Existen muchas cosas que podemos controlar en la vida, como las decisiones que tomamos, decidir que nos gusta o no hacer; incluso en que queremos trabajar y en qué no pero también existen miles de cosas más que no podemos controlar, como de quién nos enamorados; los sentimientos que despiertan en nosotros... y la muerte... De todos las cosas que no podemos controlar la muerte es una de las que más nos aterroriza; vivimos huyendo de ella y deseando tener un día más, un instante más para hacer lo que queramos pero nos olvidamos de vivir el hoy, el día que nos ha sido regalado. Quizás una de las razones por la que la muerte nos aterroriza tanto es por el vacío emocional que nos deja; cuando muere un ser querido, cuando perdemos a alguien que amamos... quizás es por como nos hace sentir desolados y perdidos en el silencio que acompaña a las lágrimas vagas o simplemente nos aterroriza el hecho de no saber que abra más allá de nuestra partida. Fuera como fuera, la eterna quietud de la mue
Tristeza... dolor, depresión... sentimientos difíciles de líder y por los que todos pasamos al menos una vez en nuestras vidas; nos sentimos hundidos en un abismo, en un hoyo del cual no podemos salir por más que queramos... cuando la sombra se cierne sobre nuestras vidas es tan difícil mantener la esperanza, ver la luz en media de la oscuridad. Es difícil sentir que tú vida está de cabeza y aún más difícil tener que fingir una sonrisa cuando sientes que tu mundo se cae a pedazos. Es tan difícil luchar en contra de la corriente y muchas veces solo queremos dejarnos arrastrar por esta... no luchar más y ahogarnos en el mar de nuestras lágrimas, de nuestros sentimientos. Mónic lo sabía muy bien, había estado tanto tiempo hundida en esos sentimientos negativos que los días de alegría parecían ser demasiado fugaces... no importaba cuánto sonriera, cuanto sintiera paz por momento, al final del día, cuando se encontraba en la soledad de su departamento la tristeza le golpeaba, los sentimie
La tensión era evidente entre los presentes en aquella sala, dónde se llevaría acabo la lectura del testamento de la difunta abuela Mo, se miraban uno a los otros; sin saber que esperar de aquel encuentro.— ¿Cuánto más vamos a tener que esperar que llegue ese niñita? — pregunto Armando desesperado, clavando su mirada con desagrado en Luis Alberto. Desde que su madre había cambiado de abogado había perdido importante acceso a la información.— El tiempo que sea necesario — respondió Luis Alberto, mirando su reloj.— Ya estoy aquí — todas la miradas se clavaron en ella apenas cruzo la puerta de cristal.— ¿Que hacen ellos aquí? — Indago litzy, realmente sorprendida por ver que la chica llegaba acompañada de Dominick Carbajal y de Thiago Visantino — esto es un asunto familia.— Y por eso ellos están aquí... Thiago es mi novio ahora y tiene todo el derecho de acompañarme — respondió entrelazando sus dedos con el muchacho mientras todos miraban sorprendidos, incluído el mismo Thiago — Y D
Decir que Armando quería matar a su hija Grecia era poco, a duras penas había logrado controlar su ira, se encontraba sentado pasando las manos por su cabello; teniendo un terrible dolor de cabeza a causa del estrés. — ¿Desde cuándo lo sabes? — preguntó Litzy, dirigiendome hacía Mónic. — Desde que tú y tu madre me entregaron sus acciones en la constructora — respondió calmadamente la muchacha, cruzada de brazos. — ¿Por qué nunca me dijiste? — preguntó Litzy. No sabía cómo sentirse al respecto de la nueva información que había sido revelada. — ¿Y destruir tu vida perfecta de un solo golpe?, no me convenía... son asuntos de tu familia, cosas que a mí no me compete revelar; tu mejor que nadie sabes que la vida es un tablero de ajedrez y tan solo debemos aprovechar las piezas a nuestro favor — agrego, Luis Alberto estaba esperando el momento idóneo para retomar la visualización de las últimas palabras de la abuela Mo dirigidas a su familia. — Pudiste decírmelo y evitar que esto ocurri
