Dante se apretó el tabique sentado detrás de su escritorio en su oficina. Falco, su beta. que estaba revisando unos papeles se le acercó y palpó su nuca. Un punto específico que le hizo soltar un suspiro al alfa.
-Cada vez que haces eso pierdo toda la fuerza que tengo- su cabeza cayó entre sus brazos en el mueble y su respiración se volvió pesada.
-Descanse un poco alfa, se ve realmente cansado- Falco estaba realmente preocupado de que el lobo se enfermara si seguía su extesa rutina de trabajo diario y que insistía muchas veces en cumplir.
-Claro, tuve la mejor noche de toda mi vida, acaso crees que descansaría-
Falco bufó por lo bajo sabiendo a que se refería su alfa y que no tenía nada que ver con el trabajo. Él atesoraba cada momento íntimo con su reina como si fuera uno especial, no importara las veces que se unieran o el lugar. El beta nunca se imaginó el nivel de romanticismo del imponente lobo, bastante bien se lo guardaba, pero solo había que ver como trataba a sus cachorros y a su lobo para darse cuenta de cuanto los quería.
-Duerma al menos las horas necesarias- suspiró- el sexo es bueno pero en exceso...
-No quiero oir eso de alguien que tiene una vida sexual bien activa y no solo fue mi lobo el que no me dejó dormir- Dante enterró su mejilla en su palma -¿Falco cuánto sabes del desarrollo de los cachorros?-
-Un poco más de la media- le respondió organizando otros papeles -¿Ocurre algo? Si necesita consejo puedo pedirle a Bastian que le diga lo que quiere-
-No, no quiero hablar de esto con Bastian, de seguro se lo dirá a Lukyan y tal vez solo son imaginaciones mías-
El lobo menor se detuvo en alerta.
-¿El príncipe tiene algún problema?- lo llamó por el apodo por el que todos en la manada lo nombraban.
Dante se demoró en asentir con la cabeza.
-¿Cuánto se demora un cachorro en entender lo que decimos y responder concisamente?- preguntó
Falco ladeó la cabeza a un lado y comenzó a procesar en su mente.
-Cerca del año, cuando su cerebro comienza a tener los primeros indicios de instinto, antes solo se guían por los olores y colores. El crecimiento de un cachorro era bastante lento hasta los primeros 5 años y después es tan acelerado que a los 10 ya tienen un raciocinio considerable-
-Hmm- Dante asintió todavía con dudas –Ayer, ocurrió algo-
Falco tomó asiento delante de él frunciendo el ceño escuchándolo con atención.
-Lukyan se estaba bañando y yo estaba con Aidan, le dije que no molestáramos a ma que estaba cansado ¿qué crees que hizo Aidan?-
-Si no me dice alfa no podré saberlo-
-Me miró y asintió con la cabeza, no una sino dos veces cuando probé de nuevo-
El beta se tocó la barbilla de forma pensativa.
-Nunca se ha escuchado ningún caso antes de algún cachorro que reaccione a tan temprana edad- hizo memoria
-Lo que más me preocupa es que Lukyan me habló de él y pude sentirlo poco después de que él consumiera la sangre de los alfas, creo que eso juega un papel muy importante- Dante se dejó caer hacia atrás en el gran asiento y soltó un profundo suspiro.
-Tal vez Aidan será más fuerte que un lobo normal, puede que incluso parte de la sangre de los alfas esté dentro de su cuerpo y no haya sido metabilizada del todo. Quizás por ello es su reacción y rápido desarrollo- Falco solo podía sacar esa conclusión. Nadie había tampoco tomado la sangre de los alfas antes como había hecho Lukyan así que todo aquello era un mundo desconocido para ellos.
Era sabido que después del parto al omega le tomó cerca de un mes volver a caminar pues su cuerpo se debilitó considerablemente. Dante no dormía pensando que podía perderli pero increíblemente, después de ese tiempo él se levantó como si nada hubiera ocurrido. Eso sí, todos pudieron notar que la fuerza ganada tras aquella reunión en el Consejo se había desvanecido por completo. Nadie habló del tema y se concluyó que había metabolizado la sangre
Tal vez se habían equivocado.
