Bien, mis queridos amigos, ya saben que paso ese 16 de Diciembre. Cuando los dos posibles amores de mi vida se encontraron en el orfanato, dividiendo este en dos bandos: los caballeros de la mesa redonda apoyando la soberanía del príncipe Dominick Carbajal y los caballeros de la casa del dragón, que apoyaban a Ser Dragón. Es decir. a Thiago Visantino.Bien, pero ninguno de esos eventos les explica porque rayos ahora me está acosando la prensa, una vez más estoy en el ojo del huracán sin ser realmente una implicada en los hecho... bueno, lo que me llevo a encontrarme en esas circunstancias fue una de las metidas de pata más descomunales de mi querido Dominick Carbajal, ya sabemos que es experto en eso.Todo comenzó el día 24 de Diciembre, cómo es esperado las familias se reúnen para celebrar las fiestas y de más cosas, no puedo negar que pase un rato agradable junto a mi padre y madre, además de gozar la compañía de un adorable primo mayor y una bisabuela extremadamente consentidora. E
Contrario a lo que muchos pensarían al enterarse de la ruptura de Dominick Carbajal y Mónic Malvorich, la chica no dejo de asistir a la compañía Carbajal apenas las actividades se retomaron a finales del mes de enero, cómo era de esperarse las miradas estaban sobre ella, los cuchucheos de pasillo y los comentarios especulativos eran la orden del día cuando la imponente figura de Mónic Malvorich recorría a paso seguro las instalaciones de la compañía ajena.Siempre había sido una mujer hermosa pero esta vez algo parecía ser diferente en ella, al verla no veían a esa niña enamorada que había abandonado las instalaciones durante el mes de Diciembre, ahora veían a una mujer que irradiaba seguridad mezclada con un aire seductor que no permitía que las miradas se despegarán de sobre ella. perfectamente arreglada con un traje de oficina, falda de lápiz negra y camisa roja sin mangas con un bonito escote en V. Su cabello recogido en una alta coleta. El golpeteo de los tacones contra el frío su
Durante un juego de ajedrez cada movimiento debe ser muy bien pensado porque de ello depende tu victoria o tu derrota... Mónic había comprendido que su vida en si, era un juego de ajedrez y las personas a su alrededor eran las fichas que podrían hundirla o por el contrario asegurarle una victoria.— ¿en qué piensas? — preguntó la agradable voz de Thiago Visantino, ingresando a la sala que Mónic ocupaba, ella se encontraba de pie, apoyando sus manos sobre una mesa sobre la que reposaba un gran tablero de ajedrez en piezas negras y blancas de cristal, dónde la reina blanca estaba tumbada sobre el tablero como clara señal de que había sido derrotada.— En mi próximo movimiento... he vencido a la falsa reina del tablero — explico, sabiendo que su prima Litzy era la reina de la familia Malvorich, porque sin duda cada uno de los miembros de la familia daría su vida, principalmente Armando Malvorich; por ella. Y sin duda la había derrotado con elegancia, la había sacado del juego — Litzy era
— Se podría decir que estás rumbo a la cima — señaló Thiago Visantino,mientras observana a la señorita Malvorich, en mono y top deportivo mientras lanzaba golpes a Enzo y este los esquivaba.— Aún falta mucho para estar en la cima... solo he sacado del juego a un par de peones — respondió la muchacha antes de lanzar un nuevo golpe hacia el rostro de Enzo Visantino, golpe que Enzo detuvo muy bien y le dedicó una sonrisa burlona. En eso se había convertido su rutina un poco más de un mes antes, cuando la nueva traición de Dominick Carbajal había hecho mella en ella.— Te alegrará saber, que creo que encontré al socio de tu abuelo en sus negocios turbios — aseguro una nueva voz masculina, Vicent se acercaba con una carpeta llena de papeles que colocó sobre la mesa del patio, dónde se encontraban practicando.— ¿Enserio? — Mónic hizo una pausa, dedicando toda su atención al recién llegado.— Estuve revisando los registros, cenas, negocios, sociedades... todo lo referente a Armando Malvoric
