La mañana ha sido bastante diferente, con la reconciliación de mi amigo con el pequeño Gavin nuevas cosas se avecinaban a nuestro hogar. Edie se sentía triste por los cambios que iniciaban pero también lo veía feliz por todo lo que ha logrado. Aún sigo sorprendido por todo lo que ha pasado desde que Edie apareció en mi vida y lo mucho que a cambiado en el transcurso del tiempo.Lo veo más seguro, determinado y muy sexy para variar. Los temores que tenía a estos cambios han acabado, luego de haberme demostrado que sus sentimientos hacia mi son fuertes y más al notar de lo que sería capaz. Me siento realmente más que enamorado, extasiado es poco a todo lo que despierta en mi, con solo tenerlo a mi lado.Luego de pasar las horas con Clem y Gavin ,dejamos a los niños al cuidado de estos junto con Majo, subimos al auto para ir a la consulta con la esperanza de que fuera buenas noticias. Me sentía nervioso, aunque nos hemos cuidado todo este tiempo, aún tenía dudas, no sentía más molestias,
— Papá! — Gritaba con lágrimas en sus ojos entrando a la mansión, dándome el peor susto de la vida!— Pequeño!? — Grito levantándome del sofá con Elián en mis brazos.— Gavin que sucede?! — Pregunta preocupado Eric acercándose junto con Sammy en sus brazos.— Leo! Ya no me ama! — Sus lágrimas seguían cayendo y su vientre se veía prominente.— Bebé, cálmate. Dónde está Leo?Al hacer mi pregunta, Leo ingresa a la mansión agitado con el rostro pálido.— Amor, no puedes hacer esto, recuerda que puedes lastimar al bebé. — Intenta acercarse pero mi pequeño se aleja.— Papá! Castiga a Leo! — Un gran puchero se veía en su rostro, si esto fuera la primera vez ya hubiera tenido a Leo suplicando ser perdonado, pero mientras más avanzaba su embarazo peor se volvía sus rabietas. Que llegara gritando que odiaba a Leo, que nunca se hubiera enamorado de él era cosa de cada semana. Ni yo fui tan loco!— Leo, que fue ésta vez? — Pregunto acariciando el rostro de Gavin para aliviarlo.— Edie, quería qu
Que Eric gritara para no ir a la cocina no fue impedimento para que mis pasos se apresuraran hasta ese bendito lugar, en verdad quería mi pastel! Vivo aquí puedo ir a dónde quiera y la cocina no es el lugar donde me prohibirá estar. Abro la puerta y mis ojos se abren en gran manera ante la imagen que jamás pensé ver en la mansión.******FlashbackEricYo y mi bocota! Sabía que Edie tiene sus antojos raros, pero un pastel de durazno? Debo de ir a la cocina para que Clara se apresurara a preparar. Está al verme entrar da un salto de sorpresa.Era obvio, yo nunca había pisado la cocina, y menos para implorar que hicieran algo por mi.— Clara, dime que tienes pastel de durazno...— Señor, postres no tenemos, solo las frutillas y las mermeladas que el señor Edie ordena.— Mierda! Tienes para preparar un pastel?— Puedo preparar una de frutilla, durazno en realidad no tenemos señor.— Estoy muerto. Cómo fue que la otra vez le habías llevado ese pastel a Edie?— Perdón señor, pero en esa oc
Quien me hubiera dicho en el pasado, que mi vida sería de esta manera, me lo quedaría viendo con el ceño fruncido maldiciéndolo. Pero muy convencido en este momento de que es lo mejor que me ha pasado. Bueno todo hasta que Sara haga de las suyas, definitivamente no me queda dudas de que haya sido ella la que se mantenía oculta todo el periodo de embarazo tras sus hermanitos. Hoy día los trillizos han crecido cumpliendo sus 18 años.Recuerdo haber sufrido cuando Gavin decidió unirse a Leo, formando así su propia familia. Luego de ello muchas cosas han cambiado, Kay su primer hijo se convirtió en el nieto malcriado de Eric, que lo llamaba gran papá, dije su primer hijo ya que esos calenturientos no se esperaron para traer a otro en camino. pero bueno no los culpo, nosotros esperamos 2 años para traer a Mike y 1 año a Kalib.Sí, tenemos 5 hijos con Eric y me retiro de esto de seguir trayendo terremotos a la casa. Poco a poco nuestro hogar se ha convertido en un zoológico, porque guarderí
