Capítulo 37

Cuando entramos a la cocina ambos murmuramos algo sobre tener que usar el baño y quitarnos el sudor. Estábamos nerviosos y casi ausentes, nuestras mentes en otra realidad. Dentro de mi habitación sentí que mi corazón estaba a punto de salírseme del pecho. Corrí al baño para comenzar a prepararme, tenía muchas cosas que pulir y perfeccionar.

Arreglé el conjunto que me iba a poner esta noche, era lencería y la había comprado pensando en Tomas, mis entrañas hervían de excitación al imaginármelo admirando la tela, repasándola con sus dedos, trazándolo todo con besos.

Me alisté lo más rápido que pude, quería ir a la habitación de Tomas y no tener que ir a buscarlo en alguna otra parte de la casa.

Crucé el pasillo hacia y me deslicé adentro sin tocar. Cuando lo vi de espaldas vistiendo solo unos

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