Ver y escuchar el mensaje que había dejado la abuela Mo había sido un show muy grande para la mayoría de los presentes en la sala, para algunos era motivo de rabia para otros motivo de dolorosas lágrimas. Dominick observó por un momento como las lágrimas de Mónic corrían por sus pálidas mejillas sintiendo el impulso de abrazarla pero ese lugar de consuelo estaba ocupado por Thiago Visantino; quien la abrazaba con fuerza y se esforzaban por limpiar sus lágrimas mientras le susurraba palabras dulces al oído. — Ve con ella y ocupa tu lugar — escucho una voz femenina e inesperada porque nunca imagine que sería Litzy quien diría esas palabras, él se giro en su lugar para encararla. — ¿Que? — preguntó confundido. — Tu deberias ser quien consuele a Mónic... tu la amas — señaló. — Él también la ama — respondió Dominick serio. — Pero ella no lo ama, te ama a ti... — aunque Litzy aparentaba calma, el llanto explotó sin poder controlarlo — no se puede hacer nada para controlar los sentimien
Estaba molesto, estresado y al borde del colapso. ¡Esa m*****a mocosa le estaba haciendo la vida de cuadritos!, ¿en qué momento esa niñita se había convertido en una amenaza tan significativa?. ¡Debió haberla matado junto a su insoportable madre cuando tuvo la oportunidad!. Mónic Alejandra Malvorich Medina no había sido más que una desgraciada... Y pensar que él mismo había sugerido que le pusieran Alejandra, que ironía. Sonrió inconscientemente al pensar en la muchacha, si algo no podía negar era que había resultado ser sumamente inteligente, demasiado astuta hasta el punto de ser un dolor de cabeza incluso para él que era un ser brillante. ¡Quizás después de todo si había elegido a la nieta equivocada!, quizás después de todo había perdido la oportunidad de educar a un ser tan brillante como esa mocosa... El sonido del timbre lo saco de sus pensamientos, dejo escapar un suspiro y se puso de pie para abrir la puerta; ya que había corrido a todo el personal de la mansión por ese día,
La mansión Carbajal estaba sumida en una paz envidiable, una que resultaba casi abrumadora. — ¿Que te ocurre mujer? — Indago Damián Carbajal al escuchar como su esposa dejaba escapar un suspiro. — Estoy aburrida... la casa está demasiado tranquila — respondió apoyando su cabeza de la palma de su mano con fastidio — pensé que a estás alturas estaría planeando una boda, una luna de miel y preparándome para recibir nietos futuramente... pero estoy estancada. Damian puso los ojos en blanco, entendiendo hacía donde quería ir Bianca con esa conversación. — Técnicamente, deberías estar preparandote para recibir a tu nieto, Litzy ya debe estar rondando los 7 meses — respondió el hombre, Bianca chasquio la lengua con molestia. — ¡Sabes que no me refiero a eso!... me refiero a Mónic con nuestro hijo... es decir... ¡todo iba tan bien!, que estaba segura que para estás fechas él ya le habría propuesto matrimonio y yo estaría organizando una super boda en solo un par de semanas para que se cas
— ¿Que haces aquí? — preguntó molesta, con el ceño fruncido mientras miraba directamente a aquellos ojos grises que tanto habían logrado perturbarla en algún momento de su vida.— Solo pasaba, sube; te llevaré a la universidad — respondió extendiendo un casco hacía ella.— ¿Y que creiste?, ¿que llegas y correré a irme contigo?. Estás equivocado Carbajal — se dió media vuelta para seguir ah camino, apretando con fuerza su agarre sobre el bolso que llevaba con sus cosas.— Mónic, espera — sin previo aviso Dominick la sujeto del brazo haciendole que girará hacia él, chocando con su pecho por el rápido movimiento — déjame acompañarte, por favor — pidió colocando uno de sus brazos alrededor de la cintura femenina. Mónic se estremeció por ese tono susurrante y profundo que había usando Dominick, cosa que no paso desapercibida para el muchacho. Por un momento se miraron fijamente a los ojos antes de que ella pareciera reaccionar de su momento de fragilidad; colocando una mano sobre el pecho