Aidan abrió los ojos encontrándose solo en la habitación de Lucian. Pestañeó lentamente y se abrazó a la almohada que todavía tenía la fragancia de él. Olía tan bien que lo hacía sentirse cómodo. Aún podía sentir su piel hormigueando por el contacto con el lobo y se encontró sonriendo ligeramente.Lucian parecía estarle correspondiendo. Después de todo su trabajo no había sido en vano.Se levantó y se metió en el baño. Ese día estaba decidido a lograr parte de su plan y nadie lo detendría. Haría lo que fuera necesario para que Litus liberara sus emociones.Entonces recordó las palabras de Lucian. Ojos rojos… Locura ¿Él casi entraba en ese estado por culpa de Ryan? Solo recordaba una rabia inundándolo cuando él había amenazado con agredir a su lobo.Debía tranquilizarse. No debía ser impulsivo. Si él perdía el control su cuerpo terminaría vulnerable y no quería ni hacer daño a Lucian ni hacer sufrir a su pareja. Sabía muy bien de la historia de Lucian con su hermano y también el anhelo
-¿Egoísta me dices?- Aidan sintió una llama de furia vibrar dentro de él- Tienes idea de todo lo que estoy haciendo para mantenerlos a salvo. Ni siquiera he podido pasar tiempo con mis padres, hermano y tío por el poder que está dentro de mí. Apenas puedo sentir algo a diferencia de los demás. No entiendo cuándo sonríen de felicidad. No entiendo cuando llorar de dolor. No puedo ser sensible- jadeó acercándose a él lo que lo hizo retroceder en consecuencia- Acaso sabes que casi sacrifiqué mi vida para encerrarlo precisamente a él dentro de mi mente sabiendo que eso destruiría a mis padres- esta vez era él el que alzaba la voz- De que casi entro en la Locura simplemente porque tengo que aguantar que amenace a toda mi familia y al lobo que quiero a mi lado. De que tengo que pensar en muchas cosas y poner delante de mi miles de cosas antes de mi felicidad-Su voz resonó en los pasillos. El rostro de Litus era serio más no dijo nada. Nunca se imaginó que Aidan pudiera decir todas aquellas f
Lucian era un lobo tolerante, mucho más que otros alfas. Lo había aprendido dada su posición como líder del Consejo. Solo que había pocas cosas que él podía tolerar. Una de ellas era que lo suyo no se tocaba. Y menos como aquel alfa lo estaba haciendo con su lobo.Todo se volvió negro delante de él y sus instintos despertaron tan violentamente que su parte salvaje, que solo salía de noche últimamente para disfrutar de lo que su enlace tenía para darle, explotó, tomando el control completo de su cuerpo.Y estaba más allá de lo que podía llamarse molestoAidan nunca había sentido tanto dolor en toda su vida, ni siquiera cuando había comenzado a despertar sus poderes o fue congelado. Esta vez era diferente, letal, paralizante. Su pecho se apretaba y subía y bajaba con una sensación helada que se derretía pero que a la vez era tan fría que lo dejaba sin fuerzas y sin aliento.Apenas era consiente que estaba siendo besado y que los brazos de otro lobo que no era el suyo era lo que lo manten
Lucian sin percatarse quien era y sumido en su bruma de rabia se sacudió con fuerza intentando quitarse aquello de encima de él que le impedía llegar a su objetivo. Lo hizo tan fuerte que el cuerpo sobre él cayó en el suelo con un sonido seco que le continuó un gemido doloroso. Fue entonces que Lucian se petrificó.Litus iba a correr a proteger a Aidan. Había reconocido el olor y dado el estado de Lucian pensó que lo iba a atacar cuando el lobo marrón se puso sobre él de forma protectora y posesiva. Los ojos de este lo fulminaron y le gruñó sonoramente bajando la cabeza hasta casi estar a la altura del más joven. Abrió su boca y le mordió la nuca. No le hizo daño, pero sí hizo que Aidan gimiera nuevamente y se mantuviera pegado al suelo sin moverse.De esta forma el alfa demostraba tanto a Litus como a él mismo quien era el que mandaba y de quien era el lobo, su enlace, su futuro compañero y reina de su manada.-Desaparece de mi vista- le gruñó a Litus aun sin soltar la piel de la nuca
