Lucian era un lobo tolerante, mucho más que otros alfas. Lo había aprendido dada su posición como líder del Consejo. Solo que había pocas cosas que él podía tolerar. Una de ellas era que lo suyo no se tocaba. Y menos como aquel alfa lo estaba haciendo con su lobo.Todo se volvió negro delante de él y sus instintos despertaron tan violentamente que su parte salvaje, que solo salía de noche últimamente para disfrutar de lo que su enlace tenía para darle, explotó, tomando el control completo de su cuerpo.Y estaba más allá de lo que podía llamarse molestoAidan nunca había sentido tanto dolor en toda su vida, ni siquiera cuando había comenzado a despertar sus poderes o fue congelado. Esta vez era diferente, letal, paralizante. Su pecho se apretaba y subía y bajaba con una sensación helada que se derretía pero que a la vez era tan fría que lo dejaba sin fuerzas y sin aliento.Apenas era consiente que estaba siendo besado y que los brazos de otro lobo que no era el suyo era lo que lo manten
Lucian sin percatarse quien era y sumido en su bruma de rabia se sacudió con fuerza intentando quitarse aquello de encima de él que le impedía llegar a su objetivo. Lo hizo tan fuerte que el cuerpo sobre él cayó en el suelo con un sonido seco que le continuó un gemido doloroso. Fue entonces que Lucian se petrificó.Litus iba a correr a proteger a Aidan. Había reconocido el olor y dado el estado de Lucian pensó que lo iba a atacar cuando el lobo marrón se puso sobre él de forma protectora y posesiva. Los ojos de este lo fulminaron y le gruñó sonoramente bajando la cabeza hasta casi estar a la altura del más joven. Abrió su boca y le mordió la nuca. No le hizo daño, pero sí hizo que Aidan gimiera nuevamente y se mantuviera pegado al suelo sin moverse.De esta forma el alfa demostraba tanto a Litus como a él mismo quien era el que mandaba y de quien era el lobo, su enlace, su futuro compañero y reina de su manada.-Desaparece de mi vista- le gruñó a Litus aun sin soltar la piel de la nuca
Lucian estaba totalmente desubicado ante la reacción que estaba teniendo Aidan y como estaba reaccionando. Realmente se preocupó. Ese no era su comportamiento normal, es que ni siquiera era natural en ningún lobo-Aidan- lo llamó acercando su morro al de él.Solo no se esperó que él lo atacara de pronto enterrando sus colmillos hasta la encía en su hocico. La rabia con la que lo miraba era… indescriptible. Aun así, Lucian no se movió, incluso si le dolía y su carne estaba rota. La sangre corría hasta la yerba manchado tanto sus patas como las del lobo. No le preocupaba cerrarían rápidos sus heridas. El problema era otro.-Aidan- lo volvió a llamar, esta vez forzando el lazo que tenían y que encontró que tenía que poner presión para mantenerlo en control. Por eso no entendía por qué él estaba tan descontrolado.Acaso…Ira, diversión, enojo…Emociones.Sus ojos lobunos se abrieron para notar que los de él pasaban de un plateado muy intenso a volverse nebulosos y a abrir la boca. Los col
Ante este suceso Lucian sabía que debía actuar rápido. Así que lo estrechó en su pecho y apretó la cabeza de él contra su cuello. Justo encima de donde su vena palpitaba desenfrenada.-Muerde- le ordenó y no pasaron muchos segundos para sentir los colmillos de Aidan atravesando su piel y una sensación caliente recorrerlo y hacerle jadear.Las uñas de Aidan se enterraron en su espalda rompiendo la piel. Como aferrándose a algo. Y ese algo era él.-Tranquilo- le habló susurrando pasando su mano por su cabeza y espalda sintiendo como la carne se abría y volvía a cerrar, acompañado de los gemidos que provenían del pecho del lobo- Confía en mí-Su sangre, además de permitir que el lazo fuera fuerte en ese momento, lo ayudaría a regular la alocada de él. Pero el proceso no sería fácil. Debía llevarlo a un lugar oscuro y seguro. Uno donde no se pusiera en peligro él y sus poderes no hicieran daño a los demás. Porque sabía que estos podían manifestarse más intensamente como lo habían hecho an
