Viernes por la tarde, recostada en mi cama mirando al techo. Mi mente divagaba en sí asistir o no.Por una parte, quería verlo, quería saber que estaba bien y estar más tranquila; por otro lado, mi orgullo me decía, no seas tonta, no te quiere, no le importas.Ya eran las 7 de la tarde, la cita era a las 9, mi celular sonó en tono de mensaje, era él... “¿Vendrás?”Había quedado con mi novio para cenar. No sabía qué contestar, no quería mostrar interés.Me metí a la ducha, sabía que mis deseos de verlo eran mayores a mi orgullo, al salir del baño le contesté el mensaje diciendo un simple… "si, ahí nos vemos"Me arreglé un poco, maquillé mis mejillas y mis pestañas, puse un poco de lápiz labial, algo sencillo, escogí ropa interior negra y de encaje, sabía que lo volvía loco. “Es solo por si acaso” me decía a mí misma, me puse un capri color negro y una blusa blanca con escote en redondo que resaltaba mis pech0s. Es verano, así que no necesito nada de abrigos.Salí de casa hasta llegar a
Ahí estaba yo, de noche, sin coche, con un extraño dispuesto a llevarme a casa ¡¡¡en una motocicleta!!!—¿Es en serio? —la pregunta más tonta para el momento, limosnera y con garrote.—¿Apoco te da miedo? —me dijo socarronamente, con una sonrisita de medio lado.—Eh... no.… para nada. ¿Dónde está? —Balbuceé envalentonada por las copas que traía encima.—Está por allá al fondo, pero espérame aquí, tengo que entrar nuevamente —me dijo y se dio media vuelta, creo que ya se arrepintió —No tardo, no te muevas de aquí.No tardó mucho, al salir traía un casco en la mano y no dejaba de sonreír.—¡Listo!, ahora sí vamos —me cedió el paso —. Ah, toma esto es para ti —me tendió el casco que traía en la mano.—Gracias ¿Y tú que usarás? —le dije mientras caminaba y miraba el casco que me dio.—No te preocupes, mi casco está en la moto, este es de un compañero que no lo necesita hoy —me comentó mientras avanzaba hasta nuestro… ¿Vehículo?Le quitó el candado que ataba el casco a la moto y se lo colo
Salí rumbo a la casa de mi madre, ya era tarde, pero necesitaba verla, no tardé más que 15 minutos en llegar, aún las luces estaban encendidas en la sala de estar.Entré hasta quedar frente a la casa, me estacioné y bajé, estoy seguro de que ya está por abrirme, debió escuchar a mi bebe rugir.—¡Fabio! ¡Hijo! ¡¿Cómo estás?!, hoy extrañé tu llamada, ¿está todo bien? —me dijo al abrir la puerta justo como lo había predicho.—¡Mamá! Estoy bien, ¿y tú? —le dije al abrazarla y darle un beso en la mejilla —. No pude llamarte, hoy estuvo bastante abarrotado el negocio.—Qué bueno, hijo, tu padre estaría tan orgulloso de ti —dijo con un toque de tristeza en sus ojos, sé que lo extraña tanto como yo —. Pero pasa, no te quedes ahí.Entré hasta la sala, platicamos un poco más, ya era bastante tarde y mañana será un día de trabajo bastante pesado, los fines de semana así son, a las personas no les gusta cocinar en casa, pero eso es bueno para mí.—Me tengo que ir má —le dije levantándome de mi lu
POV ANDREACaminé a paso veloz hasta el elevador, a mis espaldas escuchaba los gritos de Óscar llamándome, yo solo avancé hasta lograr tocar el botón, para mi suerte no tardo nada en abrir las puertas y entré en él.Levanté la mirada y ahí venía Óscar, corriendo para alcanzarme, aún con la camisa desabotonada, por suerte las puertas alcanzaron a cerrarse, yo solo me recargue en aquellas paredes con espejos en todas ellas, y me deslice hasta quedar sentada en el suelo.Aquellas paredes reflejaban mi rostro descolocado, no sabía lo que sentía, las imágenes que acababa de ver era mi novio. ¡NO! A mi exnovio folland0se a otra, si bien, la tarea que me traía hasta aquí era terminar con él, la escena que presencié era lo último que me imaginaba encontrar.Lo que me sorprendió es que no estaba llorando, solamente me sentía como si flotara, como en shock, con un zumbido en la cabeza, el sonido del elevador anunciando que llegué al estacionamiento, me sacó de mis pensamientos, me levanté rápid