Lucian estaba totalmente desubicado ante la reacción que estaba teniendo Aidan y como estaba reaccionando. Realmente se preocupó. Ese no era su comportamiento normal, es que ni siquiera era natural en ningún lobo-Aidan- lo llamó acercando su morro al de él.Solo no se esperó que él lo atacara de pronto enterrando sus colmillos hasta la encía en su hocico. La rabia con la que lo miraba era… indescriptible. Aun así, Lucian no se movió, incluso si le dolía y su carne estaba rota. La sangre corría hasta la yerba manchado tanto sus patas como las del lobo. No le preocupaba cerrarían rápidos sus heridas. El problema era otro.-Aidan- lo volvió a llamar, esta vez forzando el lazo que tenían y que encontró que tenía que poner presión para mantenerlo en control. Por eso no entendía por qué él estaba tan descontrolado.Acaso…Ira, diversión, enojo…Emociones.Sus ojos lobunos se abrieron para notar que los de él pasaban de un plateado muy intenso a volverse nebulosos y a abrir la boca. Los col
Ante este suceso Lucian sabía que debía actuar rápido. Así que lo estrechó en su pecho y apretó la cabeza de él contra su cuello. Justo encima de donde su vena palpitaba desenfrenada.-Muerde- le ordenó y no pasaron muchos segundos para sentir los colmillos de Aidan atravesando su piel y una sensación caliente recorrerlo y hacerle jadear.Las uñas de Aidan se enterraron en su espalda rompiendo la piel. Como aferrándose a algo. Y ese algo era él.-Tranquilo- le habló susurrando pasando su mano por su cabeza y espalda sintiendo como la carne se abría y volvía a cerrar, acompañado de los gemidos que provenían del pecho del lobo- Confía en mí-Su sangre, además de permitir que el lazo fuera fuerte en ese momento, lo ayudaría a regular la alocada de él. Pero el proceso no sería fácil. Debía llevarlo a un lugar oscuro y seguro. Uno donde no se pusiera en peligro él y sus poderes no hicieran daño a los demás. Porque sabía que estos podían manifestarse más intensamente como lo habían hecho an
Aidan se removió ligeramente una vez que su conciencia volvió. Algo lo tenía férreamente sujeto sin darle libertad de movimiento. A pesar de haber frío, también había calor, uno cálido y acogedor que lo hacía sentir protegido… querido.Abrió los ojos de golpe.¿Sentirse?¿Protegido, querido?Eso era…extraño.Los recuerdos de los últimos acontecimientos lo asaltaron y cerró los ojos con fuerza ante la pulsada que azotó su cabeza. El beso de Litus, el dolor en su pecho, cuando cayó sobre Lucian y después todo se volvió borroso. Hizo un sonido con la garganta ante el malestar del que ahora era consciente y fue apretado.-Estás despierto- una voz grave que pronto reconoció acarició su cabeza.Él alzó su mirada y a pesar de la oscuridad había ligeros destellos que le permitieron ver aquellos dos orbes azules. Aidan sintió como su corazón latió en su pecho y un reflejo muy lejano de alguna emoción que no reconocía la envolvió. Había estado tanto tiempo sin sentir algo que apenas podía ident
Aidan sabía que debía negarse. Sino Lucian correría peligro. Ya sus emociones estaban liberadas o esa creía. Ahora debía enfocarse en encontrar a Ryan y destruirlo y dado que sus poderes eran más fuertes de seguro podía encargarse de él. Entonces…-Espera a mi celo- él jadeó recostándose sobre el hombro del alfa. No quería mirarlo. No quería saber que le esperaba encontrar en esos dos orbes azules.Los brazos alrededor de él lo aferraron y el olor de Lucian se hizo intenso, como una ola protectora que lo cubrió por completo de forma protectora. Se sintió realmente bien y reconfortante.-¿Me vas a entregar tu primer celo?- la voz de Lucian era toralmente seria.Aidan tuvo que alzar la cabeza encontrando que los ojos del alfa estaban dorados y sus colmillos visibles. Tragó en seco, aunque mantuvo la compostura lo mejor que pudo.-Eso fue lo que dije- en otro momento le diría otras cosas, pero estaba agotado y no tenía gana alguna de discutir.Un gruñido vino del pecho del alfa y acercó