Capítulo 5: Esclava, La Luna Sordomuda Del Rey Alfa

Blanca fue liberada de su cautiverio y el rey perdonó a todo aquel que fue encarcelado por mencionar el nombre de la luna fallecida.

―Mi rey. ―La bruja de la manada se reverenció. ―¿Qué puedo hacer por usted? ―Lo miró curiosa, nadie lo había visto tan sobrio desde hace meses.

―Quiero que anuncies a todos que la luna ha resucitado. ―La mujer lo miró con asombro. ―Pero a costa de eso, perdió su voz, cambió su aroma y su apariencia original. ―La mujer no cuestionó, ella solo hizo una reverencia al verlo marcharse. Sin duda su rey ya había perdido por completo la razón.

Balto ordenó poner el nombre de su amada en placas de oro por toda la ciudad, el anuncio de que su luna volvió debía ser noticia y la haría llegar de la mejor manera. Él se aseguró que cada rincón en la manada llevara el nombre de su amada Kira.

―Majestad. ―La cocinera hizo una reverencia al verlo entrar. ―Me han notificado que se debe hacer un banquete. ―Balto asintió, él volvió a ser ese hombre imponente, es como si de la noche a la mañana volviera a ser el mismo que se había perdido en el alcohol y el dolor.

―Quiero un festín digno de mi luna. ―Todos se extrañaron, pero nadie cuestionó nada. ―Invitaremos al pueblo para la gran celebración, daré un baile para celebrar a lo grande. ―Los miró a todos. ―Que no falte la comida. ―Dando media vuelta los dejó solos y totalmente perdidos.

Gideon se unió a su alfa poco después, la bruja ha estado anunciando la resurrección de la luna y nadie lo creía, pero tampoco se atrevían a decir algo, por solo mencionar el nombre, muchos fueron a dar a la cárcel, nadie está dispuesto a volver a ese lugar.

―Rey. ―Gideon lo miró realmente preocupado. ―Me he dado cuenta de las recientes noticias, ¿Tuvo algo que ver su desaparición de anoche con esto? ―Balto lo miró con gesto serio como siempre, pero aquella chispa en sus ojos era innegable, él estaba realmente feliz.

―Mi querida luna había estado recuperando su salud. ―Le hizo saber. ―Por lo que ahora sí podrá presentarse ante nuestra gente. ―Por primera vez sonrió. ―Que todos estén aquí para cuando eso pase, no quiero que nadie se pierda el recibimiento de mi luna. ―Señaló la puerta. ―Ve y encárgate de que todos reciban la noticia. ―Gideon inclinó la cabeza y salió del despacho.

Todos estaban cuchicheando, el rey había perdido por completo la cabeza, lo tachaban de loco y con justa razón, pero nadie se atrevía a hablar tan alto y ser evidente en lo que pensaban, todos fueron discretos en cuanto a su reacción por la noticia.

Blanca miró su rostro, ella viste ropas tan elegantes que se sienten como una nube sobre su cuerpo, ella está vistiendo piezas tan costosas que teme arruinarlas con su porte ordinario, pero nada la asustó más como jamás verse al espejo siendo ella misma.

Mirando la máscara suspiró, ella ahora deberá permanecer con ella puesta y tiene rotundamente prohibido quitársela. En medio de un suspiro se puso la máscara y tras echarse otro vistazo al espejo se puso en pie con su corazón oprimido en su pecho.

Ella estaba realmente triste, podía escuchar los murmullos de las personas a su alrededor, ella estaba ahí, entrando a la enorme sala repleta de personas y sus solas miradas decían lo que pensaban. Todos la miraron con respeto únicamente porque el rey estaba presente, pero la burla estaba alojada en cada uno de esos rostros.

―Atención, la luna Kira ha llegado. ―Presentó el vocero del rey.

―Majestad. ―Todos se reverenciaron con respeto a medida que ella caminaba.

―Mi luna. ―Todos fueron completamente amables con ella y eso fue como un mal sueño.

Ellos solo la trataban bien por usar una máscara, todos eran respetuosos con ella porque el rey la ha nombrado su luna. Ella solo es recibida con amabilidad por hacerse pasar por otra persona. Ella sabía que nadie creía que la luna había resucitado, en su corazón ella estaba segura de que cada persona ahí sabía que ella es la esclava del rey, pero nadie es tan tonto como para mencionarlo.

―Mi luna. ―Balto la tomó de la mano y la acercó a ella con tanto amor que Blanca temió. ―¿Te gusta lo que he preparado para ti? ―Blanco miró a su alrededor, ella jamás había estado en un baile tan enorme, ni siquiera había asistido a uno pequeño, así que simplemente asintió, ella no puede hablar en su lenguaje o será castigada. ―ven, bailemos como tanto nos gusta. ―La pista fue desalojada y el rey con su reina se apoderaron de ella.

Blanca tenía dos pies izquierdos, a ella jamás le enseñaron a bailar por lo que es un desastre, la vergüenza por equivocarse tantas veces repetidas fue notoria, todos la miraban escandalizados por ser tan torpe, pero a pesar de todo lo evidente, nadie dijo una sola palabra y al contrario se limitaron a aplaudir una vez terminaron.

―¡Estupendo! ―Gritaron algunas ovacionando a su rey.

―¡Espléndido, majestad! ―Aplaudieron con más ímpetu.

La fiesta fue bastante incómoda para Blanca, ella se limitó a permanecer al lado del alfa rey, a asentir y recibir todo lo que él le daba. Aquellas comidas deliciosas, esos vinos dulces y los postres maravillosos la hicieron feliz. Ella se sintió como una niña a la que se le lleva por primera vez al lugar de sus sueños.

En medio de todo lo que estaba pasando, ella se divirtió, rio de los shows que dieron los bufones, aprecio lo hermosas que estaban las mujeres y de lo refinados que eran todos. Ella admiró a cada ser en esa sala sin importar que a ella la veían como si fuera una basura.

―Es hora de irnos. ―Balto dio por finalizada la fiesta. ―Por favor, diviértanse en mi ausencia, no se detengan. ―Todos aplaudieron hasta que el rey salió de la sala. ―La luna está en todo lo alto. ―Dijo apretando su mano. ―Nuestra habitación espera. ―Blanca se sintió nerviosa, ella ni siquiera es su destinada y puede morir con la marca. ―Desnúdate. ―Ordenó desvistiéndose él también, estaba deseoso por poseerla y marcarla de una buena vez.

―Mmmm. ―Blanca jadeó por la manera tan posesiva en la que la tomó, él se ha lanzado a por sus labios y no perdió tiempo en introducirse ferozmente en ella. ―Mmmmm. ―Chilló lo que pudo, la mordida la ha tomado desapercibida, ¿Acaso es real? ¿Ella se convertirá en la luna de un poderoso rey alfa?

El dolor fue tanto que Blanca perdió todas las fuerzas, él no deja de arremeter contra ella y morderla a la vez, su débil loba aúlla tan fuerte como puede e intentó desesperadamente tomar el control para tratar de defenderse, pero el poder del lobo que la marca es superior. Ella no pudo resistirlo más y desmayó así completando la unión, ella se convirtió oficialmente en la luna sordomuda del rey alfa, en la sombra de la mujer que él amó.

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