Aidan se removió ligeramente una vez que su conciencia volvió. Algo lo tenía férreamente sujeto sin darle libertad de movimiento. A pesar de haber frío, también había calor, uno cálido y acogedor que lo hacía sentir protegido… querido.Abrió los ojos de golpe.¿Sentirse?¿Protegido, querido?Eso era…extraño.Los recuerdos de los últimos acontecimientos lo asaltaron y cerró los ojos con fuerza ante la pulsada que azotó su cabeza. El beso de Litus, el dolor en su pecho, cuando cayó sobre Lucian y después todo se volvió borroso. Hizo un sonido con la garganta ante el malestar del que ahora era consciente y fue apretado.-Estás despierto- una voz grave que pronto reconoció acarició su cabeza.Él alzó su mirada y a pesar de la oscuridad había ligeros destellos que le permitieron ver aquellos dos orbes azules. Aidan sintió como su corazón latió en su pecho y un reflejo muy lejano de alguna emoción que no reconocía la envolvió. Había estado tanto tiempo sin sentir algo que apenas podía ident
Aidan sabía que debía negarse. Sino Lucian correría peligro. Ya sus emociones estaban liberadas o esa creía. Ahora debía enfocarse en encontrar a Ryan y destruirlo y dado que sus poderes eran más fuertes de seguro podía encargarse de él. Entonces…-Espera a mi celo- él jadeó recostándose sobre el hombro del alfa. No quería mirarlo. No quería saber que le esperaba encontrar en esos dos orbes azules.Los brazos alrededor de él lo aferraron y el olor de Lucian se hizo intenso, como una ola protectora que lo cubrió por completo de forma protectora. Se sintió realmente bien y reconfortante.-¿Me vas a entregar tu primer celo?- la voz de Lucian era toralmente seria.Aidan tuvo que alzar la cabeza encontrando que los ojos del alfa estaban dorados y sus colmillos visibles. Tragó en seco, aunque mantuvo la compostura lo mejor que pudo.-Eso fue lo que dije- en otro momento le diría otras cosas, pero estaba agotado y no tenía gana alguna de discutir.Un gruñido vino del pecho del alfa y acercó
Litus sintió la puerta que sonaba y no tuve que hacer mucho para saber quién estaba del otro lado de la puerta. El olor que se filtraba incluso del otro lado era bastante potente y era bastante denso.Lucian estaba molesto. Quizás de lo que quería que estuviese para tratar con élEl alfa abrió la puerta y por supuesto se esperó que el puño del líder del Consejo se estrellara contra su rostro. Más de un hueso crujió en su mejilla más no dijo nada mientras caía al suelo y se mantenía sentado allí sin moverse. Era un alfa, sí, pero estaba, tanto en la manada de Lucian, como consciente que había tocado al lobo de él. Que solo lo hubiera golpeado, y bueno casi desgarrado el cuello, era un milagro.Ya lo hubiera mandado a matar y no hubiera ocurrido nada. Era el líder del Consejo después de todo. Podía hacer lo que le viniera en gana.-¿Se puede saber que mierda estabas haciendo?- el gruñido del alfa de cabello rojo hizo retumbar las ventanas.-¿A qué parte te refieres?- Litus mantuvo la ca
Aun así, no se metió en la relación. Los veía conversando, aunque Ellar no parecía muy contento. Antoin lo tenía agarrado de una muñeca y no lo soltaba. Quizás debía intervenir, pero... Ahhhhhh, tener emociones hacía que vacilara que debía hacer. Eso era el lado negativo de todo aquello.Intentó ingresar en la mente de ese lobo y nuevamente fue rechazado. Esta vez con tal fuerza que le hizo tocarse la sien. Demonios por qué no podía ingresar. Por lo que se acercó a ellos y agarró la otra mano de él cuando la alzó con ¿intenciones de golpear a su futuro cuñado?Las uñas de Aidan se enterraron en la muñeca de Antoin rompiendo la piel.-¿Qué crees que haces?- lo fulminó con la mirada.Antoin lo recorrió de arriba abajo y le gruñó.-No me gruñas lobo, no creo que tu alfa esté muy contento de saber que intentaste golpear a su hermano y desafiar a su pareja- su voz era plana y la temperatura subió alrededor de ellos. Al lobo requirió todo su control para no quemar algo.Antoin soltó la otra