confusión y Deseo - El primer encuentro cercano

Esa noche, mientras Mariana caminaba por las calles iluminadas de París, su mente no dejaba de darle vueltas al breve momento compartido con Alexander. Sentía que había algo más en él, algo más allá del hombre frío y distante que todos describían. ¿Sería posible que, detrás de su máscara, hubiera alguien con quien pudiera conectar? ¿O solo estaba viendo lo que quería ver?

De regreso en su pequeño estudio, se sentó junto a la ventana que daba al bullicio de la ciudad. La vida nocturna parisina brillaba bajo sus ojos, pero en su mente solo estaba él. Alexander Moreau. Su nombre resonaba una y otra vez. ¿Por qué la afectaba tanto un simple intercambio de palabras?

Sabía que estaba jugando con fuego. No solo por las diferencias evidentes entre ellos —su edad, su posición social, su riqueza—, sino porque él no parecía el tipo de hombre que dejara entrar a alguien fácilmente. Y aun así, había algo en su mirada, en esos segundos en los que había dejado de lado su profesionalismo, que la inquietaba.

Capítulo 5: El Primer Encuentro Cercano

Los días siguieron, y aunque Alexander y Mariana mantenían una relación estrictamente profesional, las interacciones entre ellos comenzaban a cambiar sutilmente. Alexander, que antes era distante y parco en palabras, ahora hacía preguntas sobre sus ideas y parecía realmente escuchar sus opiniones. Mariana notaba esas pequeñas señales, aunque no estaba segura de lo que significaban.

Una noche, después de una larga jornada de trabajo, Sophie, la encargada del proyecto, organizó una cena para todo el equipo en un restaurante elegante cerca de la Torre Eiffel. Mariana no solía frecuentar lugares tan lujosos, y la incomodidad de estar rodeada de personas que parecían moverse con tanta naturalidad en ese mundo la hacía sentir fuera de lugar.

Cuando Alexander llegó, el ambiente cambió. Su presencia era imponente, pero esa noche, algo era diferente. Se sentó cerca de Mariana, lo suficientemente cerca como para que sus hombros casi se rozaran. La conversación fluyó entre risas y comentarios sobre el proyecto, pero Mariana apenas podía concentrarse en lo que decían los demás. Su atención estaba atrapada por el hombre a su lado.

En algún momento de la cena, mientras todos estaban absortos en otra conversación, Alexander inclinó ligeramente la cabeza hacia ella y, en un tono bajo y privado, le preguntó:

— "¿Cómo te estás adaptando a París?"

La pregunta la tomó por sorpresa. Mariana levantó la vista, y por primera vez, notó que había una suavidad en su mirada, una curiosidad genuina.

— "Es... diferente a lo que imaginaba," respondió, sintiendo una mezcla de nervios y emoción. "Es hermosa, pero a veces puede ser un poco abrumadora."

Alexander asintió lentamente, como si entendiera perfectamente lo que quería decir.

— "París tiene esa dualidad," comentó él, antes de tomar un sorbo de vino. "Puede ser la ciudad más encantadora y a la vez la más solitaria del mundo."

Las palabras resonaron en el corazón de Mariana. Por un breve momento, sintió que veía más allá de la fachada de Alexander, que su frialdad escondía algo más profundo, algo que él no dejaba ver a menudo. ¿Estaba ella empezando a descubrir quién era realmente Alexander Moreau?

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo