Lucian jadeó cayendo de rodillas sobre la tierra aplastando una buena cantidad de flores blancas. Qué irónico que estuviera luchado en el mismo lugar donde había visto a Aidan por primera vez en su conciencia y lo había declarado como suyo*. Su cuerpo entero, su piel estaba llena de heridas por todos lados. Algunas tan profundas que llegaban al hueso. Y aun así obligaba a su cuerpo a moverse. La única satisfacción era que su enemigo estaba en el mismo estado.Para ese momento, después de tantos mordiscos, incluso él sin estar en su forma animal, arañazos, golpes y demás, Ryan y él estaban en un punto muerto… y todo amenazaba con seguir de igual forma.Eso no era nada bueno. Sabía que su lobo buscaría una forma de entrar en él y ayudarlo. Y podía ser todo menos eso. Lo mantendría lo más alejado de Ryan que pudiera. Pero no estaba siendo nada fácil.Había perdido la percepción de cuando llevaba luchando. Estaba agotado y aunque todo ocurriera dentro de él se sentía tan real, así como el
Así que Ryan se preparó para atacar cuando una línea de fuego se cruzó delante de él y retrocedió un paso. Al alzar la cabeza encontró que Aidan había dejado a sus dos lobos en lo suyo y estaba centrado en él. La imagen que vio le fue tan familiar que lo llevó a aquel momento donde había luchado contra la misma Lukyan. Era la viva imagen de él, hasta los mismos ojos, solo que su esencia… era mucho más fuerte.-No le harás nada a mi lobo, Ryan- la sonrisa en el rostro de él se había desvanecido. Cada uno de sus brazos comenzaba a llenarse con una bruma de diferente color y diversos hilos escarlatas y plateados respectivamente se desplazaban sobre la piel de ellos. Los ojos del lobo brillaron y su cabello se removió. Él esta vez iba en serio. Y ahora que no estaba en su cuerpo no tenía nada que lo limitara… podría usar su poder sin limitantes.Lucian y su lobo sintieron la presión y el cambio en el ambiente alrededor de ellos. Y tragaron en seco al ver a Aidan, realmente era intimidante
Lucian había escuchado que la conexión entre compañeros era sumamente fuerte, mas nunca se imaginó cuánto. Solo podía decir que estaba en completa sincronía con su lobo, Aidan.No importaba que movimiento hiciera, por donde atacara, no importara la velocidad, él estaba allí cubriendo su espalda de los dientes de Ryan. Cuando él saltaba sobre su cuerpo para desgarrar algún pedazo de él en un intento de llegar a su garganta y la boca de Ryan se encontraba cerca de él simplemente era congelada o quemada unos segundos, el tiempo suficiente para él poder hacer su trabajo.Ryan que para ese momento estaba completamente fuera de control, gruñía tan fuerte que Lucian sacudió la cabeza y Aidan se cubrió sus oídos con una inmensa molestia. Un hilo se sangre comenzó a escurrirse por este y él frunció el ceño.Y solo había sido un segundo para abrir los ojos y encontrar la boca de Ryan justo delante de sus ojos. Lucian maldijo y corrió hacia él golpeándolo con la cabeza y no había desgarrado el c
Y Lucian se estremeció al escucharlo. Sabía muy bien a que se refería. Él había sido un simple cachorro de apenas 10 años, pero demonios con lo que había hecho al despertar su poder.-Aidan- la voz de él salió un poco inestable.Él le sonrió.-Acaso no confías en mi lobo- él inclinó la cabeza- Porque no me muestras de lo que eres capaz ahora que te uniste con esa parte salvaje tuya. Estoy seguro que te estás conteniendo.El alfa le gruñó.-No hables de él.Él bufó internamente. Podrían haberse fusionado, pero Lucian era alguien sumamente celoso, y esto iba a ser un tema interesante, mas no ahora.-Si no quieres que lo menciones, haz tu parte- él forzó. Al igual que su madre, controlar a su pareja no iba a ser tan difícil después de todo. Solo tendría que usarlo… a él mismo.Fue entonces que escucharon un grave aullido y el cuerpo de Ryan se forzó a salir del circulo de fuego quemando su cuerpo en el proceso. El fuego de Aidan rostizó el resto de su pelaje cayendo este en el suelo todo
Era consciente que el tiempo de Aidan se había acabado, quizás hubiera durado un poco más sino hubiera luchado contra Ryan, pero ya era un mes, el mes que él le había dicho de estar a su lado. Él sabía que esto ocurriría desde el inicio. Y él... solo había desaprovechado el tiempo inútilmente. Si solo hubiera sabido antes.-Lu...cian- Aidan alzó la mano con lo poco que le quedaba de fuerza y acunó su mejilla- No será... mucho tiempo- le sonrió sonriendo como su dedo se mojaba y pudo ver como aquel duro y altanero alfa tenía los ojos brillantes y lágrimas que se escapaban de su mejillas- No llores.-Acaso esto es divertido Aidan- él ya no soportó más y lloró, no le importó su posición, ni quien era, solo era un simple lobo que estaba despidiendo a su compañero- No es justo. No juegas limpio. Apareces en mi vida y haces de él lo que deseas, y ahora te quieres ir así. Él se mordió el labio inferior.-No es algo... que pueda cambiar- se disculpó a su forma y eso hizo que Lucian alzara la
El tiempo pasó. Quizás para algunos se había detenido, como a Aidan, pero para otros no. Los sucesos vinieron uno tras otros. Las cosas en las manadas se movían como en la vida de los lobos.Hubo cambios muy grandes… entre ellos…Matías despertó completamente como un omega recesivo, un revuelo tal que el consejo tuvo que anteceder y donde Dmitri se hizo saber cómo el Comandante más despiadado de todas las manadas, él no dejaría que nadie tocara a quien sería el único lobo que declararía como su compañero. No fue un proceso nada fácil y tampoco Lukyan o Dante renunciarían a su hijo, a pesar de la amenaza que podría ser un omega recesivo. Ryan había dejado muchas mellas atrás.Por otra parte, Fallen pasaba bastante tiempo en la manada de hierro, su interés por el nuevo alfa era bastante notable. Sus padres se habían dado cuenta de ello pues cada vez que volvía pasaba algunos días muy pensativos.Axel y Sacha cada vez creían más. Sus entrenamientos estaban rindiendo frutos, aunque eso no
Este libro es un segundo tomo, si deseas entender lo que ocurre en este es necesario leer el primero, 5 cachorros para el alfa que se encuentra en mi perfil.Graciassssssss***El aire era helado. Las paredes irregulares de cristales congelados distorsionaban las sombras provocadas por las pocas gotas de agua que usaban huir desde el techo. El delgado suelo transparente que amenazaba con romperse. Un lugar tan inhóspito, extraño y solitario donde nadie le gustaría estar.Unos lentos pasos rompían el agotador silencio. La figura avanzaba por los diversos caminos que formaban un laberinto como si aquello fue su rutina diaria. Las luces proyectadas levemente se reflejaban en las largas mechas de cabello plateado alrededor de la inmensa e imponente figura. Litus, alfa de la manada de hielo se sentía como en casa.El lobo avanzó confiado, aquel extraño lugar formaba parte de los terrenos de su manada desde hacía tantos años que se había perdido dentro de los registros familiares, pero eso
Lukyan estaba parado junto a su esposo mientras escuchaba el dramático discurso que daba un lobo delante de ellos y parte de la manada en el salón central de la mansión. Era un lobo joven y sus lágrimas desacreditaban su aspecto varonil. Estaba arrodillado en el suelo y rogaba por ser acogido por el alfa Dante dentro de su manada apegándose a la reputación de benévolo que lo precedía. Pero el alfa a su lado a pesar de no mostrar desagrado tenía los labios apretados. Y Lukyan ya llevaba suficientes años a su lado para saber que este no era buen síntoma, estaba tenso y eso no era bueno. Los dedos de él se enredaron con disimulo con los de Dante y le hizo un leve movimiento de negación con la cabeza, no hacía falta intercambiar muchas palabras entre ellos. Su sexto sentido le decía que algo no encajaba en su historia demasiado perfecta. Supuestamente había sido expulsado de la manada de Crystal donde regía Asule, el más viejo de todos los alfas del Consejo y aunque era sabido que era un