Las semanas siguientes fueron tensas, pero cargadas de una nueva energía. Mariana seguía enfocada en su trabajo, pero no podía negar que algo estaba cambiando entre ella y Alexander. Las miradas que compartían se habían vuelto más intensas, y las conversaciones, aunque formales, llevaban un peso emocional que antes no existía.
Una noche, tras una larga jornada, Alexander la invitó a quedarse para una copa de vino en la mansión. "Solo para celebrar los avances," dijo, casi como una excusa. Mariana aceptó, aunque su intuición le decía que había algo más detrás de esa invitación. Mientras el vino fluía, las tensiones acumuladas entre ellos empezaron a aflorar. La conversación fue de lo trivial a lo profundo rápidamente. Alexander habló brevemente sobre su infancia, su familia y la presión de mantener el legado de los Moreau. Pero cuando Mariana le preguntó sobre la mujer en la foto, él se cerró de inmediato. — "No hablemos de eso," dijo él, su voz cortante. El cambio en su tono sorprendió a Mariana. No estaba segura de si había cometido un error al preguntar, pero antes de que pudiera disculparse, Alexander se levantó de su asiento y se acercó a ella, deteniéndose justo a unos centímetros. Sus ojos, normalmente fríos y calculadores, estaban llenos de emociones contradictorias. — "Eres demasiado joven para entender todo esto, Mariana," dijo con una voz baja. "Tu mundo y el mío son demasiado diferentes." Mariana no supo cómo responder. Sabía que había una gran brecha entre ellos: sus edades, sus vidas, sus realidades. Pero en ese momento, todo lo que quería era romper esa barrera invisible que Alexander seguía levantando. Antes de que pudiera decir algo, Alexander se inclinó hacia ella, y en un impulso que ni él ni ella esperaban, la besó. Fue un beso breve pero lleno de intensidad. En el instante en que sus labios se separaron, ambos supieron que habían cruzado una línea que no podían deshacer. Capítulo 9: La Confusión Después del beso, el silencio entre ellos fue ensordecedor. Mariana, aún sorprendida por lo que acababa de suceder, se levantó rápidamente y salió de la mansión sin decir una palabra. Alexander no intentó detenerla, pero la expresión en su rostro revelaba que también estaba lidiando con sus propios demonios internos. De regreso en su estudio, Mariana no podía dejar de pensar en lo que había pasado. Sabía que su relación con Alexander era complicada desde el principio, pero ahora todo había cambiado. ¿Qué significaba ese beso? ¿Era simplemente una respuesta al estrés acumulado, o había algo más profundo detrás de él? Por otro lado, Alexander también estaba lidiando con sus propias emociones. Sabía que había cometido un error al dejarse llevar por sus sentimientos. La diferencia de edades, las barreras sociales, y su pasado lo mantenían anclado en un lugar donde no se permitía sentir. Pero Mariana había logrado algo que nadie había hecho en años: había roto la coraza que lo protegía de sí mismo. Capítulo 10: Distancia Calculada Los días posteriores al beso fueron un torbellino de emociones para Mariana. Trató de concentrarse en su trabajo, pero no podía dejar de pensar en lo que había sucedido. Cada vez que entraba en la mansión, esperaba encontrarse con Alexander, pero él parecía haber desaparecido. En su lugar, Sophie y el equipo se encargaban de supervisar los detalles del proyecto. Mariana sabía que algo había cambiado. Alexander estaba evitando cualquier contacto directo con ella, y aunque trataba de convencerse de que era mejor así, no podía evitar sentir una punzada de decepción cada vez que lo pensaba. Una mañana, mientras revisaba los planos en el gran salón, Sophie se acercó a ella con una expresión de preocupación. — "Alexander ha tenido que viajar inesperadamente por negocios. Estará fuera por un tiempo, pero me pidió que te dijera que confía en que mantendrás el proyecto en marcha." El corazón de Mariana se hundió. Sabía que no era solo un viaje de negocios; Alexander estaba poniendo distancia entre ellos, tratando de borrar lo que había sucedido. Y aunque entendía sus razones, no podía evitar sentir que él estaba huyendo de lo que ambos sabían que estaba creciendo entre ellos.Capítulo 11: Reencuentro en el SilencioPasaron semanas sin noticias directas de Alexander. Mariana trató de continuar con su vida, pero la ausencia de él se sentía como un vacío que no podía llenar. Cada día, al entrar en la mansión, el espacio parecía más grande y más frío sin su presencia.Una tarde, mientras caminaba por las calles de París, el destino quiso que se encontrara con él en una pequeña librería que solía frecuentar. Alexander estaba de pie, observando un libro de tapa dura, su expresión tranquila, pero sus ojos delataban un cansancio emocional.Cuando sus miradas se cruzaron, el tiempo pareció detenerse. Ninguno de los dos dijo nada al principio, como si las palabras fueran innecesarias. Finalmente, Alexander fue el primero en romper el silencio.— "No esperaba verte aquí."Su voz, aunque tranquila, llevaba un matiz de vulnerabilidad que Mariana no había escuchado antes. Sintió un nudo en la garganta, pero decidió mantener la compostura.— "París es pequeña, a veces."
