Decir que Thiago Visantino y Mónic Malvorich habían puesto el mundo de cabeza era quedarse cortos... Un día, de forma inesperada; estaban anunciando su compromiso ¡sin siquiera haber aclarado los rumores sobre su relación!, habían algunos que creían firmemente en que la heredera Malvorich terminaría regresando a los brazos el más joven de la familia Carbajal y su primer amor conocido: Dominick Carbajal.Pero todo parecía estar de cabeza, convirtiéndose en un momento de total locura... desde el momento en que anunciaron su compromiso y que la boda se llevaría acabo tan solo una semana después... causando gran intriga en aquellos que seguían de cerca los pasos de la joven heredera...La semana de plazo para la boda había pasado en un abrir y cerrar de ojos, una de las catedrales principales de la gran ciudad albergaba una gran cantidad de invitados mientras el joven novio esperaba, ya de pie en el altar; el momento en que contraria nupcial con su amada.Porque aunque era consiente de qu
"En últimas noticias el empresario Armando Malvorich fue detenido en horas de la mañana, por presunta corrupción dentro de la constructora perteneciente a su familia.. Entre los cargos que se le imputan se encuentran: trafico de influencias, soborno, fraude, malversación de fondos y lavado de dinero; además de estar presuntamente involucrado con el tráfico de joyas. Algunas fuentes indican que el empresario es el principal sospechoso del secuestro de su nieta la heredera Mónic Malvorich. De tan solo 18 años quien desapareció el día de su boda, hace una semana atrás"Una risa estruendosa invadió el lugar, mientras en la pantalla de la televisión se transmitían las imágenes de Armando Malvorich saliendo esposado de su mansión mientras un par de policías lo sostenían con fuerza.— ¡Maldito bastardo!, ¡al fin sirve de algo el maldito viejo ese!... ahora todo el mundo piensa que él es el causante de tu secuestro linda y tierna Mónic — se giro para observar a la mujer de pie, vestida de nov
Mónic se mantenía en absoluto silencio, llevaba dos días sin pronunciar palabra alguna, no discutía, no peleaba ni soltaba frases ingeniosas contra Jhon, habían pasando ya dos días desde la primera vez que la había tocado y ahora lo hacía cada vez que le daba la gana... aunque para ser sincero comenzaba a aburrirse de la sumisión de la chica.Desde que la había conocido no existía un momento en que ella dejara de pelear y ahora era como si los ratones le hubieran comido la lengua.— ¿No tienes nada que decir? — Indago Jhon mientras comía, Mónic estaba sentada frente a él, con las manos esposada y la vista fija en quien sabe dónde.— Gracias — pronunció clavando sus ojos claros en él, Jhon se ahogo con la comida ¿por qué demonios le estaba agradeciendo?.— ¿Por qué? — preguntó frunciendo el ceño, le daba muy mala espina que un gracias fuera la primera palabra que Mónic pronunciara después de dos dias de absoluto silencio.— Por recordarme que en la vida real no hay príncipe ni dragones
La vida puede ser comparable con una montaña rusa, llena de altos y bajos, cambiando con gran rapidez; negando la posibilidad de acostumbrarse a una cosa u otra, llena de curvas mortales que dejan una horrible sensación de vacío en el pecho.También podemos pensar que es como la rueda de la fortuna, en un momento podemos estar en la cima y al siguiente podemos estar abajo, en el fondo; no deja de dar giros, cambiando de forma constante.Los cambios pueden ser buenos o malos, traerte alegría o lágrimas; ella lo sabia muy bien.
Mientras un corazón herido buscaba sanar otro latía desesperado, intentando estabilizar con vida y no hundirse en su propia miseria, porque nada hiere más que saber que se a lastimado al ser amado, no importa cuándo tiempo pase, el sufrimiento propio nunca será suficiente cuando se a causado una herida que deja huella en tu alma gemela y aún más cuando se cometió un error consciente de su propio.3 meses habían pasado ya, los más largos de toda su vida... su corazón dolía con cada latido que daba, nunca imagino que la ausencia de alguien pudiera doler tanto, la sensación de vacío se había instalado en su pecho y parecía no querer abandonarlo.Dolía... cómo nunca imaginé que podría doler un amor, ni siquiera en sus años de juventud, cuando había sido plantado en el altar por Clarisa; su corazón había doli
Podría decir con seguridad que si vida era un completo desastre, no tenía mente para nada que no fuera pensar en cómo encontrar a Mónic y darle una disculpa sincera. Entre el trabajo y la preocupación terminarían consumiendo lo casi en totalidad.¿Que estaba haciendo con su vida?, convirtiendola en un completo desastre... debia comenzar a concentrarse en el trabajo o su empresa se iría a pique.Desde muy temprano ya se encontraba en su oficina, todos los días eran iguales; llegaba con el sol y se iba con la luna, nadie imaginaba por el tormento que pasaba en s
Le costaba creer que ya estaba de regreso, después de 3 meses huyendo de su realidad y de los problemas que debía enfrentar, porque era consciente que eso era lo que había estado haciendo: huir para no enfrentar a Dominick, quizás era porque no se sintió lista para hacerlo o quizás porque sabía que cuando él la mirada con esos ojos grises cargados de arrepentimiento ella caería ante sus encantos.¿Por qué negarlo?, no importaba cuánto se hubiera alejado, aún seguía total e irremediablemente enamorada de Dominick Carbajal, su amor no se había construido de la noche a la mañana, había llevado tiempo, sacrificios y enfrentado momentos tantos como buenos malos; En algún lugar de la ciudad la luna llena brillaba en su máximo esplendor, apoderandose del cielo colmado de estrellas; una imagen espectacular, digna de observar. Dominick Carbajal se encontraba observando ese hermoso panorama, quería escapar por un momento de sus responsabilidades, no soportó el encierro de ese gran salón de fiesta donde se suponía que debía estar, atendiendo a sus responsabilidades.Esa noche se había visto obligado a asistir a un baile de máscara, un evento llevado acabo para recaudar fondos, un acto de beneficencia; una noble causa con la que estaba encantando de colaborar pero se sinti&oacCapítulo IV: Entre máscaras.