***Como una loca logro salgo del tocador, dejando a Harry con su secretaria, al salir de los cubículos la señora desvió su mirada, creo que es para no sentirme más avergonzada de lo que ya me encontraba.En un susurro le agradecí para luego salir como alma que me lleva el diablo, espero que ahora Pamela haya terminado de follar con Marcos. Sin querer una sonrisa se me dibuja en mi rostro por qué creo comprender que Pamela ha estado haciendo todo lo que hace porque está enamorada de Marcos, también está la posibilidad de que ambos estuviesen trabajando juntos para sacarme mucha información de la que no tienen que buscar.Ah, mi cabeza está dando vuelta y vueltas, todo por lo que ese par ha estado haciendo, no me opongo, ya que no estoy interesada en el uno y menos en el otro, todo es por todo lo que me están haciendo.Como agradezco que los pasillos estén completamente vacíos, al parecer aquellas mujeres aprendieron luego de la reprimenda que les dio la secretaria de Harry.¡Oye! Por
El nuevo jefe no tiene para nada gracia, y creo que por eso es el jefe. Ambos salimos del ascensor, bueno, yo sigo sus pasos porque de eso a que él me siga es una total mentira.Entrando al área de terror puedo ver que todos están con la mirada a su ordenador, eso significa que este hombre es más serio de lo que se dice ser.—¿Puede pasar? —parpadeo un par de veces, saliendo de mis pensamientos—, no tengo todo el día para…—Gracias por su amabilidad, podemos continuar —lo interrumpo, dejándolo con la boca abierta.Él vuelve en sí y me dice que puedo pasar, se hace a un lado cediéndome el lugar. Paso a la oficina del gruñón y con todo el atrevimiento del mundo tomo asiento, justamente en la silla que tiene frente a su escritorio. Luego de esperar como una tonta, el milagro viene a mí, ya que otra alma perdida entra, uniéndosenos a nosotros.Como una máquina me quedo quieta a escuchar lo que la mujer que ha entrado quiere decirle. Reconozco que soy un poco chismosa.Ella le dice que nec
Llegando a su oficina, ella me invita a pasar, y me dice que eso será tan rápido que ni me daré cuenta cuando ya estaré fuera del edificio. Paso adelante y esta vez no tomo la iniciativa de sentarme, no cuando ella se ha portado bien conmigo.Ella llega a su escritorio, agarra un par de documentos y me los extiende, le paso una leída rápida y lo que me detiene son las primeras preguntas.¿Qué tal la experiencia al inscribirte?¿Qué tanto eres capaz de comprar para llevar todo al gym?¿Cómo te trató el entrenador?¿Qué viste a tu alrededor?¿Cuáles son tus pensamientos?¿Qué? Todas esas preguntas son totalmente absurdas, no tienen mucho sentido, siento que las haya escrito un niño de ocho años.En mi parecer, las preguntas serían las siguientes; ¿cuál es tu propósito para asistir al gym? ¿Cuál es tu motivación? ¿Eres capaz de dar todo de ti para obtener lo esperado?Por Dios, mis preguntas tiene más lógica, ash, lo malo que no puedo ser tan tosca, no se lo puedo decir por qué le caeré
La conversación con Marcos fue un poco incómoda, así que no tuve más oportunidad y me levanté de la silla, pero sin antes agarrar mi café que Marcos estaba invitando. Esta vez sí llegué hacia el estacionamiento. De un solo sorbo me termino el poco café que tenía y casi al frente de mi moto hay un cesto de basura, justo para botar el vaso de café. ¡Oh...! No hay moto, me he venido en taxi, soy tan estúpida, no hay moto, aquí no está mi moto. ¿En qué estoy pensando?Corro a buscar un taxi, saliendo del estacionamiento me dirijo fuera de toda la zona del centro comercial. Ah, ahí está un taxi, alzo la voz como una loca, hasta seguirlo y no se vaya. ¡Estoy perdida! Llegando al bendito taxi le digo en un hilo de voz que me lleve a la dirección; barrio West brook Estate. Él amablemente me dice que me llevara y yo no pierdo el tiempo y me adentro al taxi.Yendo hacia mi casa, mi cabeza empieza a darme vuelta y vueltas, primero porque no puedo recordar lo que sucedió ayer, también lo de mi tí
***De lo perturbada que me encontraba no me di cuenta de que ya estaba en casa, al parecer el señor solo se teletransporto y de una vez llegó a casa. Le pago al señor y al agradecerle me bajo del auto. Esto es de lo más complicado, anteriormente pensé que mi moto se encontraba en el estacionamiento, sin embargo, no estaba porque mi tía me había prohibido sacarla, todo por mi estado de resaca. ¡Por Dios, que tengo en la cabeza!Como toda una alma andante me dirijo hacia casa, no me canso de pensar que ayer tomé demasiado y que fui demasiado loca en decirle ese montón de cosas, ¿cómo pude ser capaz?—Me puedes decir que haces aquí —me sobresalto al sentir una mano sobre mi hombro—, ¿qué haces aquí?—Ash, tía, deja de ser así —me quejo por lo alto—, y si estoy aquí es porque tengo que ducharme, alistarme con un vestuario apropiado e irme a trabajar, pero a un gimnasio, tía, tengo que contestar un sinnúmero de palabras y escribir mi experiencia.—¿En serio? ¿Qué clase de trabajo es ese?
