Corrió rápido, tuvo que hacerlo. Aidan era ágil y se desplazaba con rapidez, aunque no con la fluidez de siempre. Había algo extraño. Lo sintió detenerse de golpe y él aprovechó para disminuir la distancia entre ellos lo más pronto posible.
Aidan corría con su mente en blanco. Definitivamente eso era lo que necesitaba. Libertad, no estar en guardia. No...
-Hola precioso-
Lucian se había acostumbrado a las reacciones impredecible de Aidan, o eso creía él. Lo menos que se le pasó por la cabeza fue que el lobo lo fuera a besar y más en su estado. No era que lo fuera a rechazar, solo que la forma que él lo hacía era como si supiera hacerlo y muy bien.¿Dónde demonio había aprendido tanto?¿Con quién?No había sido con él.Sintió la ola de celos subir junto con la de excitación y ajustó su boca demandante contra de la Aidan e introdujo su lengua buscando la de él. Su mano apretó la nuca del lobo para no dejarle escapar. Sus sentidos se dispararon cuando sus lenguas se tocaron y hasta el vínculo entre ellos tembló.Lucian creyó que sus rodillas se doblarían allí dentro del río, pero se mantuvo fuerte. Fue un simple roce y tuvo que separar la cabeza para tomar aire, reconocía en parte que ocurría. Esa era la reacción de un macho hacia un lobo que se le acercaba el celo. Por suerte no había llegado todavía porque deseaba que su primera experiencia fuera lo má
Sin desaparecer su sonrisa, el alfa recorrió el borde del rostro de Aidan depositando pequeños besos sobre la delicada piel. Fue bajando poco a poco hacia el cuello donde la vena latía desenfrenada y la punteó con sus colmillos. Un leve gemido salió de la boca del lobo más joven y Lucian reaccionó a este.Reprimirse no formaba parte de su naturaleza salvaje y rebelde. Prefería dar riendas sueltas a todos sus deseos, sobre todo cuando se trataba de sexo. ¿Sería Aidan capaz de seguirlo? Esperaba que sí, porque estaba realmente duro, quizás porque ya reconocía la atracción que tenía por el lobo. Lo que le preocupaba era si sería capaz de soportar su nudo en su interior, gracias al enlace no lo desgarraría y este se adaptaría, aunque no sería un proceso fácil y poco doloroso.Una de sus manos se desplazó hacia arriba apretando la leve masa de grasa sobre su pecho haciendo que esta se llenara un poco más y apretó el delicado pezón entre sus dedos. La espalda de Aidan se arqueó más no pudo
Lucian entró por la puerta trasera de su castillo evitando así que el cuerpo desnudo de Aidan, que llevaba en sus brazos, fuera visible. La desnudez en ellos era algo tan normal como respirar, pero de alguna forma sentía que la vista de las curvas y la piel suave del lobo era solo de él. Subió la escalera con cuidado de no despertarlo.Aidan dormía contra su cuello tranquilamente, parecía que había perdido el conocimiento en algún momento. Entró a su habitación y lo dejó sobre la cama. El ahora corto cabello se desparramó sobre la blanca almohada y no pudo evitar enredar sus dedos en la melena. Definitivamente sería algo que extrañaría mucho. Como que tendría que prohibirle cortarlo, aunque conociéndolo de seguro agarraría las tijeras solo por llevarle la contraria a él.Buscó una toalla y secó las partes húmedas de sus cuerpos y después lo tapó con una colcha. Ni siquiera hizo el indicio de acostarse a su lado. Como alfa sabía que no tenía mucho tiempo libre. Como en ese momento en q
-¿Aidan no te sentiste raro hoy?- le preguntó Lucian en un susurro, su cabello rojizo se desparramaba sobre el cuerpo del lobo mientras el rostro de él se enterraba en el oscuro cabello- Me refiero a antes de caer al río--No sé de qué hablas-Lucian sintió el cuerpo de Aidan estremecerse ligeramente debajo del de él y realmente comenzó a preocuparse. Con un rápido movimiento buscó las manos de Aidan y las agarró girándolo boca arriba y atrapando sus muñecas a cada lado de su cabeza.-¿Qué haces?- el rostro de Aidan era extrañamente tranquilo.EL alfa se inclinó hasta que sus labios estaban ligeramente juntos.-Dime que realmente te preocupa y está ocupando tu mente últimamente. No te soltaré hasta que me lo digas- su voz esta vez era grave, demandante.-Pues veremos quién puede estar más tiempo en esta posición. No es tan incómoda para mí, pero tu espalda estoy seguro que después te estará matando. Ya estás viejo-Ante la respuesta que recibió que fue completamente contraria a la que