Sacha caminaba por los pasillos de la mansión con su hermano entre sus brazos. El pequeño reía jugando con los cabellos del lobo mayor jalándolos con cuidado. Su hermano había logrado escaparse con el príncipe después de robárselo a Axel y Fallen que insistían en pasar el tiempo con él, pues ese día sus padres estaban sumamente ocupados. -Hoy hermanito, vamos a aprender cosas nuevas- el lobo le sonrió pellizcándole la mejilla rosada. -¿Qué vamos a aprender? –el niño sonreía mientras entraban en la inmensa biblioteca general de la manada. -Falco me dijo que te enseñara sobre las grandes manadas- dejó a Aidan sentado en el medio de la alfombra y se dirigió a unos de los estantes cogiendo un libro grande de cubierta de piel. Volvió y lo dejó sobre el hombre tomando el lugar de su hermano. Aidan curioso tocó el material del libro y se emocionó. Gateó hasta el regazo de su hermano y se sentó allí cómodamente. Sacha besó la cabeza de su hermano, Laira nunca había sido tan cariñosa con n
Una vena palpitó en la sien de Dimitri.-¿Aidan, estás hablando de Lucian, el líder del Consejo?- lo vio asentir con energía agitando su cabello.Dimitri fingió una sonrisa. Había escuchado del tema mucho antes de que el cachorro naciera de los labios de su reina, pero había pensado que era una broma. Además, Lucian apenas si tenía tiempo de estarlos visitando por lo que los caminos del lobo y él no se habían cruzado en todo ese tiempo– Mi hermoso sobrino, lo siento pero no te casarás con ese lobo, primero sobre mi cadáver-La sonrisa se desvaneció del rostro de Aidan siendo reemplazadas por gruesas lágrimas que escaparon de sus ojos. Acto seguido un fuerte sollozo invadió toda la biblioteca dejando a los dos lobos petrificados. Aidan se llevó las manitos a sus ojos y los cubrió levantándose torpemente del regazo de su tío donde había estado sentado y caminó como pudo hacia la puerta. Sus piernitas eran cortas a pesar de que parecía un poco más grande para su tiempo.Sacha y Dimitri
Lukyan llevaba de la mano a su hijo mientras a su lado Matías y Fallen los acompañaban. Dante iba delante conversando algo con Sacha y Axel y parecía divertido pues estos dos se carcajeaban constantemente. El lobo les sacudió la cabeza como si fueran cachorros muy jóvenes y eso parecía avergonzarlos. El omega sonrió levemente. Eso era lo que se había imaginado para una familia. Un padre para sus hijos y una felicidad plena como esposo.Dante había tenido trabajo constantemente por lo que a veces solo podrían reunirse para almorzar y cenar y después de ponerse al día con lo que hacía cada uno de ellos y preguntar si necesitaban algo, volvía a sus tareas. En la noche caía casi muerto en la cama y había momentos que dejaba que lo bañara y le diera un masaje. No le molestaba para nada hacerlo. Era verdad que había trascurrido un poco más de 7 años después de la gran tragedia, pero el tiempo se medía en los lobos de una forma diferente, tanto que los años pasaban como si fueran días.Todav
Los chicos se miraron y asintieron con la cabeza, correr con el alfa se había convertido en una tarea realmente retadora. El lobo tenía una agilidad digna de su capacidad muscular y patas largas y fuertes y el objetivo de ellos desde la primera vez que lo hicieron era pasarlo. Sacha y Axel incluso habían utilizado sus trucos intentando derribarlo, pero era demasiado rápido y solo terminaba burlándose de ellos.Matías dejó suavemente a su hermano al lado de su madre antes de dejarle un beso en la cabeza y unirse al grupo. Los cinco lobos pronto estuvieron desnudos transformando sus cuerpos, dejando que sus pieles se cubrieran de espeso pelaje y aparecieran todos sus rasgos lobunos. Dante fue el más rápido en hacerlo, mientras mayor era la edad más fácil se volvía la transformación.Recordaba sus primeros años y maldecía ser lo que era. Su madre siempre los había apoyado pues su padre estaba realmente ocupado con la reunificación y gracias a ella el dolor era más soportable, pero de igu