***Hasta que por fin he llegado al dichoso gimnasio, al final pude escapar de mi tía, ella me dejó ir porque le dije que tendría una reunión con mi jefe, pero no el jefe de todo, sino el jefe del área donde me encuentro ahora.Entrando al gimnasio GYMVMT, lo primero que hago es buscar al entrenador o alguien que me pueda atender, por Dios esto está lleno, no creo poder con tantas cosas, mis piernas están temblando. No puedo hacerlo.—Bienvenida al GYMVMT —ante mí se hace presente un hombre de gran escultura, trago grueso al verlo de arriba hacia abajo, sus expectorares llaman mucho la atención.—Vengo de parte de la señorita Ray… No, Roy, de la empresa de…—Oh, no se preocupe, señorita, la estábamos esperando con ansias, al parecer estoy de suerte porque a mí me encargaron que la entrenara —dice con tono energético—. Le entregaremos una llave para su locker y un carnet de entrada.—Gracias —asiento—, usted me dice si lo espero o tengo que seguirlo.—Por lo que veo ya viene preparada
***Harry***Aaaahhh… Quiero saber que es lo que está haciendo Alexandra en este momento, he intentado contactarme con ella, pero no contesta su teléfono, hasta llegué al nivel de llamar a su casa y me contestó su tía diciéndome que ella ha salido.Eso me hizo perder la cabeza, pero eso no quiere decir que ella ha salido de la empresa, ¿será que se sintió mal? No, no creo, no porque si no, no hubiese salido, además la tía me lo hubiese comentado.¿Qué sucede en mi empresa?Le he llamado a mi secretaria para que se comunique con la señorita Pamela. Ella es la que me dirá la ubicación de Alexandra. No quiero ser un controlador, pero es que después de intentar buscarla para conversar un poco de lo sucedido en el tocador de mujeres, no la encuentro y menos contesta las llamadas.Todo parece que esté exagerando, con solo la idea de que ella no esté aquí y menos en su casa siento que todo se me remueve.—¿Puedo pasar? —dan dos toques a la puerta y por lo que puedo escuchar es Pamela.—Pase —
No dejo que termine de la última palabra cuando le suelto una cachetada y al mismo tiempo le exijo que me respete. Soy una mujer normal, aparte él es el que me abandonó.Me he desatado, le digo que es un imbécil cobarde porque hace un par de horas estábamos follando dentro del tocador de mujeres y ahora de la nada piensa que me estoy follando a otro.Me alejo bruscamente, intentando salir del auto, no tolero su temperamento, ¡ya soy otra!—Discúlpame, tengo que presentarme con mi jefe y decirle que renuncio, que no soy capaz de estar en esta y mucho menos en otra.—No lo harás, ese no es tu trabajo, no tienes que hacer lo… —objeta y de repente me vuelve atrapar—, tú y yo tenemos que hablar.Sin tener conocimiento de sus intenciones, permito que me jale, me coge del brazo, me acerca a él y me besa.Ahhhh… Me besa con tanta profundidad que noto como su lengua llega hasta mi campanilla. Intento no responderle, ya que no considero que sea el momento y menos el lugar. Me niego una y otra v