Ojos de mirada profunda y abrumadora... eran los mismos ojos claros que conocía muy bien pero por alguna razón le parecían muy diferente a los que conocía, cómo si los descubriera por primera vez... No sabía si era ese delineado negro que los enmarcaba acompañado de esas espesas y largas pestañas, quizás el perfecto maquillaje que la hacía ver mayor o los labios rojo opaco...Tal vez no era un cambio físico sino simplemente de personalidad... no lo sabía pero ella allí sentada, a la cabeza de la reunión; su mirada fija en quien hablaba, la forma sutil en la que mordía su lapicero; su expresión sería pero extremadamente seductora... Seductora... si eso era lo que había cambiado en ella, por más que buscaba no lograba encontrar a esa niña tierna y eternamente enamorada. Por más que buscaba, lo único que podía ver era una mujer seductora, de movimiento fríos y calculados; de mirada mortal. ¡Y por Dios!. Por alguna razón ese cambio le fascinaba. Cada poro de su piel gritaba peligro y eso
Sabía que estaba jugando con fuego, sabía que tarde o temprano se iba a quemar y que incluso su vida podría llegar a correr peligro pero estaba dispuesto ha llevar su plan hasta el final, decida a hundir a Armando Malvorich a cómo diera lugar. ¿Quería justicia o venganza?, quizás había llegado a un punto dónde ni siquiera ella misma lo sabía.Pero no podía evitar que una sonrisa de satisfacción se formará en sus labios en el instante en que Armando Malvorich, ese que por ley era su abuelo, ese que le había arruinado la vida siendo una bebé, se asomo en la sala de reuniones, incrédulo de ver lo que sus ojos observaban.— ¿Que estás haciendo tu aquí? — preguntó, intentando disimular su enojo; junto a su nieta bastarda se encontraba Auron Denali. Aquel pilar fundamental de sus negocios.— Él, está firmando un nuevo contrato conmigo... ya sabes, ahora que tengo el control de casi todas las acciones de la constructora — sonrió satisfecha al ver cómo la expresión en el rostro de su abuelo s
Entre lagrimas y emociones a flor de piel llegó el gran día de Edgar y Clarisa; envueltos entre emociones de alegría y miedo, al fin su sueño se haría realidad pero no podían evitar temer porque algo saliera mal en un di tan importante.— Estás preciosa mamá — aseguro Mónic sonriendo feliz; Clarisa parecía toda una princesa en su vestido de novia, de falda larga tipo princesa, mangas largas cubiertas de encaje; en la espalda tenia muchos botines; era un vestido digno de una princesa y no era para menos, en poco tiempo Clarisa Medina se convertiría en la flamante esposa de uno de los diseñadores y empresarios más importantes del mundo entero.— Tu también te ves espectacular — madre e hija se abrazaron al borde de las lágrimas — es increíble que finalmente este día hubiera llegado. Después de tantos años de lucha, de altos de bajos por fin estaba cerca de obtener su final final — oh por Dios — Clarisa hizo un gran esfuerzo por no llorar, abanicando sus ojos con sus manos.— Vamos mamá.
Decir que la velada era espectacular era quedarse corto; el matrimonio de Edgar Malvorich y Clarisa Medina estaría sonando en las noticias durante mucho tiempo; sus selectos invitados, la exquisitez de su banquete, la absoluta perfección...O eso parecía a simple vista, porque en el fondo del asunto una mirada enojada no dejaba de posarse sobre la pareja de recién casados y sobre todo en cierta muchacha de ojos claros. ¿Cómo era posible que después de tantos cuentos al final del cuento Edgar aún estuviera junto a Clarisa?, Armando Malvorich sentía el profundo deseo de golpear algo. ¡Durante años todo había sido perfecto!, pero había llegado esa maldita mocosa a arruinarlo todo; desde el momento en que llegó al mundo supo que ella sería un terrible dolor de cabeza.— ¿Duele no?... ver qué tus planes se frustran y que al final del cuento lograron ser felices — la voz de Mónic perturba a su abuelo, quien apretó los puños, ella se inclino ligeramente hacia el hombre mayor — ¿Que se siente