Que Eric gritara para no ir a la cocina no fue impedimento para que mis pasos se apresuraran hasta ese bendito lugar, en verdad quería mi pastel! Vivo aquí puedo ir a dónde quiera y la cocina no es el lugar donde me prohibirá estar. Abro la puerta y mis ojos se abren en gran manera ante la imagen que jamás pensé ver en la mansión.******FlashbackEricYo y mi bocota! Sabía que Edie tiene sus antojos raros, pero un pastel de durazno? Debo de ir a la cocina para que Clara se apresurara a preparar. Está al verme entrar da un salto de sorpresa.Era obvio, yo nunca había pisado la cocina, y menos para implorar que hicieran algo por mi.— Clara, dime que tienes pastel de durazno...— Señor, postres no tenemos, solo las frutillas y las mermeladas que el señor Edie ordena.— Mierda! Tienes para preparar un pastel?— Puedo preparar una de frutilla, durazno en realidad no tenemos señor.— Estoy muerto. Cómo fue que la otra vez le habías llevado ese pastel a Edie?— Perdón señor, pero en esa oc
Quien me hubiera dicho en el pasado, que mi vida sería de esta manera, me lo quedaría viendo con el ceño fruncido maldiciéndolo. Pero muy convencido en este momento de que es lo mejor que me ha pasado. Bueno todo hasta que Sara haga de las suyas, definitivamente no me queda dudas de que haya sido ella la que se mantenía oculta todo el periodo de embarazo tras sus hermanitos. Hoy día los trillizos han crecido cumpliendo sus 18 años.Recuerdo haber sufrido cuando Gavin decidió unirse a Leo, formando así su propia familia. Luego de ello muchas cosas han cambiado, Kay su primer hijo se convirtió en el nieto malcriado de Eric, que lo llamaba gran papá, dije su primer hijo ya que esos calenturientos no se esperaron para traer a otro en camino. pero bueno no los culpo, nosotros esperamos 2 años para traer a Mike y 1 año a Kalib.Sí, tenemos 5 hijos con Eric y me retiro de esto de seguir trayendo terremotos a la casa. Poco a poco nuestro hogar se ha convertido en un zoológico, porque guarderí
— No! ¡Déjenme! — Deja de resistirte! ¡El señor ha pedido verte! — No! Va matarme! ¡Por favor! — Gritaba desesperado, su corazón latía con fuerza sintiendo su pulso como ahogaba su garganta. — Eso depende de ti, pequeño. — Dice con una sonrisa malvada, logrando que sintiera corrientes eléctricas como rayos en toda su columna vertebral. ******* Estoy seguro de que este no es el lugar donde debería de estar, ¿me pregunto por qué? ¿Cómo mi padre fue capaz de hacerme tal cosa? ¿Dónde está el amor sanguíneo que debería protegerme y no exponerme a tan desagradable situación? Mi corazón bombeaba cada vez más fuerte mientras dos grandes hombres me sostienen de ambos brazos arrastrándome a la habitación de su señor, el hombre que temo, quien podría aniquilarme en cuestión de minutos si lo quisiera, no importaba que tanto les rogaba que me soltasen, nada parecía hacer para evitar que llegara este momento. Solo lo he visto en una ocasión, ese día que fui comprado, luego de eso me mantuvier
— No puedo perder esta vez!— Que te sucede Mateo! — Se burla notando la frustración en la persona.— Ya cállate Max! ¡Esta noche debo ganar, si pierdo de nuevo... Thamy me matará! — Se rascaba la cabeza entregando su última ración de dinero.— Acaso temes a tu mujer? jajaja — Se burla.Las cartas fueron lanzadas, Mateo mira horroroso a las que tenía en las manos arrojándolas luego sobre la mesa haciendo que Max se llevara toda la apuesta.— Maldita sea!— Te rindes?!— Dice Max con burla haciendo que todos en la mesa acompañaran su risa.— Ya... ya no tengo que apostar. — Se rinde Mateo.— Mmmm... haré una excepción, y te prestaré todo lo que he ganado. — dice Max llamando la atención de todos.— En verdad!? — Se emociona ignorando lo que propondría su amigo.— Solo... con una garantía. — Dice con suficiencia.— Garantía? Los documentos de la casa las tiene Thamy y créeme que jamás me la dará.— Creo que tienes algo de mayor valor que un título amigo. — Responde insinuante haciendo qu
Los días fueron pasando, mis manos fueron desatadas, pero aún me mantenían encerrado en esta habitación, nadie más que ese Max conversaba conmigo. Mi desespero aumentaba cada vez que mencionaba que mi padre no aparecía con el dinero, pero ¿cómo lo haría? es mucho la deuda, cómo permitió que su amor al juego lo llevara a perder un monto tan alto, y cómo se atrevió a utilizarme para satisfacer sus ansias.Tengo tantas preguntas qué tal vez nunca podría hacerle a mi padre. Mi madre debe estar triste ante esta situación, pero porqué me engaño, tal vez ni siquiera se ha dado cuenta que no estoy.Mis amigos, ellos se habrán preocupado al no encontrarme en el bar, ¿serían capaz de buscarme? Me rehúso a pensar que estoy solo, que a nadie le importo.La puerta de la habitación es abierta interrumpiendo mis pensamientos, mientras Max se adentraba con una charola de comida como cada día.— No te martirices, mejor aliméntate.— Mi padre ha venido?— No, ni siquiera ha llamado.— Cuántos días? — P
Eric Pearson ese nombre no se ha apartado de mi mente desde que Leo lo mencionó, era real todo lo que me decía o solo buscaba burlarse de mí? Pero los ojos del joven no mentían, incluso podría pensar que había más de lo que no decía.Los días pasaban, unos jóvenes eran tomados para ser llevados a la exposición como decía Leo, algunos volvían y otros no, que significaba que eran vendidos.Me preguntaba por qué Max no venía aquí y por qué no íbamos todos a esas exposiciones, hasta que Leo me explicó que las personas que iban a comprar no eran tan importantes como para presentar sus juguetes más valiosos.No sabía si sentirme halagado ante esa calificación, pero por lo menos seguía con un compañero con quién hablar. Leo era muy tranquilo, y me pregunto por qué aún no lo han comprado, es guapo de apariencia y cuando habla suena muy inteligente.Mientras más pasaba el tiempo más lo conocía y descubrí que también iba a una universidad, seguía la carrera de leyes. Es irónico como quienes des
Las luces fueron apagadas, he sido arrastrado de nuevo a una habitación donde al ingresar me vendaron los ojos al igual que mis manos fueron atadas a mi espalda, apenas inicia y me siento un cordero servido para un sacrificio.El silencio en la habitación era abrumador, tenía prohibido quitarme la venda de los ojos, si lo hacía sería castigado. La puerta es abierta y solo puede oírse los pasos de varias personas. Mi corazón comienza a latir cada segundo con más fuerza provocando estragos en mi estómago. El aroma de un perfume extravagante se asoma a mis fosas nasales ingresando a mis sentidos provocando que me estremeciera, ¿quién podría ser dueño de tal aroma exquisito?— Es lo que estabas buscando? — Se oye la voz de Max, pero nadie responde a su pregunta.— Max? — Digo tembloroso, sé que si hablo podría conseguirme algún castigo, pero no puedo evitarlo. — Por favor, ayúdame, no quiero ir con ese hombre, me matará, ¡Max! — Mi voz sonaba ahogada en el silencio siendo ignorada por las
Todavía no entiendo lo que sucede, llevo varios días en la habitación sin que ese hombre se acercara, solo sigue viniendo personas a servirme comida y de las mejores, ropas de buena marca y nuevas recién compradas, ya que aún lleva etiquetas.Lejos de alegrarme, me aterra. ¿Qué debería de pensar con esto? ¿Llegará el momento en que deberé pagar por todo? ¡Ni siquiera he terminado la carrera para trabajar!Los días eran aburridas sin tener que hacer, la persona que me había enviado aquella notita era la única que me dirigía la palabra, bueno solo escritas, pero eran suficientes para no agonizar en este lugar. Me recuerda a Leo con quien conversaba en la jaula.Qué habrá sido de él, solo espero que siga con vida, no merecía vivir esto, y creo que yo tampoco.No sabía qué hora era, pero cada día la persona me saludaba con una nota bajo la puerta, yo lo esperaba ansioso como niño con sus regalos de navidad.¡Hola! ¿Ya comiste?— Si, moriré si no lo hago. — Respondo en voz alta, no sé por