega con la cabeza.Ya me ha quedado claro que no le parece que Marcos esté cerca de mí, pero también él tiene que entender que no lo puedo evitar, no puedo decirle que se aleje de mí, por qué no quiero que se aleje y menos porque Harry no quiere, no… Así no son las cosas, no puedo alejar a cualquier persona que no le agrade al señor.¡Mierda! Acepto que me gusta el sexo ardiente, me encanta que él me haga lo que no cualquiera puede hacer, pero eso que me ordene cosas de las que no estoy de acuerdo, no… no va conmigo.—No resisto que ese maldito te toque, te desnude
***He logrado llegar donde pensé que me esperaban desesperados y preocupados, pero me equivoqué, dado que veo a Pamela cómodamente conversando con Marcos y los dos la están pasando bien. Sorprendente, puedo ver una enorme escena que me dice que no pertenezco a esa silla.—Te dije, nena, ellos están bien —dice tras poner su mano en mi hombro, puedo sentir su respiración agitada cerca de mi oído—, ellos quieren provocarme, aunque se escuche feo, te tengo que decir que ellos se acercan a ti con segunda intención.Oh, como me alcanzó. ¡Ni que fuese un correcaminos!Maldita sea, él tiene razón en algo y es que ellos no me necesitan, ¡ni notaron mi ausencia!—No me lo esperaba, pero debo acercarme a ellos —le señalo, no quiero darle el gusto de que tenga razón—, ahora puedes ir a acompañar a tus padres, recuerda que es el cumpleaños de tu madre.—En un par de horas estaré en tu casa, tenemos que hablar —dice, dejándome un beso en mi suave y cálido cuello para luego sentir como su cuerpo se