Capítulo 14: El Dolor CompartidoMariana no dijo nada más. Simplemente se quedó a su lado, en silencio, compartiendo ese dolor que ahora entendía. Alexander no había huido de ella por falta de sentimientos, sino porque no sabía cómo lidiar con ellos. Y aunque el abismo entre ellos seguía siendo profundo, en ese momento, ambos se sentían más conectados que nunca.Alexander rompió el silencio, con la voz rota.— "No quiero volver a sentir ese dolor. No puedo permitir que alguien más entre en mi vida solo para perderlo de nuevo."Mariana, sin poder contenerse más, dio un paso hacia él, tomando su mano con delicadeza.— "No puedes vivir en el miedo toda tu vida, Alexander. No todo termina en dolor."Alexander bajó la mirada, y por un momento, Mariana pensó que él la rechazaría de nuevo. Pero en lugar de eso, él apretó su mano, como si en ese pequeño gesto encontrara un ancla en medio de su tormento interno.Capítulo 15: Tentación y ResistenciaDespués de esa noche en la biblioteca, la rel
Capítulo 16: Decisiones DifícilesDespués de esa noche, Alexander volvió a distanciarse. Aunque seguían trabajando juntos, evitaba cualquier tipo de contacto físico o emocional. Sophie notó el cambio en el ambiente, pero no dijo nada, probablemente intuyendo que había algo más entre ellos.Mariana, por su parte, se encontraba en una encrucijada. Sabía que debía concentrarse en su carrera, en su futuro, pero cada vez que estaba cerca de Alexander, su corazón la traicionaba. Decidió, entonces, tomar una decisión que cambiaría el curso de su vida.Una tarde, mientras revisaba los planos finales del proyecto, Mariana pidió una reunión privada con Alexander.— "He decidido renunciar," dijo, sin rodeos.Alexander la miró, sorprendido, pero no dijo nada. La habitación se llenó de un silencio tenso, y Mariana supo que él no se lo había esperado.— "¿Por qué?" preguntó finalmente, su voz más baja de lo habitual.— "Porque no puedo seguir así, Alexander. No puedo seguir trabajando contigo, sint
Capítulo 19: Dudas y EsperanzasEl café estaba en silencio, roto solo por el suave murmullo de los transeúntes que pasaban fuera. Mariana observaba a Alexander, quien parecía más vulnerable que nunca. Sus palabras habían sido sinceras, pero el miedo aún la mantenía cautelosa.— "No es tan sencillo, Alexander." Mariana tomó un sorbo de su café, intentando calmar sus pensamientos. "No puedes simplemente decidir que estás listo y esperar que todo lo demás desaparezca."Alexander asintió lentamente, comprendiendo el peso de sus palabras. Él sabía que no sería fácil, pero también estaba dispuesto a luchar.— "Lo sé," respondió suavemente. "Sé que te he hecho daño. Y entiendo si no quieres intentarlo. Pero no puedo seguir adelante sin decirte lo que siento."Mariana se quedó en silencio por un momento. Recordó todas las veces que había soñado con este momento, con la confesión de Alexander. Pero ahora que lo tenía frente a ella, no podía evitar preguntarse si era suficiente.— "Necesito tie
