Y Lucian se estremeció al escucharlo. Sabía muy bien a que se refería. Él había sido un simple cachorro de apenas 10 años, pero demonios con lo que había hecho al despertar su poder.-Aidan- la voz de él salió un poco inestable.Él le sonrió.-Acaso no confías en mi lobo- él inclinó la cabeza- Porque no me muestras de lo que eres capaz ahora que te uniste con esa parte salvaje tuya. Estoy seguro que te estás conteniendo.El alfa le gruñó.-No hables de él.Él bufó internamente. Podrían haberse fusionado, pero Lucian era alguien sumamente celoso, y esto iba a ser un tema interesante, mas no ahora.-Si no quieres que lo menciones, haz tu parte- él forzó. Al igual que su madre, controlar a su pareja no iba a ser tan difícil después de todo. Solo tendría que usarlo… a él mismo.Fue entonces que escucharon un grave aullido y el cuerpo de Ryan se forzó a salir del circulo de fuego quemando su cuerpo en el proceso. El fuego de Aidan rostizó el resto de su pelaje cayendo este en el suelo todo
Era consciente que el tiempo de Aidan se había acabado, quizás hubiera durado un poco más sino hubiera luchado contra Ryan, pero ya era un mes, el mes que él le había dicho de estar a su lado. Él sabía que esto ocurriría desde el inicio. Y él... solo había desaprovechado el tiempo inútilmente. Si solo hubiera sabido antes.-Lu...cian- Aidan alzó la mano con lo poco que le quedaba de fuerza y acunó su mejilla- No será... mucho tiempo- le sonrió sonriendo como su dedo se mojaba y pudo ver como aquel duro y altanero alfa tenía los ojos brillantes y lágrimas que se escapaban de su mejillas- No llores.-Acaso esto es divertido Aidan- él ya no soportó más y lloró, no le importó su posición, ni quien era, solo era un simple lobo que estaba despidiendo a su compañero- No es justo. No juegas limpio. Apareces en mi vida y haces de él lo que deseas, y ahora te quieres ir así. Él se mordió el labio inferior.-No es algo... que pueda cambiar- se disculpó a su forma y eso hizo que Lucian alzara la
El tiempo pasó. Quizás para algunos se había detenido, como a Aidan, pero para otros no. Los sucesos vinieron uno tras otros. Las cosas en las manadas se movían como en la vida de los lobos.Hubo cambios muy grandes… entre ellos…Matías despertó completamente como un omega recesivo, un revuelo tal que el consejo tuvo que anteceder y donde Dmitri se hizo saber cómo el Comandante más despiadado de todas las manadas, él no dejaría que nadie tocara a quien sería el único lobo que declararía como su compañero. No fue un proceso nada fácil y tampoco Lukyan o Dante renunciarían a su hijo, a pesar de la amenaza que podría ser un omega recesivo. Ryan había dejado muchas mellas atrás.Por otra parte, Fallen pasaba bastante tiempo en la manada de hierro, su interés por el nuevo alfa era bastante notable. Sus padres se habían dado cuenta de ello pues cada vez que volvía pasaba algunos días muy pensativos.Axel y Sacha cada vez creían más. Sus entrenamientos estaban rindiendo frutos, aunque eso no
Este libro es un segundo tomo, si deseas entender lo que ocurre en este es necesario leer el primero, 5 cachorros para el alfa que se encuentra en mi perfil.Graciassssssss***El aire era helado. Las paredes irregulares de cristales congelados distorsionaban las sombras provocadas por las pocas gotas de agua que usaban huir desde el techo. El delgado suelo transparente que amenazaba con romperse. Un lugar tan inhóspito, extraño y solitario donde nadie le gustaría estar.Unos lentos pasos rompían el agotador silencio. La figura avanzaba por los diversos caminos que formaban un laberinto como si aquello fue su rutina diaria. Las luces proyectadas levemente se reflejaban en las largas mechas de cabello plateado alrededor de la inmensa e imponente figura. Litus, alfa de la manada de hielo se sentía como en casa.El lobo avanzó confiado, aquel extraño lugar formaba parte de los terrenos de su manada desde hacía tantos años que se había perdido dentro de los registros familiares, pero eso