POV FABIOHoy tuvimos muchos clientes por la mañana, bastantes desayunos se ofrecieron, creo que era un grupo de turistas, porque abarrotaron el lugar en un momento y casi al mismo tiempo se retiraron todos juntos.En un momento en el que no había mucho trabajo, fui a ver si aún estaba el auto de Andrea en el estacionamiento.Si ayer tuve suerte, hoy no aparecía por ningún lado. Ya no estaba, había perdido la oportunidad de verla nuevamente.Regresé a la cocina con los ánimos bajos, parece que soy bastante transparente a sentimientos se refiere, porque no faltó el gracioso comentario de Alonso.—Ya no está el coche ¿verdad? —me dijo, al tiempo que yo solo moví la cabeza negándolo —No te preocupes, le gusta mucho nuestra comida, ya ha estado aquí antes.—¿Cuándo? —le pregunté, con algo de sorpresa.—Fechas exactas no sé, pero yo la he visto varias veces antes, ha estado acompañada en otras ocasiones —su comentario me puso a pensar si ¿sería la misma compañía que esperaba ayer?Ya solo
POV ANDREALas semanas transcurrieron, yo me sentía traicionada y triste, pero, también me sentía libre. Pareciera que, aunque vivo de la misma manera (sin salir ni tener s3x0), era un peso menos el saber que no tenía novio, y menos un patán como Óscar, creo que no me merecía eso, yo pude haber hecho lo mismo, pero no lo hice por respeto a él.El siguiente sábado, después de descubrir a Oscar, me desperté tarde como era costumbre en esos días, fui a la cocina por café y luego fui a la puerta de entrada a ver cómo estaba la mañana, encontré en la entrada un ramo de rosas con una nota en ellas:“No sé cómo lo haré, te amo y recuperaré tu confianza” … Oscar.Me sentí extraña, no sentía alegría al ver el detalle, me parecía más bien como un último recurso. Cuando éramos novios nunca tenía este tipo de detalles, así que ahora me parecían inútiles, pero las flores no tenían la culpa, tomé un florero,las puse en agua y las deje en la cocina.No tenía ganas de estar en casa ese día. Cada fin
Cerca de las tres de la tarde, estábamos sobre una manta debajo de un gran árbol en aquel inmenso parque. Yo estaba sentada mirando el panorama y ella tirada boca arriba mirando las ramas y la luz que se colaba a través de las hojas.No sé cómo no le gusta estar así, tan relajada, sin preocupaciones. Aunque es entendible, de cualquier manera, a ella nunca le preocupa nada.Estuvimos un largo rato platicando, yo le hablaba sobre mi carrera, ya solo me faltaba un año para terminar. Ella me decía que nunca le gustó la escuela. Siempre me causó gracia como lo decía, y aunque no estoy de acuerdo con eso, respeto su postura ya que no todos aspiramos a las mismas cosas.—Ya casi son las cinco de la tarde, ya vámonos de aquí —dijo al quitarse la baba de la comisura de sus labios, se había quedado dormida un buen rato, yo aproveche para leer un poco en aquella tranquilidad.—Está bien, vamos, pero ¿de qué te quejas? Si desde que llegamos te dormiste —le solté y pegué una carcajada que se escuc
POV FABIOLa vi girarse hacia mí, su vestido dio un pequeño vuelo al dar media vuelta, me miró con asombro, no sé si por saber que soy el chef o por el hecho de verme, igual ambas cosas me gustaron.—¿Así que eres el chef eh? —al fin pronunció con un hilo de voz.—Así es, solo que hemos estado cortos de personal y ayudo en lo que puedo —sonreí al contestarle, de verdad me pone de buen humor.—¿Así que eres el salvavidas de mi amiga? —me dijo la chica que la acompañaba.—Oh perdón, Fabio Bianchi, un gusto —me presente ante la acompañante de Andrea, extendiendo mi mano para saludarla.—Emily Vázquez, que gusto de conocerte al fin. Mi amiga me habló de ti y de cómo la ayudaste el otro día —desvié la mirada hacia esos ojos hermosos que tiene Andrea, la vi sonrojarse ligeramente ante el comentario de Emily.—¿Te habló de mí? —sostuve una sonrisa de satisfacción al escuchar eso — Solo hice lo que cualquiera haría —. Conteste amable y sincero, igual si no hubiera sido ella, hubiera ayudado a