Capítulo 23: El ViajeEn un intento por escapar del ajetreo de la ciudad y pasar tiempo juntos, Alexander invitó a Mariana a un viaje de fin de semana fuera de París. Aceptaron ir a la Provenza, un lugar lleno de encanto rural y viñedos, donde podrían dejar atrás las tensiones de la ciudad y concentrarse en ellos mismos.La Provenza ofrecía un paisaje perfecto: campos de lavanda, pintorescos pueblos en las colinas y un aire de tranquilidad que ninguno de los dos había experimentado en mucho tiempo. Durante el viaje, hablaron de todo: sus miedos, sus deseos, sus sueños. Poco a poco, las barreras que habían construido comenzaron a desmoronarse.Una noche, mientras compartían una copa de vino bajo las estrellas, Alexander tomó la mano de Mariana con una suavidad que no había mostrado antes.— "Este es el tipo de vida que quiero," confesó. "Algo tranquilo, sin tantos muros entre nosotros. Sé que aún queda mucho por sanar, pero estoy dispuesto a hacer lo necesario."Mariana lo miró a los o
Capítulo 26: El DesafíoDespués de la exposición, Mariana y Alexander discutieron el encuentro con Clara. Alexander se sintió culpable por la incomodidad que había causado, pero Mariana le aseguró que no era su culpa.— "No puedo controlar el pasado de nadie," le dijo. "Solo puedo decidir cómo reaccionar ante él."A pesar de su determinación, Mariana no podía dejar de preguntarse cuánto peso tenía Clara en la vida de Alexander. Esa noche, mientras se preparaba para dormir, sus pensamientos giraban en torno a su relación y los desafíos que aún quedaban por delante.Los días pasaron, y aunque la conexión entre ellos se fortalecía, Mariana no podía evitar sentirse inquieta por el pasado de Alexander. Decidió que era momento de tener una conversación más profunda sobre sus expectativas y miedos.Un día, mientras paseaban por el Marais, un barrio lleno de historia y arte, Mariana detuvo a Alexander.— "Necesito que sepas algo," comenzó, su voz un poco temblorosa. "Siento que hemos avanzado
Capítulo 29: La DecisiónDespués de una intensa conversación, Clara finalmente se dio por vencida, dando media vuelta y abandonando el café. Mariana y Alexander se quedaron en silencio, procesando lo que había sucedido.— "Lo hiciste bien," dijo Alexander, mirando a Mariana con gratitud. "No sé qué hubiera hecho sin tu apoyo."— "Estuve asustada," admitió ella. "Pero sabía que tenía que ser honesta. No quería que el pasado de Clara arruinara nuestro futuro."— "Esto significa mucho para mí," dijo Alexander, tomando su mano. "Prometo que no habrá más secretos entre nosotros. Estoy listo para dejar todo eso atrás."Mariana sintió un alivio, como si una pesada carga se hubiera levantado de sus hombros.— "Juntos, podemos enfrentar cualquier cosa," respondió ella, sonriendo.Capítulo 30: Nuevos ComienzosA medida que pasaban los días, Mariana y Alexander se sentían más unidos que nunca. Habían superado un obstáculo significativo y se dieron cuenta de que su amor era más fuerte que los fan
Capítulo 32: La Búsqueda del HogarDías después, comenzaron a buscar un nuevo hogar juntos. Explorar apartamentos en París se convirtió en una aventura, con cada lugar que visitaban alimentando su ilusión de construir una vida juntos. Disfrutaron de la emoción de encontrar un espacio que fuera un reflejo de su amor y estilo de vida.Mientras caminaban por las calles, Mariana encontró un pequeño apartamento en un barrio encantador. Era acogedor, con balcones que daban a una plaza llena de cafés y flores.— "Mira esto, Alexander," dijo Mariana, sus ojos brillando al imaginar cómo podría ser su vida allí. "Es perfecto."— "Sí, tiene un aire romántico," comentó Alexander, imaginando cómo sería tener su propio espacio.Sin embargo, mientras exploraban, Mariana no podía evitar sentirse abrumada por la idea de los compromisos que venían con la mudanza. Un día, mientras visitaban una galería de arte, su mente estaba llena de pensamientos.— "¿Estás bien?" preguntó Alexander, notando su silenc