Capítulo 34

Fui hacia él, dudando, pero era él. Era Tomas. A quien había estado extrañando tanto que hasta este momento no había sido consciente de lo mucho que era.

Cuando me sonrió salté sobre él, mi cuerpo lo reconoció y lo acogió con cariño. Los brazos de Tomas me recogieron, apretándome contra su cuerpo con la misma efusividad que yo. Las personas solían decir que cuando estaban con la persona que les gustaba sentían electricidad, pero yo lo veía de otra forma, yo sentía luz.

Su perfume entró por mis fosas nasales, me atravesó el cuerpo debilitando mis rodillas. No lo resistí más, busqué sus labios, anhelando besarlo, probarlo. Gimoteé cuando su lengua entró en mi boca.

Él era como ese suspiro de comodidad después de un duro día de trabajo.  

—Tomas —dije.

Suj

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo