Serena y Jared subieron las escaleras sin decir una sola palabra, sus pasos resonaban en el pasillo vacío, y el único sonido que los acompañaba era el leve crujido de los escalones. Los silencios extensos se habían hecho comunes entre ellos, a veces Serena se preguntaba si acaso ya se habían dicho todo lo que tenían para decirse.

Jared tenía las manos en los bolsillos y la mirada perdida mientras Serena repasaba mentalmente lo que le había pasado aquella noche; había estado en una habitación de hotel con un desconocido y este le había dado dinero, un final extraño para si día. Metió las manos en los bolsillos del abrigo, apretó los billetes, saber que el dinero estaba ahí y que no lo había imaginado la hizo sentir aliviada. .

Cuando abrió la puerta del departamento, un aroma agrio a cerveza y tabaco los recibió. La televisión seguía encendida, proyectando imágenes que parpadeaban en la penumbra de la sala, y Alfred, roncaba suavemente en el sofá, rodeado de botellas vacías.

Serena