El corazón de Lukyan se detuvo un momento, el lugar, donde antes estaba su hijo ahora se encontraba completamente solo. El omega se levantó alarmada buscando por los alrededores, pero solo quedaba el bulto de ropa en el suelo y nada más. Una de las razones que le preocupaba de su hijo es que su peculiar olor no era fácilmente detectable, no dejaba rastro, por lo que no podía saber a dónde se había ido.Lukyan entró en pánico. No podía ser. Había pequeñas marcas de huellas lobunas en el césped. Se agachó y las repasó con la punta de sus dedos abriendo los ojos con sorpresa.Aidan se había convertido en lobo.Eso no era una buena noticia. Él no estaba en tiempo todavía. Su cuerpo no tenía la fortaleza para hacerlo o eso era lo que ellos habían creído. Estaba en la mitad del tiempo. Además, la primera transformación era la más peligrosa. Siempre era aconsejable que uno de los padres, o algún adulto experimentado estuviera junto al cachorro.En la primera transformación se perdía la noció
-Aidaaaaan- la voz de Dante resonó fuerte cerca de ellos casi como un gruñido. Su imagen se proyectó tan rápido que parecía difusa. Había utilizado su habilidad en un momento de desesperación al recibir el mensaje mental de Lukyan que su hijo había desaparecido y eso lo había alarmado. Pero se llevó una gran sorpresa con lo que se encontró delante de él. -¿Lucian?- Dante retomó su imagen humana tan pronto como llegó tan rápido que sus hueso crujieron y dolieron- ¿Aidan?- miró después al lobo y no había duda, su hijo tenía un olor característico e indiscutible. Se acercó a él y lo cargó entre sus brazos, él menor lamió su mejilla con entusiasmo para recibirlo. Un gemido se escuchó por parte del otro lobo y que quedó perdido entre la brisa que corría entre ellos. -¿Ese es Aidan?- la voz de Lucian sonó sorprendida al escuchar el nombre del pequeño -¿Estás jugando conmigo Dante? Solo no nos hemos visto en 7 años, y ese cachorro no tiene presicamente 7 años, de qué me perdí…- El alfa d
Había muy pocas cosas que incomodaban a Lucian, uno de los alfas más fuertes de su generación, por no decir de la actualidad y líder del Consejo que lideraba las manadas. Pero si, había pequeñas cosas que hacían que estuviera incómodo y una de ellas tenía nombre. Aidan.El pequeño cachorro no apartaba sus grandes y brillantes ojos plateados de él, por encima del hombro de su padre. Se veía realmente pequeño en comparación con Dante, pero definitivamente más grande que alguien que tuviera los 7 años lobunos. Frunció el ceño. Esperaba recibir una explicación clara y precisa.-Él no muerde- escuchó la voz de Dante que acompañó la mirada de su hijo- Es realmente gracioso que le tengas miedo. Mientras mantengas la distancia no creo que haya problemas, si sabes a que me refiero-Lucian caminaba detrás de ellos, casi a tres metros de distancia. Había estado bastante tiempo lejos resolviendo demasiadas cuestiones y evitando el contacto con cierta persona. Pero las palabras de Dante lo molesta
Lukyan se giró y se encaminó con sus hijos en dirección a donde tenían sus cosas organizadas. Fallen y Matías que acababan de llegar los esperaban ya vistiéndose y viéndose aliviados notar a su hermano en los brazos de su madre. Habían estado realmente preocupados y habían suspirado de alivio al saber que ya estaba a salvo. Aunque se habían llevado una sorpresa al darse cuenta el otro lobo que estaba con el alfa. Lucian pasó por al lado de Dante con los brazos cruzados sobre su pecho. -Te tienen totalmente domado, amigo mío- sus colmillos salieron a relucir de forma burlona. -No te burles, que tú un día estarás así- se desquitó el alfa mortificado, Lucian tenía la capacidad de alterarle todos sus nervios con las palabras correctas- Y que coste que no será mi hijo el que se encargue de eso, para que no te vayas haciendo ilusiones- Lucian se apretó el tabique suspirando y con frustración marcada en su rostro. -¿Cómo o de qué forma te tengo que decir que yo no tengo intenciones de ca