Lukyan estaba parado junto a su esposo mientras escuchaba el dramático discurso que daba un lobo delante de ellos y parte de la manada en el salón central de la mansión. Era un lobo joven y sus lágrimas desacreditaban su aspecto varonil. Estaba arrodillado en el suelo y rogaba por ser acogido por el alfa Dante dentro de su manada apegándose a la reputación de benévolo que lo precedía. Pero el alfa a su lado a pesar de no mostrar desagrado tenía los labios apretados. Y Lukyan ya llevaba suficientes años a su lado para saber que este no era buen síntoma, estaba tenso y eso no era bueno. Los dedos de él se enredaron con disimulo con los de Dante y le hizo un leve movimiento de negación con la cabeza, no hacía falta intercambiar muchas palabras entre ellos. Su sexto sentido le decía que algo no encajaba en su historia demasiado perfecta. Supuestamente había sido expulsado de la manada de Crystal donde regía Asule, el más viejo de todos los alfas del Consejo y aunque era sabido que era un
Dante sonreía acostado en la cama con su cachorro alzándolo sobre él con los brazos. El pequeño niño sonreía con el movimiento y movía sus manitas intentando agarrar el rostro de su padre. El alfa besó uno de sus dedos entreteniéndolo mientras su esposo tomaba un baño para que pudiera descansar. Llevaba todo el día cuidando del cachorro que no quería apartarse de su lado, pero Lukyan tenía responsabilidades con la manada que insistía en cumplir, además de estar al pendiente de sus otros hijos.Temía que el omega pudiera colapsar en cualquier momento por lo que en las noches el asumía el rol de papá a tiempo completo ya que por el día y con las nuevas reorganizaciones tenía muy poco tiempo para atender a su familia completa. Algo que a veces lo tenía de mal humor.Pasaba más tiempo con Falco que con su propio esposo. Incluso Fallen era más visible para él ya que le ayudaba con diferentes cuestiones. El lobo podría ser un buen beta en un futuro si se lo proponía, era de mente hábil y de
Dante se apretó el tabique sentado detrás de su escritorio en su oficina. Falco, su beta. que estaba revisando unos papeles se le acercó y palpó su nuca. Un punto específico que le hizo soltar un suspiro al alfa. -Cada vez que haces eso pierdo toda la fuerza que tengo- su cabeza cayó entre sus brazos en el mueble y su respiración se volvió pesada. -Descanse un poco alfa, se ve realmente cansado- Falco estaba realmente preocupado de que el lobo se enfermara si seguía su extesa rutina de trabajo diario y que insistía muchas veces en cumplir. -Claro, tuve la mejor noche de toda mi vida, acaso crees que descansaría- Falco bufó por lo bajo sabiendo a que se refería su alfa y que no tenía nada que ver con el trabajo. Él atesoraba cada momento íntimo con su reina como si fuera uno especial, no importara las veces que se unieran o el lugar. El beta nunca se imaginó el nivel de romanticismo del imponente lobo, bastante bien se lo guardaba, pero solo había que ver como trataba a sus cachorro
Sacha caminaba por los pasillos de la mansión con su hermano entre sus brazos. El pequeño reía jugando con los cabellos del lobo mayor jalándolos con cuidado. Su hermano había logrado escaparse con el príncipe después de robárselo a Axel y Fallen que insistían en pasar el tiempo con él, pues ese día sus padres estaban sumamente ocupados. -Hoy hermanito, vamos a aprender cosas nuevas- el lobo le sonrió pellizcándole la mejilla rosada. -¿Qué vamos a aprender? –el niño sonreía mientras entraban en la inmensa biblioteca general de la manada. -Falco me dijo que te enseñara sobre las grandes manadas- dejó a Aidan sentado en el medio de la alfombra y se dirigió a unos de los estantes cogiendo un libro grande de cubierta de piel. Volvió y lo dejó sobre el hombre tomando el lugar de su hermano. Aidan curioso tocó el material del libro y se emocionó. Gateó hasta el regazo de su hermano y se sentó allí cómodamente. Sacha besó la cabeza de su hermano, Laira nunca había sido tan cariñosa con n