— No! ¡Déjenme! — Deja de resistirte! ¡El señor ha pedido verte! — No! Va matarme! ¡Por favor! — Gritaba desesperado, su corazón latía con fuerza sintiendo su pulso como ahogaba su garganta. — Eso depende de ti, pequeño. — Dice con una sonrisa malvada, logrando que sintiera corrientes eléctricas como rayos en toda su columna vertebral. ******* Estoy seguro de que este no es el lugar donde debería de estar, ¿me pregunto por qué? ¿Cómo mi padre fue capaz de hacerme tal cosa? ¿Dónde está el amor sanguíneo que debería protegerme y no exponerme a tan desagradable situación? Mi corazón bombeaba cada vez más fuerte mientras dos grandes hombres me sostienen de ambos brazos arrastrándome a la habitación de su señor, el hombre que temo, quien podría aniquilarme en cuestión de minutos si lo quisiera, no importaba que tanto les rogaba que me soltasen, nada parecía hacer para evitar que llegara este momento. Solo lo he visto en una ocasión, ese día que fui comprado, luego de eso me mantuvier
— No puedo perder esta vez!— Que te sucede Mateo! — Se burla notando la frustración en la persona.— Ya cállate Max! ¡Esta noche debo ganar, si pierdo de nuevo... Thamy me matará! — Se rascaba la cabeza entregando su última ración de dinero.— Acaso temes a tu mujer? jajaja — Se burla.Las cartas fueron lanzadas, Mateo mira horroroso a las que tenía en las manos arrojándolas luego sobre la mesa haciendo que Max se llevara toda la apuesta.— Maldita sea!— Te rindes?!— Dice Max con burla haciendo que todos en la mesa acompañaran su risa.— Ya... ya no tengo que apostar. — Se rinde Mateo.— Mmmm... haré una excepción, y te prestaré todo lo que he ganado. — dice Max llamando la atención de todos.— En verdad!? — Se emociona ignorando lo que propondría su amigo.— Solo... con una garantía. — Dice con suficiencia.— Garantía? Los documentos de la casa las tiene Thamy y créeme que jamás me la dará.— Creo que tienes algo de mayor valor que un título amigo. — Responde insinuante haciendo qu
Los días fueron pasando, mis manos fueron desatadas, pero aún me mantenían encerrado en esta habitación, nadie más que ese Max conversaba conmigo. Mi desespero aumentaba cada vez que mencionaba que mi padre no aparecía con el dinero, pero ¿cómo lo haría? es mucho la deuda, cómo permitió que su amor al juego lo llevara a perder un monto tan alto, y cómo se atrevió a utilizarme para satisfacer sus ansias.Tengo tantas preguntas qué tal vez nunca podría hacerle a mi padre. Mi madre debe estar triste ante esta situación, pero porqué me engaño, tal vez ni siquiera se ha dado cuenta que no estoy.Mis amigos, ellos se habrán preocupado al no encontrarme en el bar, ¿serían capaz de buscarme? Me rehúso a pensar que estoy solo, que a nadie le importo.La puerta de la habitación es abierta interrumpiendo mis pensamientos, mientras Max se adentraba con una charola de comida como cada día.— No te martirices, mejor aliméntate.— Mi padre ha venido?— No, ni siquiera ha llamado.— Cuántos días? — P
Eric Pearson ese nombre no se ha apartado de mi mente desde que Leo lo mencionó, era real todo lo que me decía o solo buscaba burlarse de mí? Pero los ojos del joven no mentían, incluso podría pensar que había más de lo que no decía.Los días pasaban, unos jóvenes eran tomados para ser llevados a la exposición como decía Leo, algunos volvían y otros no, que significaba que eran vendidos.Me preguntaba por qué Max no venía aquí y por qué no íbamos todos a esas exposiciones, hasta que Leo me explicó que las personas que iban a comprar no eran tan importantes como para presentar sus juguetes más valiosos.No sabía si sentirme halagado ante esa calificación, pero por lo menos seguía con un compañero con quién hablar. Leo era muy tranquilo, y me pregunto por qué aún no lo han comprado, es guapo de apariencia y cuando habla suena muy inteligente.Mientras más pasaba el tiempo más lo conocía y descubrí que también iba a una universidad, seguía la carrera de leyes. Es irónico como quienes des