Aidan abrió los ojos encontrándose solo en la habitación de Lucian. Pestañeó lentamente y se abrazó a la almohada que todavía tenía la fragancia de él. Olía tan bien que lo hacía sentirse cómodo. Aún podía sentir su piel hormigueando por el contacto con el lobo y se encontró sonriendo ligeramente.Lucian parecía estarle correspondiendo. Después de todo su trabajo no había sido en vano.Se levantó y se metió en el baño. Ese día estaba decidido a lograr parte de su plan y nadie lo detendría. Haría lo que fuera necesario para que Litus liberara sus emociones.Entonces recordó las palabras de Lucian. Ojos rojos… Locura ¿Él casi entraba en ese estado por culpa de Ryan? Solo recordaba una rabia inundándolo cuando él había amenazado con agredir a su lobo.Debía tranquilizarse. No debía ser impulsivo. Si él perdía el control su cuerpo terminaría vulnerable y no quería ni hacer daño a Lucian ni hacer sufrir a su pareja. Sabía muy bien de la historia de Lucian con su hermano y también el anhelo
-¿Egoísta me dices?- Aidan sintió una llama de furia vibrar dentro de él- Tienes idea de todo lo que estoy haciendo para mantenerlos a salvo. Ni siquiera he podido pasar tiempo con mis padres, hermano y tío por el poder que está dentro de mí. Apenas puedo sentir algo a diferencia de los demás. No entiendo cuándo sonríen de felicidad. No entiendo cuando llorar de dolor. No puedo ser sensible- jadeó acercándose a él lo que lo hizo retroceder en consecuencia- Acaso sabes que casi sacrifiqué mi vida para encerrarlo precisamente a él dentro de mi mente sabiendo que eso destruiría a mis padres- esta vez era él el que alzaba la voz- De que casi entro en la Locura simplemente porque tengo que aguantar que amenace a toda mi familia y al lobo que quiero a mi lado. De que tengo que pensar en muchas cosas y poner delante de mi miles de cosas antes de mi felicidad-Su voz resonó en los pasillos. El rostro de Litus era serio más no dijo nada. Nunca se imaginó que Aidan pudiera decir todas aquellas f
Lucian era un lobo tolerante, mucho más que otros alfas. Lo había aprendido dada su posición como líder del Consejo. Solo que había pocas cosas que él podía tolerar. Una de ellas era que lo suyo no se tocaba. Y menos como aquel alfa lo estaba haciendo con su lobo.Todo se volvió negro delante de él y sus instintos despertaron tan violentamente que su parte salvaje, que solo salía de noche últimamente para disfrutar de lo que su enlace tenía para darle, explotó, tomando el control completo de su cuerpo.Y estaba más allá de lo que podía llamarse molestoAidan nunca había sentido tanto dolor en toda su vida, ni siquiera cuando había comenzado a despertar sus poderes o fue congelado. Esta vez era diferente, letal, paralizante. Su pecho se apretaba y subía y bajaba con una sensación helada que se derretía pero que a la vez era tan fría que lo dejaba sin fuerzas y sin aliento.Apenas era consiente que estaba siendo besado y que los brazos de otro lobo que no era el suyo era lo que lo manten
Lucian sin percatarse quien era y sumido en su bruma de rabia se sacudió con fuerza intentando quitarse aquello de encima de él que le impedía llegar a su objetivo. Lo hizo tan fuerte que el cuerpo sobre él cayó en el suelo con un sonido seco que le continuó un gemido doloroso. Fue entonces que Lucian se petrificó.Litus iba a correr a proteger a Aidan. Había reconocido el olor y dado el estado de Lucian pensó que lo iba a atacar cuando el lobo marrón se puso sobre él de forma protectora y posesiva. Los ojos de este lo fulminaron y le gruñó sonoramente bajando la cabeza hasta casi estar a la altura del más joven. Abrió su boca y le mordió la nuca. No le hizo daño, pero sí hizo que Aidan gimiera nuevamente y se mantuviera pegado al suelo sin moverse.De esta forma el alfa demostraba tanto a Litus como a él mismo quien era el que mandaba y de quien era el lobo, su enlace, su futuro compañero y reina de su manada.-Desaparece de mi vista- le gruñó a Litus aun sin soltar la piel de la nuca